FILOSOFÍA PERENNE
¿qué sujeto eres, cómo sabes cuando eres el sujeto, que eres, qué sujeto te sientes, donde allí te sujetas, desde cuándo, si te agarras, sujeto, a tu historia
Y cómo la pronuncias, pones la boca cerca, la parte alta más pegada a la base, el labio con el labio, tan juntos que apenas se escucha
La historia del sujeto, que cae
Y cómo cae, cómo el sujeto cae, desde un avión, si cae desde un avión, en la llegada, como rodando cae, si cae, como un talud se cae, con maletas se baja, como cayendo de un avión, con prisa
El sujeto cayendo para contar su historia
Y en qué exacto lugar del destino se golpea, o en qué lugar del cráneo, o de la espalda, en el destino, siquiera momentáneo, donde no se es oriundo
And this shit es qué mierda en qué parte de esa historia qué cuentas, of what disaster is this shit the imminence,
en esto la inmanencia qué rol juega, cuál es el papel de la ñoña, la jeta, la confianza, en la historia que cuentas
con la letras minúsculas
de lo pequeño tuyo, sujeto qué sujeto
sujeto dónde sujeto cuál sujeto
el tema el objetivo la cascada
el inicio el lomo cruzado de heridas wounds en esa lengua
donde caes dónde caes?
LA METAMORFOSIS/O LA TRANSFORMACIÓN
se olvida quién se fue o se largó si se mira al espejo
y detrás, en la cortina de la ducha,
se clava un insecto;
el fantasma de turno ofrece sus rasgos o la cara manchada o aquella cicatriz
en los brazos o la espalda de curvas
al nuevo;
el Nuevo es quien aún sostiene la navaja
muy pegada al mentón;
quién sabe por qué una cucaracha invita a que uno olvide quién se fue o se largó;
si se fue en la otra zona un limpio se relega,
si se fue una piedra de cal se relega la piedra,
se relega si se fue un adorno de madera en la repisa,
si se fue un parlante, Sony, se relega;
pero eso puede ocurrir al afeitarse,
la navaja comienza a echar a un lado todo trazo de cal o de madera
y hace un tajo y se inventa, de golpe, una herida
que se llama Herida sin Batalla,
muy dormida
en el relajo de la piel hasta el momento,
el rostro se retuerce con su forma de morro con antenas,
en un costado del fulano la navaja saca hincándose duro dos pares de alas
del dolor de la carne,
que no sabe quejarse
en su ruido de fondo más bien como un zumbido;
todo eso es más nuevo que Nuevo,
la Neoterra de surcos que pasan desapercibidos
en las plazas
donde pasean las cucarachas y ellos con sombrilla
los cucarachos siempre de la mano
como hombres nuevos que son modelo de olvido de todo Lo Anterior de TODO LO OLVIDADO de sano de extraviado de plano
como el plano
de nuevas lenguas vivas
en secreto
LANDSPEECH NACH ENZENSBERGER SEGÚN PADILLA INTERVENIDO
¿qué perdí aquí, en este país
adonde mi propia inconsciencia
mis piernas mis brazos mi pasaporte un boleto de avión
mi beca me trajeron
desde aquel otro donde soy
nativo, pero a regañadientes
[eingeborn, doch ungetrost]
(como traduce a Enzensberger
Heberto Padilla)?;
aquí estoy omitido, como el reflejo en una pared ya ida del sencillo recuerdo de un fuego ya extinguido por años después ya del Soplido
en mitad de esta tremenda suerte
de retumbos equívocos
de esta fosa de aquello conocido, La foto rodeado de las reproducciones
del tipo con la lengua abierta
acertando;
¿qué tengó aquí, qué raja en la léngua
Que me hace malponer el acento
y qué tengó aquí que buscar
en este plato etcétera
en esta
et
cétera tierra
donde se va erguido pero no se avanza
donde [esto] [o] [donde] aquello;
voy a construir mi albergue sobre este montón de sobras
mi cuerpo protegido con paraguas
mi rastro tachado al paso que camino
sobre el estacionamiento donde graznan los cuervos
sus cuerpos negros como una redundancia
en la noche
de donde surgen ruinas de las ruinas
lo que cuento en la adquirida Lengua
de la Lengua heredada
con goteras
y ése es el mal menor
[das kleinere übel]
(como traduce a Enzensberger
Heberto Padilla);
Éste es un país otro de otros países
como subterráneos
que saltan de pronto, como ruidos de ruidos,
como invisibles
que son de pronto ásperos,
como heridas de heridas
con tizón;
¿qué perdí aquí como si fuera el material del cual otro extraviado hace sus propios montones de chatarra
qué ojo bizco
qué ojo verde
qué ojo sobre la nariz
qué nariz delante
de una fuga de gas
qué manos resguardadas o nulas
qué sueño después de medianoche
qué familia que me puso el nombre
y se aprendió mi nombre
bizco?
Eso perdí todo Eso
,
lo que flota en mi lengua
,
lo que se pierde en cualquier estertor separado
entre barrancos/algunos con flores o con flores de muertos
/algunos con papeles de fiesta
serpentinas
sobre el tórax sobre la fiesta muda
del muerto
y de sus muecas
De Otono (sic). Caracas: Ediciones Letra Muerta, 2017.
CAPÍTULO SOBRE EL DESCRUBRIMIENTO DEL SER
si mirara hasta dentro, de esto, digamos, como hacen
las estatuas,
con los párpados cerrados, pero en verdad mirando
todo allí, como estatua,
las costillas de piedra de la estatua,
la vida callada, de piedra, de esa estatua,
¿qué vería uno,
uno que es otra cosa, al parecer,
no un colgajo de piedras,
como la tal estatua?;
a lo mejor, quién quita, la foto de uno mismo,
de niño,
rodeado de más rostros, felices, como en un cumpleaños;
a ese cartón llamamos Ur-recuerdo;
ojalá hubiera sido, yo, Niño en otra parte,
con la misma familia;
tengo nostalgia de todo lo omitido
desde siempre,
una lámina, distinta sin duda, con las mismas personas
de esa fotografía;
ojalá un cartón diferente se irguiera en souvenir,
con una casa algo oscura,
con un invierno de luces opacas, muchas sombras en todas las paredes, lo que uno pensaba que podrían ser fantasmas de muertos obstinados; no está del todo mal imaginarse esos desvíos de uno, esas disímiles posibilidades, de eso llamado el Ser;
el Ser de mi infancia pudo tener otro pasaporte; quizá anaranjado; eléctrico; me gusta creer que la luz de un candelabro, cuando hay frío alrededor, define la hermosura, muy gocha, del Ser; del Ser el humo de una vela en las paredes escribe una historia;
es eso lo que veo adentro al mirarme;
This con una gorra gastada encima;
algo de cuadros escoceses, algo encontrado en un clóset, húmedo,
una tarde,
sobre el coco (la testa);
quisiera haber sido más torpe al hablar,
confundir frases de la lengua de mi padre
con otras de un idioma materno,
igualmente confusas;
pero me tocó este falso dominio de estas santas palabras que uso
con la certeza de un loco
que repite
lo mal oído en una grabación;
siendo yo he estado años, y ya estoy exhausto;
este tipo, este This, de tantos años consigo solamente,
esta máscara real,
con los ojos volteados hacia aquello más suyo,
llegó hasta sí de lejos, de un gran viaje, dormido, todo el tiempo dormido en otro destino anterior a éste que tiene; después de pasar años siendo el mismo, y, cansado, se ha puesto a recrearse, sentado en un sillón, otros asientos, otras fiestas bajo astros desiguales;
de dónde es este This ya no importa;
apenas cuenta de dónde vaya a ser cuando cierre los ojos
y con secretos bombillos —adivine su corazón de roca
cambiándose de lado,
en su cuerpo,
—diga siempre otra cosa, nunca lo que se oye,
una oración por ejemplo que no se prediga,
quizá un reclamo por no estar de más eras cansado
de la misma igualdad
CAPÍTULO A PROPÓSOTO DE LAS RENOVACIONES
hay que volver al pasado y destruir la casa vieja, con mandarria,
mis padres, mis hermanos
y yo-esto; This;
echar abajo los escalones de madera, teñidos
de cera roja;
cambiar la estructura del garaje, hacerla oscura, como una bodega;
darles menos luz a los pasillos;
mantener el jardín con la mesa de hierro, pintada de negro, y las sillas de hierro, pintadas de negro; mantener las negras hormigas del jardín, que comíamos, a veces, mis hermanos y yo, no por el hambre, sino por la costumbre de
alimentarse de los bichos; (más de cien antenas por cabeza;)
derribar el cuarto de huéspedes, en la planta baja;
abrirle una ventana a la cocina, que dé a alguna calle
flanqueada de tilos
y plátanos deformes;
a veces necesito traicionar mi infancia;
quiero un loco en un desván, alguien que cuente historias, de la guerra, de un paisaje, lunar y tranquilo, posterior a todo, de una vida de comerciante, o de mercero, en una ciudad de bajos edificios, muy cortos, de un amor postergado por varias mudanzas,
con caballos,
de país en país, hasta éste, cambiado, donde el loco, o la loca, hace ruido, con un plato de peltre, al mediodía, la loca
que pide la comida;
las traiciones modestas,
incompletas,
sonsas,
no me llenan de culpa;
ni las grandes traiciones;
el Ser se forma de imágenes, también, recibidas de noche,
en el sueño,
donde son comunes las metamorfosis;
pongo en mi puesto otro niño de seis o siete años, con los mismos juegos
pero otras estaciones;
la casa igualmente ha mudado de aires; hay más eco en los muros tiznados;
va a empezar a llover por dos meses,
hay que ventear las sábanas, los guantes, las cobijas, y disponer las velas,
prepararse para espiar el viaje de esquina a esquina
de las arañas,
translúcidas,
y resistir los embates de la ciudad, que se hunde
como en un páramo; de solo aparecidos;
me emociona haberme separado
de mí mismo
al nacer
Luis Moreno Villamediana (Venezuela, 1966). Ha publicado los libros de poesía Cantares digestos (1996), Manual para los días críticos (2001), En defensa del desgaste (2008), Eme sin tilde (2009), Laphrase (2012) y Otono (sic) (2017); y el libro infantil El edificio Fantasma (2015).