DIOS DE PÁJAROS
Me habitan voces
árboles florecidos
mares lejanos
seres negros y blancos
Me habita una niña vestida de río
un disfraz de mariposa
una risa de acuarela
un perro cómplice
Me habita una tarde de ojos amarillos
calles talladas en los huesos, un impulso
un miedo que pestañea cuando da la espalda para aprender a morir
Me habita un amor de espinas
un canto suave de cuna
eucaliptos bañados de silencio
el alma del vino
un sudor verde en la sombra
una aguja cosiendo la lágrima
un siglo revoloteando en las manos de Dios
un rostro
una vida
el mundo y sus plegarias
un relámpago libre
una noche de centellas
una conciencia sin espantos
un placer amargo
la rabia
el perdón
un corazón de historias encerrado en la tierra
un espíritu de pantera
Me habita un pueblo de parpados cerrados.
EL ELEGIDO
A los mártires
Hablo a la tierra
A una tarde de invierno extraviada
Soy voz silenciosa en tus pasos
Traigo la silueta del mundo en las manos
El cáliz de la lluvia en tus labios
Soy guerra
Observo desde el agujero de la ira
los miedos escondidos en tu rostro
Soy todas tus ventanas
La luz humeando en la montaña
Un sortilegio, el dolor del crepúsculo
La soledad azul de los niños
La tormenta de tus plegarias
El perro cabizbajo de la calle
El ave majestuosa del aire
Soy tu cadáver celeste en un sarcófago
Misterio escondido en un espejo
Soy un poema inmortal en un lienzo
Voy por el mundo gritando en las calles
Respiro entre la gente
Emerjo de un sueño ancestral como el humo del incienso
Soy una red de mariposas, una caída de sol
El fondo de una página
Un río infinito de plumas donde amortiguas el dolor
Voy al encuentro lentamente
Soy tu necesidad y tus reclamos.
Me miro en tu pupila
Soy el elegido.
PANTERA ANTIGUA
Los días son insectos
invaden los músculos y las uñas
se detienen irónicos
son gritos y calles.
Una pantera antigua camina despacio
los días dejan caer sus dados en el tablero de la tierra
se miran al espejo
se interrogan
se entregan al olvido
muerden el cuerpo
ahogan la risa
se diluyen en la impureza de los ojos
pasan lejos de las manos de Dios
son una naranja seca expuesta al sol
juegan con el rostro
castigan la carne
Su espíritu de horas
atraviesa la huella de los amantes
una mariposa de papel vuela en un túnel de sal
Los días son un escorpión en las entrañas
se desvisten como un dios de agua
suben lentamente
buscan los labios de piedra
mientras el tiempo pasa sobre ellos su lengua de hierba
y nos dejamos morir.
SERES DE CEMENTO
Una ciudad abría con un sonido metálico el fondo de la sangre
Moría en el filo de las maquinas
Los habitantes miraban de reojo el porvenir y cosían las heridas bajo los escombros
En las calles fue alzándose otra ciudad
Un suelo seco crucificó las generaciones
Escupió la tierra
Los habitantes se bebían su cólera en una copa interminable
Se endurecían en la boca triste de los edificios
Se fueron sumergiendo en ellos mismos
Un día, no se sabe cuándo, atornillaron la sensibilidad a la pared
caminaron sobre el fuego
Sobre las desdentadas calles
sepultaron el pasado como un perro entierra un hueso
Sacrificaron sus almas en las puertas
caminaron como estatuas
Y sin mirar atrás
se trasformaron en seres de cemento.
DESGARRAMIENTO
La violencia desgarró la sangre debajo de los pies.
Hace un tiempo que hay un olor putrefacto
La vida huye como un animal herido
y la muerte la detiene con su mano de polvo.
TRANSFORMACIÓN
La violencia desintegró el amor
Lo lanzó al aire y los días se vistieron de hambre
Desde entonces trazamos figuras inconclusas
vamos de rodilla a la suerte como quien busca en el polvo, el amor
La violencia arde en los campos
se reparte en las calles
se derrite en los rostros
Es salvaje y lleva en la espalda un puñal
El cuerpo la espera detrás del miedo
Y el tiempo escarba la sangre
Estamos en la búsqueda de algo que vuele el ropaje
Esperamos que el sol atraviese con su luz el espacio y nos dé un golpe en el pecho
Esperamos que el espejo nos muestre el rostro de lo que fuimos.
Fabiola Acosta Espinosa. Poeta de Barranquilla, Colombia. Autora de los libros “La herida bajo los escombros” y “Al otro lado de la guerra”. Sus textos han sido publicados en distintas revistas literarias, antologías y periódicos. Ha sido invitada como poeta a diferentes eventos literarios nacionales e internacionales como Costa Rica, Uruguay, Venezuela, Argentina, México y Bolivia. Premio en la modalidad de trayectoria en poesía (2019) Con el libro: La herida bajo los escombros a través del Portafolio de Estímulo de la Secretaria de Cultura Patrimonio y turismo de la Ciudad de Barranquilla. Es tallerista, promotora de lectura, gestora cultural y coordinadora de la Fundación Artística Casa de Hierro desde donde lidera espacios culturales para Barranquilla.