22 Nov 2024

162. POESÍA HONDUREÑA. GUSTAVO CAMPOS

-06 Feb 2021
Poesía

 

ENVENENADA TAMBIÉN

Con todo ese veneno en el cuerpo

CESARE PAVESE

 

Con todo ese veneno en el cuerpo

No me dirán que me falta invernar aliento.

 

El león humedecerá mi corazón

Y su náusea, como la de la naturaleza, lo despreciará.

 

La sangre, silenciosa, desesperada,

Gritará, la locura irá sedándola.

Un abismo desdichado, el mundo interno.

 

Bajo la lluvia, la sed de la sombra pudre el alba.

Las esperanzas acostumbran llegar tarde.

 

La muerte lamentará, envenenada también,

Los versos que no escribiré y en los que ella no será

                                                                            La amada.

 

 

EXTRANJERA

 

A una muchacha que supo todo Dante de memoria

B. YEATS

 

Una muchacha que supo todo Dante de memoria

Camina del parque al cementerio

Y va atenta por las calles,

Con su cuello alto mira a todos lados.

 

Con eterna dulzura y destellos de ironía

Llegó el alba,

Con cuánta entrega no amó esta tierra.

 

La había esperado, tan angustioso, que

Creí llegar a ella como el galés por los bares del

Greenwich Village,

Pero ella

Llegó armoniosa

Y cruzó las piernas al más simbolista glamour de

Todo tiempo

Y entregó una sonrisa a mi sombrío rostro.

 

Por ella voy de una página a otra, de verso en verso.

Peleamos para sobrevivir en epístolas electrónicas.

La poesía no me salvó, si no su admiración por la poesía. 

 

Sigue caminando en los más tristes veranos,

En inviernos que juegan a treparla;

Con el delicado arco de sus pies de mármol camina

                                                              La desesperanza.

 

Por más libre que fuera el adiós, no quiso alejarse.

 

A ella le está permitido, no a la poesía

Seguir en la memoria de los hombres.

 

Cómo no amar sus momentos de alegre dulzura

                                                             Y de histeria.

 

La tristeza será dibujarla con el miedo,

con la frialdad de la melancolía

gritarla con el caos por pregunta

y la crueldad por respuesta.

 

Antes que un gallo desgarre la madrugada

La tendré en mis lágrimas.

 

 

DEL COMIENZO DE LOS HOMBRES

 

En los jardines crecen muchos árboles

I. B

 

En los jardines crecen muchos árboles, dije,

Y los hombres comenzaron a creer y

Decidieron conocerse;

En los jardines no todos son árboles, dije,

Y los poetas comenzaron a creerse importantes;

En los jardines no todos son poetas, dije,

Y escondieron las semillas, y ramas y raíces

Que otros hombres descubrieron;

No todos los poetas pescan peces vivos y sirenas,

Algunos pescan resfriados y otros, enfermedades venéreas,

Otros hablan de Mairena y Molina y reconocen

La poesía como diálogo.

Hay árboles que nacen en bosques salvajes

Y otros que con ser un árbol son bosques salvajes,

Y estos se reconocen, como Bulnes;

Otros crecen en las calles

Y evaden la vida solo cuando es demasiado sofocante.

En los cementerios crecen muchos árboles,

Algunos nacen para abajo y se liberan de pasados,

Dialogan con Pound, Eliot y Panero, o con el viejo Vallejo.

Otros son hermosos, tan hermosos con su sombra

Que sosiega y enternece y brillan oscuros

                                                                en las noches.

 

 

A MÍ ME DIJERON

 

A mí me dijeron que podía hacerlo

Que sería grande

Que escribiría verdaderos versos

Versos de calidad innegable

Versos arrancados del ser humano

Y que saldría volando

Y que podía hacerlo

Y me iniciaron

Alcé vuelo y tropecé en las ramas

El sol me devolvió de una vida ensoñada

Me usaron

Se rieron

Y decidí convertirme en un pequeñodioscobrasalarios

Y me dijeron que podía hacerlo

Que sería un gran obrero

Pero que debía esforzarme

Que olvidara a Baudelaire y lo que pensaba Bataille

Y todo lo que se piensa en balde

Y no es nada

Solo sueños.

Hacé las de Rimbaud, me dijeron

Y tampoco pude enraizar mis pies y quedaron

                                                             al ras del suelo

y decidí escribir y abandonar las frases ornadas

y el espejo de esas frases.

Me aburrieron los versos familiares

Y esa tendencia tonta de integrarse a un canon

Y pensé

A la poesía no le hace falta reinventarla

Sus máscaras han sido agotadas

Y abandoné los grandes edificios

Y las sombras y pensé en Girondo.

Unos ingenuos vieron a la poesía como puta

E hicieron chillar las frases

El poeta debe abandonarse

Inventar su historia

Dejar las brumas, gallos, ríos y laderas descansando

Para el tratado de flora y fauna

No hacerse el mártir

Ni hacerse el erudito geólogo y teólogo

No hablar de mares ni de cosas diversas

No hablar de flores y aquello que se le parezca

Dejar de torcerle el cuello al cisne, al cuervo, al gallo

Y a la amada dejarla plena por fin sexuada.

Nada de versos románticos ni de llantos ni alboradas

La poesía si es así es accesoria innecesaria

Es nada cuando solo está hecha de palabras

Es nada cuando solo es un tratado de gramática

Es nada incluso cuando te la dan deshilachada

El desencanto es también tendencia herrumbrada

Hablar de patrias y de amor a la patria.

La poesía solo sacia por segundos

De un libro de poemas solo se recuerda un verso o una palabra

Incurro en todos los defectos de esta fábrica mal renumerada

Pero ya no importa

Celebro mi hambre

Que vivan mis pequeñas alas de gigante.

 

 

CAMBIÉ DE SITIO

 

Cambié de ciudad,

Pero el reflejo fue el mismo.

 

A cambio di los libros

Que no cupieron en vi viaje.

 

Busqué la paz.

Y me dije, Tú, que no sabes,

¿Podrás?

 

Cando quise abandonarme

Junto al polvo,

Ya no lo merecía…

 

A otros les habrá sido fácil.

A otros.

Cuando sonrío

¿Aún percibo mi sonrisa de niño?

 

A otros les habrá sido más fácil.

Siempre a otros.

 

Y te llamo

Pero ni cuando eres

Pájaro herido

Vuelves.

 

Y busco.

Incansablemente busco.

 

Adonde vaya ofrezco un hermoso sol.

 

Y tengo sed,

Busco en qué creer.

 

Pero esas migas de luz. ¿Quién, de mí, las saca?

 

Adonde vaya un hermoso sol.

Adonde vaya un hermoso y único sol

 

 

CADA MUJER QUE BESÉ

 

Cada mujer que besé era una ola devuelta de tus labios

Y me obstiné en besarlas a todas

Como si de verdad besara, y me sintiera amado.

Y besé a todas las mujeres

Virtuosas y rameras, pagano ante la debilidad

En ellas el sabor de tus labios se había diluido,

A gotas besé tus labios, a micras los besé.

Con cada mujer besada sentí más cerca tu presencia,

Iba muy rápido y amaba, besaba a todas

A las bocas pájaros que volaban,

A las bocas peces que me hundían,

A las bocas desamparadas,

Y a las bocas agrias.

Besé a madres milenarias

Y besé a tu ascendencia y descendencia

A la mujer del este,

A la mujer de sur, tan cálida

Como la del norte,

A la mujer oeste la besé cabalgando rápido

Entre las llanuras del pasado

Pero también la besé en los prados

Y en auto por la calle.

El futuro había llegado

De beso en beso había llegado,

Las besé a todas

Y hubo bocas perezosas que

Besé de día y de noche

Bajo el agua

En la orquídea y en los campos bifurcados

Besé a las que parecían relámpagos

A las que, eternas,

Me mostraron una dosis de tus labios.

Las besé

y no solo besé sus bocas

También sus páginas

Sus huecos, sus moradas

Besé todas las partes donde Dios

Se consagró en Dios.

Las besé a todas a manera de avalancha

Besé su ahogo, su espasmo y su espinazo

Besé sus ojos y olfateé sus párpados

Las besé en todas partes.

Por momentos

Tu cuerpo florecía en un instante

Y mi boca arrasó con cada cuerpo,

Un Armagedón de besos

Para hallar a la única mujer que no besé

Y por quien besé a todas

 

 

Q29

 

Si hallé la paz

Mi tiempo no fue en vano

 

¿Cuán fuerte fue mi corazón

Si resistió

los embates del destino

y amó y construyó un hogar

pese a demandas, yerros y tropiezos?

 

Si hallé amor

Mi tiempo no fue en vano

 

Si hice amor

Creé amor

Si dije amor

Creé amor

 

Si mi fe no mermó y se aferró

Adolorida

A mis demandas

Y me resistí a creer que el destino propio

Se construye en perjuicio

De mis semejantes

Mi tiempo no fue en vano

Y no lo fue.

 

 

Gustavo Campos (San Pedro Sula, Honduras, 1984-2021) fue un poeta, narrador, ensayista y crítico literario. Sus trabajos fueron publicados en diarios y revistas de Honduras y en prestigiosas revistas internacionales. Su obra ha sido traducida parcialmente al inglés, alemán, francés y portugués. Publicó entre otros, los siguientes libros: Habitaciones sordas (Guatemala, 2005); Desde el hospicio (San Pedro Sula, 2008); Bajo el árbol de Madeleine (edición digital, 2010); Los inacabados (San Pedro Sula, 2010); Katastrophé (San Pedro Sula, 2012); Entre el parnaso y la maison. Muestra de la nueva narrativa sampedrana (San Pedro Sula, 2011); Cuarta dimensión de la tarde. Antología de poetas hondureños y cubanos (coedición, San Pedro Sula, 2011); Tríptico del iris de narciso (San Pedro Sula, 2014); Retrato de quien espera un pájaro. Antología poética personal (Honduras, 2019) y El libro perdido de Eduardo Ilussio Hocquetot (Editorial Nana Vizcacha, España, 2019). Fue ganador del Premio Hibueras, auspiciado por las Embajadas de Francia, España, Italia, Alemania y la Delegación de la Unión Europea en Honduras: en 2006 obtuvo el tercer lugar en la rama de narrativa, con Los inacabados, y en 2013 el segundo lugar en la rama de poesía, con Tríptico del iris de Narciso. En 2016 se le otorgó el premio único del VII Certamen Centroamericano de Novela Corta, otorgado por la Sociedad Literaria de Honduras y la Dirección Ejecutiva de Cultura y Artes por su novela El libro perdido de Eduardo Ilussio Hocquetot, publicada en España por la editorial Nana Vizcacha, Madrid. En 2018 la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, La Ciencia y La Cultura (OEI) y la Dirección de Cultura y Artes le otorgaron el Premio Nacional «Honduras, Cultura y Artes 2018» en la categoría «Literatura» por su amplia trayectoria.

 



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