EL AMOR DE LAS BUGANVILIAS
Me tienta el amor con sus espinas
sus arañazos tercos
su manera de brincarse los cercos
y subirse a las tapias
su vocación de flor
de buganvilia rosa, blanca, morada
enredándose en los agrestes patios.
No sé qué quiero de él
qué imagina de mí
qué sueños o quimeras hilvanamos
dejando enfriar el café sobre la mesa,
las miradas prendidas como anzuelos
sobre el pez rojo que nos nada en el pecho.
Mientras hablamos
cada cual da tirones a la caña
en la lucha tenaz por apresarlo.
Discutimos de si sí o si no
mientras la buganvilia sube
nos enreda
y las flores explotan
y la baranda cede.
DESAFÍO A LA INCERTIDUMBRE
Anoche
en la cama de los dos
sin decirte nada
supe encontrar la eternidad de tu espalda
medir la distancia de tu cercanía
saber que te retendré con la tenacidad de mis dientes.
Temes que este amor
sin trópico perezca
abrumado por el estrépito y el frío de tus grandes ciudades.
Temes que me amarille
en los invernaderos de la niebla
y pierda el calor con que me suelto a vivir entre tus brazos.
Válidos son tus temores.
Yo también temo el orden de otros paisajes
las autopistas, los seres acomodados en la saciedad.
Pero he aquí que hemos de surcar juntos el Hades
los infiernos de bocas innumerables.
No vaya a ser que por volver la cabeza atrás
inauguremos un museo de estatuas de sal.
CONSEJOS PARA LA MUJER FUERTE
Si eres una mujer fuerte
protégete de las alimañas que querrán
almorzar tu corazón.
Ellas usan todos los disfraces de los carnavales de la tierra:
se visten como culpas, como oportunidades, como precios que hay que pagar.
Te hurgan el alma; meten el barreno de sus miradas o sus llantos
hasta lo más profundo del magma de tu esencia
no para alumbrarse con tu fuego
sino para apagar la pasión
la erudición de tus fantasías.
Si eres una mujer fuerte
tienes que saber que el aire que te nutre
acarrea también parásitos, moscardones,
menudos insectos que buscarán alojarse en tu sangre
y nutrirse de cuanto es sólido y grande en ti.
No pierdas la compasión, pero témele a cuanto conduzca
a negarte la palabra, a esconder quién eres,
lo que te obligue a ablandarte
y te prometa un reino terrestre a cambio
de la sonrisa complaciente.
Si eres una mujer fuerte
prepárate para la batalla:
aprende a estar sola
a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo
a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta
a nadar contra corriente.
Entrénate en los oficios de la reflexión y el intelecto
Lee, hazte el amor a ti misma, construye tu castillo
rodéalo de fosos profundos
pero hazle anchas puertas y ventanas
Es menester que cultives enormes amistades
que quienes te rodean y quieran sepan lo que eres
que te hagas un círculo de hogueras y enciendas en el centro de tu habitación
una estufa siempre ardiente donde se mantenga el hervor de tus sueños.
Si eres una mujer fuerte
protégete con palabras y árboles
e invoca la memoria de mujeres antiguas.
Has de saber que eres un campo magnético
hacia el que viajarán aullando los clavos herrumbrados
y el óxido mortal de todos los naufragios.
Ampara, pero ampárate primero
Guarda las distancias
Constrúyete. Cuídate
Atesora tu poder
Defiéndelo
Hazlo por ti
Te lo pido en nombre de todas nosotras.
LAS ASESINADAS
El pequeño pie de la mujer
sobresale bajo la sábana,
bonito el pie, delicado.
De seguro le gustaría andar con las uñas pintadas
calzar altos zapatos elegantes.
El otro pie, todavía conserva
la sandalia del diario, de trabajo.
No es difícil imaginarla contenta y dicharachera
vendiendo naranjas o verduras en el mercado
- ¿qué va a querer, doñita, le doy buen precio-
Hablando con la vecina del tramo
mientras se sopla con el trapo
porque hace calor
Es de las que llegan a la casa y sientan al hijo a hacer las tareas
-estudia muchacho, si no nunca vas a ser nadie-
y lava y plancha
y ya cuando el hijo duerme
mientras ve las noticias en el pequeño televisor
frente a la cama,
saca la lima, la acetona, se quita la pintura vieja de las uñas
y se las pinta con cuidado en lo que pasan los anuncios.
Al día siguiente.
el esposo, el amado o el descartado
llegará con los celos, la pendencia, el orgullo.
Será el grito, el manotazo
La matará hundiéndole un cuchillo en el pecho.
Todavía incrédula.
Ella caerá al suelo de espaldas
En la foto del periódico
nosotros veremos el pie delicado
asomar bajo la sábana que tapa su cadáver.
Veremos el otro pie todavía con la sandalia puesta.
Pies tristes. Ya sin dueña que les pinte las uñas.
Pies tristes. A diario.
Contando la misma historia.
ABRIL MÁS CRUEL QUE EL INVIERNO
Todas tuyas son mis noches,
En estos días de encierro.
Los días son todos míos
De mi boca relamiendo
El largo del largo tiempo.
Urdiendo palabras paso
Páginas que no me dejan.
El día entero se extiende
El sol fiel de la mañana
Los pájaros con sus cantos
Afuera de mi ventana.
No se nota lo que pasa
Podría ser cualquier fecha
Cualquier abril encendido
Caliente y bien amarillo
Pero no es cualquier abril
Éste superó al de Eliot
Ha llegado el más cruel
Más cruel que el más duro invierno.
No sé qué haría sin vos
Por más que ame el estar sola
Las horas se han hecho largas
Inquietas y preguntonas
Preguntan qué hacer mañana
Cuántas muertes más habrá
Si querré abrir los periódicos
Leer en el desayuno
con el cereal y las frutas
Los que se llevó la plaga
Ancestros que no pensaron
Morir estas muertes tristes.
Me encierro en palabras bellas
Acepto la incertidumbre
Siempre la vida es incierta
Hoy más incierta que nunca.
Pero en la noche estás vos
Las almohadas que conozco
El respirar de los perros
Echados en las alfombras.
Ven y cerremos los ojos
Pretendamos que la vida
Nos salvó de este naufragio
Las noches mías son tuyas.
Lávate bien esas manos.
NICARAGUA
Tantas veces me he propuesto olvidarte
como si fueras un amante cruel de esos que le cierran a uno
la puerta en las narices,
o uno de aquellos que cuanto más se aman
más olvido prodigan.
Pero nada de lo que hago lo consigue.
Viene el verdor la lluvia el viento
el revoloteo de los papeles en las calles
el roble derramando sus flores como cáscaras de seda en las aceras
el rostro del chavalo con el trapo
su sonrisa que cruza y trasciende la pobreza,
viene el atardecer sobre el perfil puntiagudo del volcán a lo lejos
las nubes derramando pintura roja y púrpura sobre el cielo
el hablar deslenguado rápido juguetón de la gente
y todo lo que maldigo y desdigo de vos se me deshace
y me irrumpe el amor como si me corrieran caballos en el pecho
y te contemplo atravesada de ceibos y corteses
de madroños caobos y palmeras
y te amo, patria de mis sueños y mis penas,
y te llevo conmigo para lavarte las manchas en secreto
susurrarte esperanzas
y prometerte curas y encantos que te salven.
Palabras digo, puesto que son ellas la argamasa de mi vida
y a punta de palabras te imagino una y otra vez renacida,
genial, despojada de cuanta polilla te corroe día a día los cimientos.
Arranco de tu pelo a los que te venden te roban y te abusan.
Te cuento cuentos en la esquina de mi almohada.
Te arropo y te tapo los ojos
para que no veas a los verdugos que llegan a cortarte la cabeza.
Tierra paisaje
Yo moriré, morirán mis angustias
pero vos seguirás
anclada en el mismo lugar
acurrucando mis memorias
y mis huesos.
CUMPLEAÑOS
Me intriga cómo el tiempo se introduce en los huesos
borda años sobre la piel con sus finas agujas.
Me pregunto cómo es que pronto tendré otro cumpleaños
yo que fui hecha para ser joven siempre
y no conozco cómo se aprende a ser vieja.
ERNESTO CARDENAL R.I.P
Son las doce de la noche.
Oigo los pasos del viento en su ronda nocturna
Me pregunto qué viento cósmico oirás vos
Ernesto.
Ayer moriste. Te leo y sé
que soñaste tu muerte
como un cerrojo abriéndose
para acercarte a la luz de las estrellas
y por fin abrazar al Amado,
ese Dios al que ofrendaste tu soledad,
por quien renunciaste a todo lo que no fuera
su amor.
Hoy te vi en el ataúd
con tu boina negra, la cotona impecable,
recién planchada, la que nada arrugará
porque estás inmóvil ya, sin respirar,
no como te vi la última vez
con la máscara de oxígeno y tu pecho
subiendo y bajando angustiado,
intentando tomar el aire a bocanadas.
El sonido agudo de alerta
de la máquina que registraba el ritmo de tu corazón
se encendía una y otra vez.
Tu vida escribía su adiós en la pantalla.
¡Extraña sensación la de verte morir!
La Salvita untándote aceite de lavanda en la frente,
amorosa custodia mojándote los labios con agua.
Te hablé al oído sin saber muy bien qué decirte
Que te vaya bien, te dije
No estás solo, te dije, te queremos, te dije.
La despedida al viaje más largo
y las palabras tan pocas, triviales
como si se tratara de un viaje del que ibas a volver
no como ese del que ahora sos pasajero
un pasajero dócil, tu carita dormida
bajo el cristal del féretro
“y le puse sus Crocs” dice Luz Marina, y sonríe.
¿En qué terreno arenoso o gaseoso
habrás aterrizado calzando tus Crocs?
Una isla, quizás
un Solentiname en los anillos de Saturno
o un mar lleno de tormentas inmensas en Júpiter.
Me pregunto qué viento estarás oyendo vos
Ernesto,
un viento estelar, los largos dedos de tu amado
despeinando tu pelo cano
tus manos sosteniendo la boina
último recuerdo de tu vida.
Frágil como un papiro antiguo
quedaste prendido en mi memoria
oigo tu voz cuando paso las páginas
los largos versos que leo para retenerte;
la media noche a la que arribará pronto
ese día que ya no viste.
Gioconda Belli nacida en Managua, Nicaragua es poeta y novelista. Desde muy joven participó en el movimiento revolucionario que derrocó a Anastasio Somoza en 1979. Ganó en 1978 el Premio Casa de las América en Cuba por su poemario “Línea de Fuego” y el Premio a la mejor Novela Política del Año en Alemania en 1989 por su novela “La Mujer Habitada”. Su memoria “El País bajo mi piel” fue finalista del Los Ángeles Times Book Prize en 2001. Por su novela El Infinito en la Palma de la Mano recibió los premios Biblioteca Breve de Seix Barral y Sor Juana Inés de la Cruz de la FIL, Guadalajara. En 2010, su novela El País de las Mujeres ganó el Premio Latinoamericano “La Otra Orilla” En 2015, su novela El Intenso Calor de Luna fue finalista en la Bienal de Novela Mario Vargas Llosa. Su poesía también ha recibido, entre otros, el premio Generación del 27, el Ciudad de Melilla, y en 2020 el Jaime Gil de Biedma. En 2018 recibió el Premio Hermann Kesten del PEN Alemán y el Premio Oxfam-Novib PEN en La Haya, reconociendo su trabajo por la libertad de prensa y en defensa de los derechos humanos y los de la mujer. Sus obras han sido traducidas a más de veinte idiomas. Es presidente de PEN Internacional, capítulo Nicaragua, miembro de la Real Academia de la Lengua de Nicaragua y Caballero de las Artes y las Letras de Francia. Ha escrito ocho novelas: La Mujer Habitada (1988) Sofía de los Presagios (1990) Waslala (1996), El Pergamino de la Seducción (2005), El Infinito en la Palma de la Mano (2008) El País de las Mujeres (2010), El intenso calor de la luna (2015) y Las fiebres de la memoria (2018) un libro de ensayos: Rebeliones y Revelaciones (2017) una memoria de sus años revolucionarios El País bajo mi piel, (2001) y cuatro cuentos para niños: El Taller de las Mariposas es el más conocido. Sus libros de poesía son: Sobre la Grama, 1973 -Premio Mariano Fiallos Gil, UNAN-Nicaragua; Línea de Fuego, 1978 -Premio Casa de las Américas- Cuba; Truenos y Arco Iris, 1982; De la costilla de Eva, 1987; Apogeo, 1997; Mi íntima multitud, 2003- Premio Generación del 27 –España; Fuego soy apartado y espada puesta lejos, 2006- Premio Ciudad de Melilla –España; En la avanzada juventud, 2013; El pez rojo que nada en el pecho, 2020- Premio Jaime Gil de Biedma. Antologías de Poesía: Amor Insurrecto, El ojo de la mujer, Escándalo de Miel, Una mujer furiosamente piel.