Nueva York, a 21 de diciembre de 2020.
La poeta ecuatoriana Gabriela Vargas Aguirre, con su libro Lugares que no existen en las guías turísticas es la flamante ganadora del Premio internacional de poesía Vicente Huidobro en su segunda versión. El Premio, convocado por la Fundación Vicente Huidobro, la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones de la Universidad de Chile y Valparaíso Ediciones, tiene un incentivo de 5.000 (cinco mil dólares) y la publicación de la obra ganadora en la prestigiosa editorial española. Tuvo una participación de 1433 poemarios, provenientes de 41 países.
Acta del premio
Con fecha 18 de diciembre de 2020, los jurados del segundo Premio internacional de poesía Vicente Huidobro, señores: Teresa Calderón (poeta chilena, presidenta del jurado), Nilton Santiago (poeta peruano, ganador de la primera versión del premio) y Fernando Valverde (poeta y representante de Valparaíso ediciones), han acordado elegir por unanimidad la obra Lugares que no existen en las guías turísticas, seudónimo Sansón Agonista, correspondiente a la poeta ecuatoriana Gabriela Vargas Aguirre, como vencedora del segundo Premio internacional de poesía Vicente Huidobro 2020.
Entre las razones del fallo destacan:
-“Estamos frente a un libro cargado de verdades, verdades afiladas como cuchillos que te rebanan en cada poema. Frente a cada poema la autora asume un rol protagónico y es la voz de cada una de las personas que han sido de alguna manera violentadas, no es solo un nombre en mi carnet de identidad soy los nombres / de miles de mujeres y niñas que una vez escaparon… Y así nos encontramos frente a un hablante lírico profundamente empático con el otro; el enfermo, la niña abusada, la mujer maltratada. Pide a gritos en sus versos que no seamos ciegos ante estas dolorosas realidades: A todos los que miran por las ventanas les digo: / Un día de estos sus silencios matarán al mío. Poemario de una gran sensibilidad, cada verso es una sentencia, un mapa de imágenes que se van almacenando en la memoria mientras leemos: En una casa ajena, una pared blanca es un cuchillo, nos dice, y todo el libro se vuelve esa pared que sostiene y amenaza a la vez. Hasta el final nos lleva por la cuerda floja de nuestras emociones y se queda como una huella: Me han pagado una deuda de aire / amarrando a mi puerta un globo / que me dice que solo tengo un minuto para salir”. (Teresa Calderón)
-“Lugares que no existen en las guías turísticas es un libro único, no sólo por la poesía luminosa que contiene y que interpela, sino porque al hablarnos desde ese “yo disuelto” nos hace a todos parte del poema, de esa voz que calla para decir porque “Hablar es a veces una enfermedad”, silencio que en estas páginas se torna memoria y voz itinerante que nos define y que nos devuelve al único milagro del que podemos ser testigos: la vida o, mejor dicho, “Esa isla en la que sigo fijada por miles de alfileres”, como dice Gabriela Vargas”. (Nilton Santiago)
-“Lugares que no existen en las guías turísticas es un libro con una inusual variedad de tonos que muestra la asimilación de una tradición de muy diversas fuentes cincelada en el paisaje de una vida que sufre, en la que las direcciones son recuerdos y en la que los recuerdos son lírica sostenida por el temblor”. (Fernando Valverde)
Compartimos un poema del libro ganador.
BEDS AND BREAKFAST
Lugar: Centro de Guayaquil
Tiempo de estadía: 25 años
Nací en un edificio que es un coro salvaje de ratones.
Si el tercer piso de una construcción se vuelve una cuna
cuando el camión de la basura cruza;
si al abrir una puerta,
tenemos que abrirnos paso como un desierto, porque el agua entra,
habrá motivos suficientes para querer huir.
El ascensor está clausurado.
Mi cabeza es un cohete y no entiende
el proceso de bajar una escalera.
Mi cabeza es el ruido del motor de un carro
que por la noche me vuelve incapaz
de oprimir un botón que funcione.
Nací en un edificio que con los años me ha vuelto alérgica al polen,
me ha alejado de los parques,
me ha dejado al cuidado de aves de cemento.
Un edificio, como una historia sensible al tacto.
Entonces, en ese recuerdo, vuelve a mí esa niña:
un armadillo atado a la tecla rota de un piano.
Mi hermana mojada, escondida en la cisterna,
mi madre que viste de mostaza una gallina
que para la cena habrá muerto en los ojos de un galgo.
Regresa a mí, la bailarina de cristal,
la que una vez rompí, la que no puede correr,
la que deja un punto en blanco sobre una mesa
que es el mar de polvo que hace,
de un vaso, una isla,
en la que sigo fijada por miles de alfileres.
Gabriela Vargas Aguirre nació en Guayaquil, Ecuador en 1984. Mención en el V Premio Nacional de Poesía Joven Ileana Espinel Cedeño. Ganadora de los Fondos Concursables del Ministerio de Cultura y Patrimonio 2016–2017 con los que publicó su primer poemario La Ruta de la Ceniza con la editorial ecuatoriano – argentina La Caída. Ha participado en la Feria Internacional de Quito en los años 2012, 2015 y 2017, el Festival Desembarco Poético (Guayaquil 2013, 2014, 2015), el VI Festival de Poesía de Lima, el Festival Latinoamericano de Poesía Tea Party en Chile, el Festival Otra Orilla (Guayaquil; 2015 y 2017), la Feria del Libro Independiente de la Universidad San Francisco de Quito (2017) y el festival Kanibal Urbano (Quito; 2018). Participó de las X Jornadas de Poesía de la ciudad de Bogotá (2018). Aparece en publicaciones y antologías como Memorias del Festival Internacional Desembarco Poético (Rastro de la Iguana; 2012, 2013, 2014), Bandada: Actualidad de la Poesía Ecuatoriana (Campaña de Lectura Eugenio Espejo; 2014), Mujeres que Hablan (Dirección de Cultura de Pichincha; 2015), Antología del Tea Party, Muestra Dinámica de Poesía Latinoamericana (Cinosargo; Chile 2016) y País imaginario. Escrituras y transtextos. Poesía latinoamericana 1980-1992 (Ay del seis; España 2018).