GRAMÁTICA DEL REGRESO
El hombre que pasa y es sólo una mirada
¿de qué lugar viene
qué amigos frecuenta
por cuántos hijos ríe
de cuántos muertos vuelve?
ROBINSON QUINTERO OSSA
LA PANTALLA DIBUJA TÍTULOS NOBILIARIOS
como León Celaya y Uriangato.
Busco a ciegas tu mano
y asoma en la noche
la línea de un verso largo y oscuro
que al amanecer se llamará sólo
carretera dolor de cabeza
estrella de las horas.
*
El autobús avanza en la cinta asfaltada de tu nombre.
Lejos quedan otras luces;
mariposas parpadeantes reflejan en sus alas
los primeros golpes del día.
Lejos aún la oscuridad traiciona
y yo espero que el viaje acabe
para deslizarme a ti
hasta que de la noche quede una fogata
y al final una flor de humo
pida auto-stop al borde del camino.
*
Lo que brilla al cruzar el puente debe ser un río
lo delata un silencio
sin pescadores ni lirios del agua.
Si el río o lo que sea la estela luminosa
que ahora es sólo una palabra más en el poema
fuera el día
la infancia arrojaría piedras a la superficie
y las gallaretas se ocultarían en los veleros
o en las comisuras de los versos.
Pero lo de hoy es la insistencia de los motores
un campo de espigas en el sueño del que viaja
y duerme como si lo que nace kilómetros adelante
no fueran los indicios del sol.
*
ME GUSTARÍA SABER QUIÉN ES EL AUTOR
del manchón gris que fondea el cielo
y de los trazos entre rojo y naranja
que invaden la mirada
mientras la noche se dispone a dormir
y los neumáticos van sobre la doble A de tu nombre
como un barco que se equivoca de estación.
*
Y QUÉ HAGO AHORA CON LAS TRAMAS AZULES
a uno y otro lado de este mapa
sin noche ni día
y los autos nos rebasan
como sí allá donde las luces aparentan estabilidad
los esperara una taza de té un perro una mujer o un caballo.
El dolor que por la noche se adueña de mis huesos
duerme como un pasajero más;
qué pena, vecino, el hombre se acostumbra a lo que duele.
Abro las puertas y le doy de comer
mas no pensé que tanto y tanto y tanto amor doliera
ni que el día oscureciera todo el año.
*
LOS ÁRBOLES TAMBIÉN SON PARTE DEL POEMA.
Los campos amarillos se despiertan
se liberan del rocío y se disponen a crecer.
La culpable duerme indiferente al mercado de la poesía
y al circuito de farsantes y verduleros que la cultivan.
*
LLAMA MI MADRE
quiere saber el planeta en que estoy.
En el planeta recuerdo herido madre
donde el rey José Alfredo
canta como si se tragará un gato en llamas.
En el país de las quimioterapias.
He trazado mi círculo
y aunque los lobos llegan por las noches
a destrozar los años
nada doblega a lo indomable.
Dame fuerzas
para hacer corto circuito en el poema
no importa que el chofer apague la luz
ni que los conductores en sentido contrario
me vean como a un ser de otra galaxia.
Aquí se apuesta a diario aunque la casa pierda
y yo marco el número del silencio
y no vuelvo a saber de ti
hasta el próximo viaje.
*
DEJO INTACTAS LAS VALIJAS DEL VIAJE MADRE
me voy tan pronto el sol resane las heridas
y se lleve el frío que arremete como un búfalo
y lame mis huesos como un perro
nada más porque le di chance de hacer nido.
Ayer comí caldo de pez hembra
y en el fondo de ese mar había peces sordos
matrimonios deshechos
hijos caminando en sentido contrario a la esperanza.
Mientras escribo mastico un pan
digo una piedra
hecha con mordeduras de Vallejo
pienso en la línea siguiente
y la piedra se ablanda
y aunque no dice nada
dejo que me acompañe en este viaje.
*
EL HIJO MAYOR PREGUNTA SI ME IMPORTA
la descendencia:
pienso en la especie humana
y en el perro que olvidó en el patio.
El animal escapa y por las noches
pelea por una hembra peluda y brusca
regresa de mañana
y coloca él mismo el collar a su cuello.
Lo que deja cicatrices
huye de la noche y de los días azules
e instala su campamento
junto al montículo de hormigas
es lo que ya no es.
*
EL HIJO MENOR HABLA DE LO MISMO.
Guardo el silencio en el poema
lavo los platos rotos tiendo la cama
doy de comer a las palomas
y pienso/ tienen razón
hay demasiadas rejas en la vida
no cabe en el zoo un humano más.
Cuando mis hijos cambiaron su apellido
como si fueran hijos de un espectro
pensé en Nietzsche y el origen de la tragedia
en Alejandra y la piedra de la locura
y me quedé callado
como el día en que al ver el espejo
lo que veo es una línea blanca
un cuadro ausente de formas
que estalla en partículas de cobre.
*
LOS COLORES DISPERSOS EN EL FIRMAMENTO
forman el sol.
Lo llamo por su nombre
pero el sol no responde
y dentro de un rato será persona de respeto
y luego viejo y niño otra vez.
Las reservas se agotan
la carretera se acorta
vamos en un autobús de juguete
y es hora de retomar viejos sueños/
ser poeta y emperador de tus piernas
brujo y convertir tus pesadillas en peces
mago que desaparece el dolor.
*
MIENTRAS EL AUTOBÚS TRANSFORMA LA DISTANCIA EN TIEMPO
y arroja desperdicios por la ventana
los pasajeros cuentan sus pesadillas
van al sanitario para distraerse
y matan la noche viendo como los campos amarillos
son ahora un monte denso.
Un pasajero cuenta que soñó una sirena
enloquecía de sólo verlo
y cuando piensa en el olor de los peces
se le pone dura
y la sirena se queda quieta
en el asiento del autobús
a la espera de un sueño que la devuelva al mar.
Otro hombre sueña que es un caballo
y que el conductor no admite su ticket de viajero.
Prohibido transportar bestias salvajes dice
y el animal agita sus alas se eleva un poco
y al relinchar despierta al que lo sueña.
Pero hay sueños profundos
y caballos que lloran
si alguien les impide subir a un autobús.
La lluvia borra la carretera
las únicas voces que se escuchan/
esquirlas rebotando en el techo
para después
formar surcos en los cristales
una nube de cabras a la orilla
vacas por todas partes.
Yo dibujo un caballo
para saltar del autobús
y a todo galope ir por ti
a las nubes más altas.
*
Para llegar a mi destino
sigo la estela de plata
de la luna llena sobre el mar.
Señales luminosas bajo el cielo de cobre.
Mayo 26 de 2017
Carretera Ciudad de México-Monterrey
Estos poemas pertenecen al libro Señales luminosas bajo el cielo de cobre (Universidad Autónoma de Querétaro), en proceso de edición.
Margarito Cuéllar es originario de San Luis Potosí, México. Radica en Monterrey. Dirigió la revista Armas y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León y el Centro de Escritores de Nuevo León. Entre una veintena de títulos es autor de Poemas en los que nunca es de noche (Grupo Editorial Ibáñez, Bogotá, 2019); Teoría de la belleza (Instituto de Cultura de Sinaloa, 2018); Las edades terrestres (San Luis Potosí, 2016), Moléculas en movimiento vibratorio alrededor de una posición de equilibrio (Coahuila, 2016); Poemas para formar un río (Monte Ávila, Caracas, 2016). Coordina las actividades literarias en la Secretaría de Extensión y Cultura de la Universidad Autónoma de Nuevo León y es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Artes en el área de letras. Con Las edades felices (Hiperión/ UANL) obtuvo en 2014 el Premio Iberoamericano de Poesía Carlos Pellicer para obra Publicada (gobierno de Tabasco/ Instituto Nacional de Bellas Artes. Premio de Poesía Kaqiu - Pen Warren de China 2019. En este mismo año su libro Teoría de la belleza fue ganador del Certamen Hispanoamericano Festival de la Lira (Cuenca, Ecuador) y en 2020, con el libro Nadie, salvo el mundo, obtuvo el Premio Hispanoamericano Juan Ramón Jiménez (Huelva, España).