CARMEN OLLÉ
En Noches de adrenalina (Lima, 1981) de Carmen Ollé (Lima, Perú) se establece una ruptura a nivel del lenguaje aportando un nuevo enfoque a los tópicos del cuerpo y la ciudad, desde la perspectiva de una escritora latinoamericana que expresa sus experiencias y visiones de ciudades como París y Lima. La hablante se desnuda totalmente para mostrar, sin denuedo, una textualidad que roza la anatomía de una mujer frente al espejo, deslumbrada ante la materia de la escritura, en medio de la gran urbe, cobijada por el silencio de su intimidad. Carmen Ollé, define una forma distinta de tratar ciertos tópicos como el cuerpo, rompiendo con los tabúes religiosos, la etiqueta moral, y las prohibiciones sociales más diversas. Con un lenguaje elevado esta poesía va contra la corriente, y en contra de cualquier arena movediza del barroco. El desenfreno y la pasión en sus poemas son una vía de escape y de rebelión. Ollé defiende la obscenidad y las pasiones extremas del deseo como partes naturales de la humanidad y critica la hipocresía de ciertos valores sociales. Un libro retumbante de la poesía latinoamericana más exigente de hoy.
Miguel Ángel Zapata
Tener 30 años no cambia nada salvo aproximarse al ataque
cardíaco o al vaciado uterino. Dolencias al margen
nuestros intestinos fluyen y cambian del ser a la nada.
He vuelto a despertar en Lima, a ser una mujer que va
midiendo su talle en las vitrinas como muchas preocupada
por el vaivén de su culo transparente.
Lima es una ciudad como yo una utopía de mujer.
Son millas las que me separan de Lima reducidas a solo
24 horas de avión como una vida se reduce a una sola
crema o a una sola visión del paraíso.
¿Por qué describo este placer agrio al amanecer?
Tengo 30 años (la edad del stress).
Mi vagina se llena de hongos como consecuencia del
primer parto.
Este verano se repleta de espaldas tostadas en el
Mediterráneo.
El color del mar es tan verde como mi lírica
verde de bella subdesarrollada.
¿Por qué el psicoanálisis olvida el problema de ser o no ser
gorda / pequeña / imberbe / velluda / transparente
raquítica/ ojerosa…?
Del botín que es la cultura me pregunto por el destino.
¿Por qué Genet y no Sarrazine?
O Cohn Bendit/ Dutschke/ Ulrike
y no las pequeñas militantes que iluminaban mis aburridas
clases en la U
ELSA MARGARITA SIRA
Marx aromaba en sus carteras como retamas frescas
qué bellas están ahora calladas y marchitas.
No conozco la teoría del reflejo. Fui masoquista,
a solas gozadora del llanto en el espejo del WC
antes que La muerte de la familia nos diera el alcance:
La desnudez de los senos, la obscenidad del
sexo, tienen la virtud de operar aquello con
lo que de niña, no has podido más que soñar,
sin poder hacer nada.
Bataille
Margarita Elsa Sira se perdían en la avenida Venezuela
y colocaban carteles en la noche sobre paredes musgosas.
De día interrumpían las clases de metafísica con rabia
y aplaudíamos esos cabellos sudorosos y negros sobre
la espalda.
El que más se lava es el que más apesta, como los buenos
olores son testimonio de una mala conciencia
como el grito es la figura de la timidez.
HOTELES de Lima
en ellos la ciudad se pulveriza mediante el silencio
inventor de palabras y como la lluvia que ahora cae
sobre Menorca son solo INSTANTES!
Losas empotradas en paredes metálicas sin luz
estudiantes = habitaciones inmundas
lavabos + amasijo de pelos & residuos de grasa
llegan hasta mí para impugnar esta limpieza
que me somete maniáticamente.
Despierto y me levanto de un catre viejo
estoy inclinada en el WC, el culo suspendido.
he venido del brazo de mi compañero de clase por un solo motivo
buscando a Sira a Elsa a Margarita.
La militancia no es una casa vieja del Rímac
pobre o hedionda
y aquí sin espejos ni tazas de mayólica aguantas
las ganas de orinar
o revientas.
La impotencia es silenciosa y corta
el flujo–
La lluvia cae sobre el espacio abierto del jardín
y estás dentro.
Bajo el cobertor
en brazos de la mística
el infeliz muere en la esquina rosada
gritan los pájaros fruteros violados
¿Dónde está el peso mayor del estar allí,
en el estar o en el allí?
¿En el allí –que sería preferible llamar un
aquí- debo buscar primeramente mi ser?
Bachelard
Pues aquí estás tú, HOTELES de madrugada, bañador
caminando en el azul metálico de una calle desierta
regresas y ventoseas en tu lecho
y otra vez aquí / allí = viento / molotov / pezuña del poli
Margarita Elsa Sira esta frase se cansa de evocarlas.
⁂
Las relaciones con las partes de mi cuerpo no son teológicas
son frustraciones derivados del dolor de un cuerpo fetiche.
Hoy perdí un diente:
¿Evacuación de una conciencia sufriente?
Pérdida de rigor:
¿Hay algo más honesto que esta ley-grave?
¿La belleza de las piezas naturales intactas no es un
humanismo narcisista?
Hoy perdí un diente (y hoy perdí un diente).
Me extravío–
más allá de esta frase se sitúa otra cualquiera
debajo un mundo paradigmático bloqueado
afirma su relación directa con el comportamiento
sexual.
La impotencia de ligar con el texto proviene
de la práctica erótica mutilada (desempleo sexual)
o
una fijación interfiere el juego
y los muslos son como árboles petrificados sobre el lecho
¿Es acaso un melodrama?
el onanista hunde los párpados la mutilación
los abre.
Tuve que hablar de la mutilación erótica
ahora hablo del cuerpo mutilado:
el INNOMBRABLE
–Perder los miembros y conservar los dientes
qué escarnio– Beckett
¿La compasión paternalista es mis señores un atributo decente?
Perder los dientes y no perderlo todo
perderlo todo y no perder la vida
conservar la vida y criogenizar el arte
perder la vida industrializar la muerte
uno espera tener 80 años para hablar de sí mismo
hablar de sí mismo es un cuchicheo intermitente
e inútil
la ciencia se vuelve bélica y hablar de sí mismo
no es nada práctico pero es una guerra
esperar a tener 80 años para hablar de sí mismo
¿dónde radica lo verdadero en esperar o en hablar?
Hoy se pierde un diente mañana un ovario
hoy no ha de durar más que hoy
o mañana a lo sumo un mes.
Hoy ocupa su puesto la porcelana o el oro
y el estomatólogo a cambio recibirá su recompensa.
Estoy en el Mediterráneo.
Podría estar en cualquier otro lugar sintiéndome
la misma criatura insólita y sorprendida ante los
cambios de su cuerpo
la traslación de un cuerpo significa un corte
se vuelve a ser
y lo que nos ocurre aquí no nos hubiera ocurrido allí.
Se cree esto con tanta fuerza con tan absoluta confianza
que el regreso se nos figura un retorno a la frescura
de la piel:
los dientes no se pudren allí
el rostro no se aja
la piel no pierde lustre.
Los parientes fallecen (porque hemos partido)
el pueblo estalla
las familias empobrecen
se repueblan se sintetizan
¿no es una teoría nerviosa de la historia?
Nuestro Tótem.
Defecamos con soltura y es el único motor intacto
se corona una era escatológica
LA CACA ES TAN PODEROSA COMO UN PEQUEÑO COMPLEJO
Carmen Ollé (Lima, 1947). Estudió Lengua y Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha sido profesora de Literatura en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, directora del Centro de Documentación sobre la Mujer, directora del Pen Club del Perú y presidenta de la Red de Escritoras Latinoamericanas (RELAT). Obras: Noches de adrenalina (1981); Todo orgullo humea la noche (1988); ¿Por qué hacen tanto ruido? (1992); Las dos caras del deseo (1994); Pista falsa (1994); Una muchacha bajo su paraguas (2002); Retrato de mujer sin familia ante una copa (2007).