LA VENDA
Quitarse la venda dejar el alma afuera
a la intemperie desnudarse
y sobrevivir contra la piedra el huracán de la memoria
la cucharilla del recuerdo dando vueltas
en el café del desayuno
el torbellino de mentiras agitándose
en el centro de la taza
un agujero negro desagüe sumidero
donde van a parar las madrugadas el dolor
la ilusión corrompida los insomnios
Ver de repente y ver que no veía
la verdad te da un codazo en todas las narices
la inocencia rueda calle abajo
se despeñan los poetas románticos los versos
la poesía es solo una provincia inhóspita
un hogar desagradable la habitación la lengua
el mundo es incómodo es amargo
y hay que salir al ruedo cada día
como si no pasara nada arrimar el daño
en una esquina orillar la pérdida
llorar la muerte sola y hacia adentro
tragarse las sentencias los refranes
el amor es ciego no hay peor ciego
que el que no quiere ver y despertar
de un golpe abandonar el azúcar el útero materno
a quemarropa salir de la caverna dejar atrás
la oscuridad y en la absoluta negrura
sentir de repente toda la luz del mediodía
atravesándote los ojos encandilar el corazón
bajarlo de la nube iluminar el engaño dejarlo
al descubierto y borrar la ingenuidad
con un disparo de realismo seco
MAPA LUNAR
El alma del mundo se parece a la luna y la luna es esta historia
planeta mitad oscuridad mitad de luz que alumbra atravesada
en los versos de todos los poetas románticos o no versolibristas
rimadores patéticos felices arcaicos o muy siglos veintiuno
quién que escribe no la nombra es imposible sortear su nigromancia
se cuela en las metáforas su carisma penetra en las palabras
como un cuchillo en mantequilla fresca
la tarea de engendrar una estrofa que no haya dicho nadie
es cavar hoyos en la orilla de la lengua miles de años de escritura
le llovieron encima es fácil resbalarse alunizar en el tópico
podría decir acaso esto no es una luna como en el cuadro de magritte
es solo lo que vemos la parte que más brilla cuerpo celeste que oculta
su mitad no da la cara y en las noches más prósperas se asemeja a una esfera
doy fe de su paisaje sin esquinas pero poblado de todas las aristas
el alma del mundo se parece a la luna y la luna es esta historia
tiene cráteres océanos montes lagos ciénagas bahías mares y muralla
no exagero es un territorio coliseo hecho batalla
la vida que golpea o tranquiliza y es el amor quien lo sabe y lo recorre
no diré todo dejo en silencio etapas días de feria quemaduras
lo bello y lo sublime el punto y la línea el dolor del esguince
callo por no hastiarlos con mi herida aunque es la herida de todos
el quebradero colectivo el más desagradable el hogar dulce
El viaje del amor es un viaje a la luna y empieza cuando alguien
mete los dedos de su pie en el Lago del Sueño
¡Ah el Mar del Néctar de la Espuma de las Nubes el Mar de los Vapores
la Bahía del Hervor cuánta promesa de cielo en pleno firmamento!
siempre parece que el Mar de la Serenidad será por fin la casa
que el Mar de la Humedad nos diera de beber amor del bueno
pero no olvides que el viaje del amor es un viaje a la luna
y llegarás también al Mar del Frío y meterás la punta de los dedos
en el Mar de las Serpientes y no saldrás con vida y no vendrá Moisés
a rescatarte del Mar de las Crisis en soledad hay que cruzarlo
pasar la Ciénaga de las Enfermedades somatizar la desgracia
contar uno a uno los agujeros tener cuidado con los cráteres
encender la linterna para aprender los nombres
(Hércules Hypathia Platón Arquímedes Copérnico)
y caer en la cuenta de que la luna es esta historia
y puede que yo tenga un alma vieja como el alma del mundo
las partes más antiguas de la luna se saben por el tamaño sus cráteres allí están los
más extensos kilómetros de hendidura
heridas como boquetes antiquísimos como amores
que no estaban en el mapa y en los que vamos a caer
EL AMOR ERA YO
Qué amamos cuando amamos
esta interrogación echada al aire que rebota
en las montañas del silencio entre los siglos
debajo de las sábanas del tiempo
enigma arcaico y venerable tintinea
en los versos de todos los poetas
pregunta que antecede a la creación
más vieja que el mundo anterior a los satélites
al primer ser humano puesto en pie en el universo
un misterio tribal la incógnita salvaje que hace ruido
en cada cuerpo que tocamos
aquello que no sabemos pronunciar lo indefinible
hasta que la vida sacude un día el suelo
que una pisa con todo el dolor con la respuesta
Los amorosos juegan a coger el agua
a tatuar el humo leí en los versos de Sabines
juegan a amar a fondo a la ruleta rusa
a amar sin tregua sin norte sin medida
como una moneda ruedan calle abajo
sin mirar se precipitan por el despeñadero
se tiran de cabeza a la piscina sin saber
si es charco si es océano
ponen toda el alma en el asador toda la carne
en el dormitorio en la rueda de la fortuna el corazón
gira ignorante nada importa si baja el infortunio
si es plenitud que sube adonde irán
las rotaciones al júbilo quizá o la desgracia
Ah pero todo tiene un límite también el amor
y después de las desolaciones de apostarle
a la inocencia a la ceguera la pregunta
ya no es qué amamos cuando amamos
sino como traer al corazón de vuelta
el que se echó a volar se desbocó sin rienda
el invidente el que no te vio venir
tirar del hilo y traerlo a casa
enseñarlo a vivir después del luto mirarlo así de frente
y a la cara decírselo que el amor no es acertijo
no es misterio azar rompecabezas el amor es el tango
que se baila abrazándose a uno mismo no hay pareja
no hay nadie allá afuera no hay otra que no sea
mi manera de amar el amor de aquí adentro el enraizado
el que habita en el tuétano en la arteria
el que pinta las paredes a su imagen
y a semejanza proyecta el alma propia
en los espejos que elige para verse.
LA ÚLTIMA PALABRA
Es tan trascendente elegir la palabra oportuna
que pone fin al amor
no la palabra con la que se echa fuera de la casa
ni la que cierra la puerta
o la que se dice en el instante irrevocable
cuando bajamos los párpados
y aceptamos la muerte
al otro lado de la cama
Esas son palabras tregua que solo calman el instante
dejan el adiós verdadero suspendido en el aire
en el estómago en el tiempo
No nos despedimos del desamor ni acaba el duelo
sin cerrar el invierno y poner la primavera sobre la lengua
Hay un olor a ángeles en el pasillo de la casa
algo parecido a un renacimiento en las luces de la calle
un principio de fiesta en el corazón
Es el momento de decir adiós
decirlo con la belleza de una bendición
que lo ilumina todo y que te ve marchar
ahora sí dándote gracias
por lo bueno por lo dichoso por la risa
por la cuchillada que abrió el velo
la grieta por donde hoy entra esta luz
Poemas de El amor ciego. Madrid, Huerga & Fierro, 2019.
Alicia Llarena nació en Gran Canaria, Islas Canarias, España. Poeta, narradora y ensayista. Autora de los poemarios Fauna para el olvido, El arte de las flores secas, El amor ciego, y del libro de relatos Impresiones de un arquero. Ha participado en festivales literarios y encuentros poéticos celebrados en España, México, El Salvador, Italia o Nueva York. Algunos de sus poemas han sido traducidos al italiano, árabe, portugués y gallego. Sus poemas y relatos forman parte de volúmenes colectivos y antologías, entre otros: Ilimitada voz. Antología de poetas españolas 1940-2002; Cuentos de la Atlántida. Antología del cuento canario actual; Canarias. Kanarisches Lesebuch; 2.050 km. de palabras. Antología de relatos vasco-canaria; De la saudade a la magua. Antología de relatos luso-canaria; Poesía canaria actual. Antología 1960-1992. Atlantopía. Breve antoloxía de poesía canaria contemporánea bilingüe galego-castelán. Es Catedrática de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Como ensayista destacan sus libros Poesía cubana de los años 80; Realismo Mágico y Lo Real Maravilloso: una cuestión de verosimilitud; Yo soy la novela. Vida y obra de Mercedes Pinto; Espacio, identidad y literatura en Hispanoamérica.