TRANSFORMACIÓN
La niña está en la playa,
está en biquini,
en un biquini verde
de ocho cascabeles
y muchos plines.
Las olas se suceden,
una la empapa,
cascabeles y plines
se sueltan, nadan.
Y porque jugar quiere
y está descalza,
se vuelve sirenita
y entra en el agua.
RUEGO
Sirenita de cola
recién crecida,
si delfín me volviera
te seguiría.
Pero nadar no puedo.
El hondo mar da espanto.
¿Por mí salir querrías
del agua un rato?
Aún tengo conmigo
tus zapatos.
PÉRDIDA
Ya no estás en tu playa
de raro encanto
volviéndote sirena
y yo mirando.
Me he quedado sin plines,
sin cascabeles,
perdí tus pies descalzos,
sueño que vuelven.
Se acerca una canoa.
Tú nadas lejos.
Una canoa sola.
Entro al agua,
la abordo,
y remo, remo…
OLA
El mar me está dando
su ola más tibia,
llegada de lejos,
rizada,
mansita.
Me roza, me envuelve,
me ciñe y empapa,
y empapada siento,
orlado de conchas
y flores de agua,
de mi niña el hálito.
Y por no perderlo,
me aquieto,
me ovillo,
quédate, le pido,
y aguardo.
PAÑUELITO
Pañuelito tengo:
ligero
de estreno
y de regalar.
Pero es gris su seda.
Pintan gris la pena.
Si el cielo se agrisa
entristece el mar.
Ese solo tengo,
ese nada más.
Que el cariño mío
su gris, lila vuela,
lo arome de lirios,
le borde libélulas,
lo haga volar.
Pañuelito tengo
y te lo voy a dar.
NOSTALGIA
Aquellas medias tuyas
listadas en rosado
—de uno, dos, tres, cuatro
gatos bordados—
deslucidas y rotas
aquí quedaron.
Entra y sale la aguja,
va y viene el hilo
y es como si estuvieras
aquí, conmigo.
Las lavo:
el agua tibia,
tu recuerdo en mis manos,
la espuma de lavanda,
bajo techo el secado.
Urgida me las pongo,
ronronean sus gatos,
me acompañan, me escoltan
del cuarto al patio
y es como si estuvieras
en mis zapatos.
Tus medias en mi casa.
Tus medias en mis pasos.
PLAN DE VIAJE
Cumplimiento, urgente.
Quién lo dicta, la nostalgia.
Travesía por un ancho y profundo mar.
La barca, inaufragable.
Derrotero, recto al norte, y a cargo de la brújula y del bregar de a bordo, mis manos y
mi loco y apresurado corazón.
Motivos del viaje:
Verla.
Besarla.
Mirarme en sus ojos y escuchar su voz.
Ocultarle mi pena.
Darle mis torrejas.
Y en cuatro posturitas de mariposa blanca,
mi patio, nuestro patio con su aljibe, sus ranas
y su viejo cantero abierto en flor.
LA VOY A CONVIDAR
Se fue siendo pequeña, y porque empieza a ser grande, la voy a convidar a vivir con
Peter Pan.
Pero solo por un mes, pues ansía ser más, mucho más que niña grande y quiere
serlo ya.
Puede que otros abuelos lo estén considerando. Por eso reservaré sin tardanza alojamiento y tres boletos aéreos: uno La Habana-Miami y dos Miami-Isla del Nunca Jamás.
Viajaremos en agosto, Peter Pan la hechizará, volverá ser pequeña y tendré que
mecerla y cantarle en el sillón.
María Moñitos se fue a bañar,
dejó la ropa en el platanal.
Querrá cantar conmigo…
Vino un chivito y se la comió,
María Moñitos se resfrió.
Y luego un beso suyo, entre mi hombro y mi argolla, que es donde el cuello se me
ahonda y entibia.
La voy a convidar. Y si Peter nos aloja con él un mes, en agosto serán cuatro semanas
y tres días.
Aguardando respuesta quedo. Y esperando que en la Isla del Nunca Jamás “las
semanas tengan más de siete días”
Dios querrá verlo.
Cruzo los dedos.
QUIERO CONTARTE
La yerba es feliz, tiene al rocío.
Madruga para verla, y en cuanto el sol entibia, se va.
Pero la limpia, la refresca, la empina, la pone linda.
Para tenerlo, ella espera.
Yo, por tenerte, espero y hago más:
Aunque no escribas, te escribo.
S tú, corto, yo, largo.
Si espaciado, yo a diario.
Y afino mis mensajes, los coloreo, les invento música para cantarte, locas ocurrencias para alegrarte.
Y con tus prontas respuestas, me limpias, me refrescas, me empinas, me pones linda.
Quería contártelo.
La yerba tiene al rocío.
Y yo, mar por medio, te tengo a ti.
DICIEMBRES
Diciembre otra vez.
Cambia el tiempo, se enfría.
Cielo claro, aire fino y yo pensando en ti desde el pinar del río.
Lo caminé tantas veces, ni una contigo, y hoy vine a escucharlo, a oler sus pinos.
Su música, la misma.
Reconozco su aroma.
Y una alfombra de agujas va formándose –crujiente, suave, parda—por si en algún
diciembre vinieras a pasear, de mi mano, a su sombra.
VUELOS
Por un mar de encanto,
cazando olas lilas,
vuela un delfín.
En pos de bayas rojas,
un tomeguín.
Y tras la niña ausente,
las flores mariposas
de mi jardín.
Nersys Felipe Herrera (Pinar del Río, Cuba, 1935) es profesora, poeta y narradora. Fundadora del Grupo de Teatro Guiñol de Pinar del Río y profesora en la Escuela de Arte de esa provincia. Ha recibido varios premios y distinciones en su vida profesional. Es miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).