CORONA ES TAMBIÉN RIZOMA. AÉREA. Ninguna nube del cuerpo importa más que otra. De todas procede agua. Agua celeste. Dónde comienzan y terminan las aguas. Corona de agua amarilla. Amaranto. Corona rizoma como brazos del jengibre y cabeza del jengibre, pica. Donde la ponen, pica. Nadie que haya palpado la carne de dios puede mirarse al espejo sin corona. Sin que pique y ramifique.
LA NOMENCLATURA EN LAS PATAS DE LA ARAÑA es parecida al lenguaje de los árboles. Una rama y otra rama anudadas por pedazos de trapo vegetal. Tecleo de los filamentos. En el lomo de la araña el cráneo bocarriba, refulgente lata al sol, armadura que sostiene semilla, fruta y piedra. Las arañas tejen las sábanas blancas de los tenderos en los páramos. Son las sábanas que se derraman en los picos. Las arañas tejen la nieve, también.
VENUSIANA
Tetas y nalgas de Willendorf
también vulva y rodillas
mujer caliza / tierra madre
Nadie te recuerda nítidamente
y nítida
rotunda
esférica
curvas la grasa
y tu gracia fecunda
Cuando te bajan de los altares
los altares reposan
Las ondulaciones te nombran
mujer de tristezas antiguas
viajera
sola
desnuda
sin pies sin manos sin garras
¿Quién te descubre?
Quien te descubre
trilla fuego
alza sus huesos
los huesos del fuego
al vidrio de los cielos
Es clave
la clave para ser mujer
Toda mujer la sabe
y la olvida
No duerme el animal
ADA SALAS
ES ESTA ESPECIE DE ANIMALES EN DUELO
responsable de meteorizar la piedra
hasta convertirla en espejo
hasta perder los ojos
esta especie de animales domésticos
criados entre ellos
para el engorde la milicia la noticia
de alcohol para vivificar el espíritu
y oxicodona para mitigarlo
especie de animales sangrantes
no reconoce el peso de su masa
y corre en círculos como gallina sin cabeza
los otros animales nos desprecian
menos los pájaros
que deshojan
y es por esto que creemos en los ángeles
DE LO QUE SE TRATA ES DE ROMPER LAS REGLAS DE LA TIERRA
matar a la persona con que se nace
para ser quien se es
recordar cuando la música del corazón era joven caballo sin silla
asegurarse de tener corazón
de lo que se trata es de respirar hasta ahuecar la asfixia sólida
ser simple sin que cueste ser simple
no pisar la flor de la lujuria
contar un secreto metiendo los labios en un tubo
y que el secreto jamás encuentre boca
y sea la boca mariposa de carne altisonante
que cante que cante que cante
UNA MUJER DEBE ESCRIBIR DEBAJO DEL AGUA
sabiendo que el agua pudrirá
sus poemas
El agua necesita olvidar
el dolor de su semejante
hacer corte longitudinal
al cuerpo de la mujer:
Del ombligo para abajo será suya
y de la cicatriz hacia arriba,
también
Una mujer debe aprender a respirar
debajo del agua
Y poder escribirlo
Poemas de Diario venusiano, (Libero Editorial, 2020)
Indira Carpio Olivo (Caracas, 1984). Es egresada de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela, donde ha ejercido como docente. Ha sido presentadora, guionista y productora de programas de radio y televisión, así como columnista de diversos medios impresos y digitales. Es autora de la columna Poesía o nada. Por sus trabajos en medios digitales, obtuvo mención especial en el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar 2016. Fue reconocida con el Premio Nacional de Literatura Stefania Mosca 2018, mención poesía, por el poemario Frutos extraños. Es autora de los libros Mujerícolas (Editorial El perro y la rana, 2017), Frutos extraños (Fundarte, 2019), Cartas de agua (Índigo editoras, 2020), Yerbamala (Plaquette de su heterónimo Mundia Magdaleno, Fundarte, 2020) y Diario venusiano (Libero Editorial, 2020).