LA COYA
En la hondonada se abre el camino
que lleva al otro lado del mundo.
El séquito avanza entre reflejos
de agua, nieve, cholanes y quindes.
El cubre cabeza de la coya,
de color rojo sangre no deja
ver su rostro ni su cinta de oro.
Yo, pobre sembrador de frejoles,
no puedo ver su rostro, si lo viera
moriría con un punzón de obsidiana
incrustado en el centro del pecho.
LUNÁTICA
Es el cuarto piso de enfermería,
en la ventana, una mujer se hiere
Con un cuchillo a la altura del bíceps:
rosas cárdenas crecen en la blusa.
Aúlla la mujer, grita,
alarido en la tarde,
golpe con un fémur prehistórico.
Inyectan a la lunática y se rinde,
cierra los párpados y unas burbujas
brillan en el torbellino de sus labios.
CHAQUIRA
Labro esta prenda con fragmentos de concha y metal
y te cubro con ella.
Debajo se adormecen tus senos.
Te atraigo
a mi región desconocida,
donde no acaban de formarse los vocablos.
En cada mostacilla de spondylus
sobre tus hombros
encuentro
la luz que me ayuda a vagar en otro universo.
DURACIÓN DEL LIBRO
Este parece un texto del libro de cuarto grado.
Es de una ingenuidad que asusta
como un cuadro de realismo mágico,
con un diminuto gato oculto en la selva.
El sujeto es un libro bajo el brazo.
El libro resiste.
Llega el momento de alabar la tinta en el papel
Y de confesar que vale la pena leer.
El libro dura algo más que el sujeto,
es tan ingenuo que dan ganas de llorar
y enjugarse las lágrimas con un pañuelo magenta.
Durante horas leo y camino en otro jardín,
leo y atravieso el territorio del azar,
leo y me encuentro con el cesto vacío
en el paraje sin respuestas.
LOS BUSTOS
En una bodega municipal
se guardan bustos de mármol y bronce.
El cuidador los ve y se alisa el pelo,
los ve y se acomoda la cartuchera.
En la bodega pululan arañas
y riñen ratoncitos campesinos.
Mi clase media incuba muchos bustos
y los arroja en jardines y parques.
Es obsesión de mi clase media
situar los bustos en dominantes sitios
para evitar
que los extraterrestres se extravíen.
AFIRMACIÓN
Llegas con tu flor no me olvides.
Entras al cerco de mis brazos
con la ofrenda de tu vida
y soy algo en el vacío.
Del poemario inédito ¿Qué hacer? ¿Cómo hacer?
Julio Pazos Barrera (Baños de Agua Santa, 18 de agosto de 1944, Ecuador). Realizó estudios superiores en la Pontifica Universidad Católica del Ecuador, en el Instituto Caro y Cuervo de Bogotá y en el Instituto de Cultura Hispánica, en Madrid. Doctorado en Literatura, título conferido por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Fue profesor de la PUCE y profesor invitado de la Universidad de Nuevo México en Albuquerque. Su poema Fatiga obtuvo el primer premio de poesía del concurso de la Facultad de Jurisprudencia de la PUCE, en 1968. En 1971 ganó el primer premio otorgado por la Fundación Conrado Blanco de Madrid en honor de las capitales hispanoamericanas, con el poema Quito Quinde. Ha publicado 19 poemarios. La ciudad de las visiones, fue premio nacional de literatura “Aurelio Espinosa Pólit” de la PUCE, en 1979. El poemario Levantamiento del país con textos libres, recibió el premio “Casa de las Américas” de Cuba en 1982. Al poemario Mujeres se le otorgó el premio “Jorge Carrera Andrade” del I. Municipio de Quito, en 1986. Su poesía cuenta con tres antologías: Poesía (1971-2002), Universidad de Cuenca/Casa de la Cultura Núcleo del Azuay; Poesía Junta, 2007, Casa de la Cultura Benjamín Carrión; La invención del jardín, Quito, El Ángel editor, 2018. Mereció las distinciones Juan León Mera (1988), Juan Montalvo (1994) del I. Municipio de Ambato; fue distinguido con el galardón Benjamín Carrión de la Casa de la Cultura de Tungurahua y con la condecoración del Mérito Cívico del H. Gobierno Provincial de Tungurahua. En el 2005 fue invitado a la Cumbre Poética Iberoamericana de Salamanca. El 6 de diciembre de 2006 recibió la condecoración “Aurelio Espinosa Pólit” a las Letras y la Cultura otorgada por el Municipio Metropolitano de Quito. En 2010, el Gobierno del Ecuador le distinguió con el Premio Nacional Eugenio Espejo. En 2015 fue poeta invitado del Festival de la Lira de la ciudad de Cuenca. Algunos poemas se han traducido al inglés, francés, portugués y hebreo. Es autor de Versos y dichos de la provincia de Tungurahua; Arte de la memoria; El sabor de la memoria, Historia de la cocina quiteña; Elogio de las cocinas tradicionales del Ecuador, Textos breves. Es profesor de Apreciación de Arte Quiteño, en el museo Jacinto Jijón de la PUCE. Es presidente de la Corporación Cultural “Grupo América”. Es Miembro de Número de la Academia Ecuatoriana de la Lengua y Miembro Correspondiente de la Real Academia de la Lengua.