FOREWORD TO THE 20TH CENTURY
We were about to gain some ground, poets
it was not a question of letters
but of geometry.
It was necessary to measure the land
fill, one by one, our places, pressed
like cornered bodies in ordinary graves
and never name different tombstones,
exist like dead people laughing at the dust
and halt our step
to listen to the voice of the future.
An entire city was to be built
perhaps not tomorrow, but later
when a voice was lit over life
taking pity on thickness.
The light would come from another bit of silence
from a tremor fighting to break into pieces
it was unnecessary to shout at the wind
which would inexorably sweep us away
after a thick fog
It was necessary to leave fate blank
feel astonished by the beauty of what had been built
give oneself to the eyes without involving
the body, expressions, voice
walking away from the noise
from the fervour of the cities.
We did not have to change the world
we had to write chapters for our future children
in the margin of the pages
hide in anonymity
and simply describe
the flight of a butterfly
blinded by a star
aware that the light
would turn her into ashes.
EPÍLOGO AL SIGLO XX
Estuvimos a punto de ganarnos el espacio, poetas,
no era asunto de la letra
sí de geometría.
Había que medir la tierra,
ocupar uno a uno, a presión, su lugar
como cuerpos arrinconados en fosas comunes
y no dar nunca nombre
a lápidas distintas,
existir como los muertos riéndose del polvo
y conservar el paso ganado para oír
la voz del futuro.
Por erigirse estaba una ciudad entera,
acaso no mañana, más tarde,
cuando se encendiera una voz sobre la vida,
apiadándose de la espesura.
La luz vendría de otro poco de silencio
de un temblor que lucharía por trizarse;
no era necesario gritar al viento
que nos borraría inexorablemente
tras una niebla espesa.
Había que dejar en blanco el destino,
sentir estupor por la belleza de lo construido,
abandonarse a los ojos sin involucrar
el cuerpo, el gesto y la voz,
alejándose del ruido
y del fervor de las ciudades.
No había que cambiar el mundo,
había que anotar en los márgenes
capítulos para los hijos venideros,
ocultarnos en el anonimato
y simplemente describir
el vuelo de una mariposa
enceguecida por la estrella
a sabiendas que la luz
la convertiría en cenizas.
DO NOT SUDDENLY CURSE BEAUTY
Try to keep your words, poet
your vision will not endure
it blinks at a lot of broken images
keep them until everybody wakes up.
In the past, you chewed on hunger in stations empty of trains
shivering with fever among flies
until another side aspect of your craziness was polluted
you got there on your own, having walked all the roads
wrath became backward steps
running like blood through a fresh wound.
Keep them like painful photographs,
sepia toned distractions
of a dark season in hell
but do not let them tarnish
through excessive contact with
the world which will try to hold you
in the deserted places where life burned.
Make everything worth it
without suddenly cursing Beauty
until the heart leaks
and others follow your fresh footprints:
keep them and die of a silent thirst, poet
die of yourself
of the noise
similar to the fake waves of a past bliss,
die of sad memories or blindness
do not relinquish any part of yourself
others will walk your way, step by step
fainting and shuddering at life
as if bathed in sunlight
when the bars open their windows in the morning
bathing the eyes of blind men
where the air smells of the dead
and man sews his veins
Among puddles
the ordinary deceased
are now drunk with your excess.
NO SE MALDIGA DE GOLPE LA BELLEZA
Trata de conservar las palabras, poeta,
la visión no es perdurable
parpadea en un montón de imágenes rotas,
guárdalas hasta que los demás despierten.
Antaño mordiste el hambre en las estaciones sin trenes,
temblando de fiebre entre las moscas
hasta contaminar otra versión de tu locura
a la que llegaste a solas por todos los caminos,
y la ira fueron pasos de retorno
extendiéndose como sangre en la herida fresca.
Guárdalas como fotografías del dolor,
distracciones en sepia
de una oscura temporada en el infierno,
pero no las envilezcas demasiado
por el contacto excesivo
con el mundo que se esfuerza en retenerte
en los desiertos lugares en que la vida ardió.
Haz que todo ello valga la pena
sin maldecir de golpe la Belleza,
hasta que gotee el corazón
y otros sigan tus huellas frescas:
guárdalas y muere de una sed silenciosa, poeta,
muere de ti mismo,
del ruido que asemeja
un falso oleaje de una dicha pasada,
muere de memorias tristes o de ceguera.
Sólo tú debes estar vivo hasta el final
no renunciar ni a una brizna de tu ser
otros recorrerán tu camino palmo a palmo,
desfalleciendo a tope del temblor de la vida
como por arte de un baño de sol
cuando los bares abran las ventanas en la mañana,
enjuagando los ojos de los ciegos
ahí donde el aire huele a muerto
y el hombre se cose las venas.
Entre charcos
los difuntos de siempre
ahora ebrios de tu exceso.
DEATH ON TV: DAVID LYNCH, 2017
What Lynch did, his masterpiece,
was to replace one person with its own self
the embrace at the end of the fountain with Narcissus,
ephemeral water clearing from Agent Cooper’s face,
giving him the capacity to be
twenty-five years earlier
as if one could visit the empty minutes
when time expands on the dark mirror
that projects it.
The actor flowed for a moment beyond
the television stars
who are used to dying pathetically
from the frequent application of ghastly make up
like Aschenbach in Venice:
the pose of a body which makes a rendezvous with itself
in the same old place
to finally break the clock at the wrong time
with the punctuality of a disagreement
Mahler’s music like an epidemic curtain
and the early descent to hell
of an invisible citizen
who disappears in the celluloid
and is looked after
by the similarities of instantaneous ancestors.
Shapes that in life show
existence made of something
it barely resembles.
LA MUERTE EN TV: DAVID LYNCH, 2017
Suplantar a una persona por ella misma
fue lo que hizo Lynch - su obra maestra-
el abrazo al fin de la fuente con Narciso,
efímera limpieza del agua en el rostro del Agente Cooper,
devolviéndole la propiedad de ser
veinticinco años antes
como si se pudiera visitar el vacío
de unas minutos en que el tiempo se ensancha
en el espejo oscuro que lo refleja.
El actor fluyó por un instante un río más allá
que las estrellas de Televisión
acostumbradas a morir patéticamente
de tanto retocar un hiriente maquillaje
como Aschenbach en Venecia:
la pose de un cuerpo que se suele citar a sí mismo
en el lugar de siempre
para terminar de quebrar el reloj a deshora
con la puntualidad del desencuentro,
música de Mahler como telón de peste
y un descenso temprano a los infiernos
del invisible ciudadano
que desaparece en el celuloide
dejándose velar
por la semejanza de sus antepasados instantáneos.
Figuras que muestran en vida
la existencia como hecha de algo
que apenas se le parece.
GOTHIC QUARTER
An astonishing stone city
that sinks in the heavy forgeries
of its own past.
True antiquity belongs in Literature.
Baudelaire, who so wanted his own period theatre
ended up drawing the curtains of reality,
he was always late for the fracturing of technique
scratching an opaquely Golden Age
at another prostitute’s corner
virgin and mother, dream fairy,
for as long as her pitiful obscurity
lasted.
This is another quarter where you can make poetry from rotten things:
different beings,
poorly spoken and almost extinct languages,
like howls of the invisible
which are let out in the Twin Peaks’ Red Room,
improper secrets about what is absolutely impossible.
Collecting stones through the air
under the immense black cloud’s funeral procession
is not enough to confirm that the city is too dead
or that it has outstretched its divine hand in better times
as if God had offered his condolences to the Cathedral
at his own funeral,
febrile night’s craziness is the only antique thing
which simultaneously updates itself;
the labyrinth is full of slashes
through which you grope your way among voices
that sneak between variations,
of temperature and temper,
the body’s slow movement,
alleyways like metabolism
and not like a miracle of Theseus.
The smell of grass is Ariadne’s true thread
Hamelin’s pipe which keeps the rats alert
leads to underground hallways
where sleepless men walk like prisoners
towards a foggy torture chamber
to which even children can gain admittance.
It is hard to think that we all put coins under the Boatman’s tongue
when we decided hellishly to cross the river,
we financed the stay at the Labyrinth’s crossroads
paying with our faces in the way we learnt at airports
and only to watch, close up, a theme park from modern life
Restrict the fugitive’s untrammeled night displacement
once and for all
forget about the dream of an epiphany
of the sublime
of the cold mystery
God is somewhere else.
The unplace is taken
like the Spanish who perverted themselves in the jungle alone.
BARRIO GÓTICO
Una asombrosa ciudad de piedra
que se hunde en las pesadas falsificaciones
de su propio pasado.
La antigüedad verdadera es cosa de la Literatura.
Baudelaire, que tanto quiso su propio Teatro de Época,
acabó descorriendo el telón de lo real,
llegó siempre tarde a las fracturas de la técnica,
rasguñando una Edad opacamente Dorada
en la esquina de otra prostituta,
virgen y madre, hada del sueño,
mientras duró
su penosa oscuridad.
Este es otro Barrio para hacer poesía de las cosas podridas:
seres diversos,
lenguas mal habladas casi extintas,
como aullidos de lo invisible
que tienen lugar en el Salón Rojo de Twin Peaks,
entretelones indecorosos de lo absolutamente imposible.
No basta con juntar piedras en el aire
bajo el inmenso desfile funerario de nubes negras
para afirmar que la ciudad ha muerto demasiado
o estrechado la mano divina en épocas más gloriosas
como si Dios le hubiese dado el pésame a la Catedral
en su propio funeral.
La locura de la noche febril es lo único antiguo
y que al mismo tiempo se renueva;
el laberinto está lleno de tajos
por donde avanzar a tientas entre las voces
que se cuelan en los altibajos
de la temperatura y el temperamento,
una lenta circulación del cuerpo,
callejuelas como un metabolismo
y no como un milagro de Teseo.
El olor a hierba es el verdadero ovillo de Ariadna,
una flauta de Hamelin de las ratas siempre en vela
conduce a pasillos subterráneos
en que los insomnes avanzan prisioneros
hacia una brumosa sala de torturas
donde no se prohíbe, siquiera, el ingreso a los niños.
Pensar que todos pusimos monedas bajo la lengua del Barquero
cuando escogimos el Infierno de cruzar un río,
financiamos la estadía en la encrucijada del Laberinto,
pagando el derecho al rostro que se adquiere en los aeropuertos
y sólo para ver de cerca
un parque temático de la vida moderna.
Restrínjase de una vez
el irrestricto desplazamiento nocturno del forajido,
olvídese la aspiración a la epifanía
a lo sublime
al frío misterio.
Dios está en otra parte.
Acá se ocupa un no lugar
como los españoles se pervirtieron a solas en la selva.
FOREIGNER
She wants to learn my language
and stir phonemes with her tongue in my mouth
and all for fear of silence,
that shore that nobody can reach
but which she, a tourist of emptiness, skirts all the same
as though it were Kafka’s Castle by the light of Moldava moon
from where it is always necessary to return
desist
before it is time
to get lost nowhere
and wake up in the labyrinth we both form
like two thread sellers
after showing each other all the signs of
impatience in the desert.
She finds the ways to steal
some words from me
about myself
about my poetry
about nothing.
When tomorrow she wakes up
polluted by a soulless grammar
she will open the windows
Muttering to Prague’s sky:
a vague landscape
to be named again
by the diction of no man’s voice.
She writes this poem.
EXTRANJERA
Ella quiere aprender mi idioma,
revolver con su lengua los fonemas en mi boca
y todo por temor al silencio,
esa orilla a la que nadie le está dado alcanzar
pero que ella, turista del vacío, igualmente bordea
como al Castillo de Kafka en la luna del Moldava
desde donde siempre es necesario regresar,
desistir
antes que sea tiempo
de perderse en ninguna parte
y amanecer en el laberinto que ambos formamos
como dos vendedores de hilo
luego de enseñarnos
todas las señales
de impaciencia en el desierto.
De cualquier modo se las arregla
para robarme unas palabras
sobre mí
sobre poesía
sobre nada.
Cuando mañana despierte
contaminada de una gramática sin alma
abrirá las ventanas
murmurando un desconocido
contra el cielo de Praga:
un escenario borroso
para nombrarlo todo de nuevo
bajo el dictado de una voz sin nadie.
Ella escribe este poema.
JAPONESA
I have not chosen this beach to live on
but to dream about not being there.
I lean my head out the window of a hotel
full of Chilean books
-by Lihn, Kay, Rojas,
not to become so landless
by work and echo of an almost extinct language,
as if its travellers had not finished sailing
while somebody confusedly reads them.
They are still far, extremely far from The Island of the Dead
Böcklin asked them to imagine in their coffins
with the hope of arriving at hell on time.
What could have only been oblivion
is the apparition of a body in its lake,
the void’s multiplication in the poem
reincarnations to be browsed distractedly,
literally illegal,
the dead who talk, with an absent tone,
better than the alive.
the most beautiful Japanese women of the century
knows nothing about that or about me watching
as she poses in front of Sitges sea
with all the sunlight on her side
jealous under the spotlight,
as her body’s replacement shines again and again
as if that would grant it eternity:
to think that her smile will not be extended
beyond some distant shore
where another spirit recites this poem
after
now
stripping off howls from the invisible
digging in my ghost
as if this place had actually
existed
and so had she
had it not been for me.
JAPONESA
Esta playa la he escogido no para vivir,
sino para soñar que no me encuentro en ella.
Asomo la cabeza a la ventana de mi hotel
lleno de libros chilenos,
-de Lihn, de Kay, de Rojas-
y así no quedar tan huérfano de la tierra
por obra y eco de una lengua casi extinta,
como si sus viajeros no acabaran de navegar
mientras alguien confusamente los lee.
Siguen lejos, muy lejos, de la Isla de los Muertos
que Böcklin les hizo imaginar en sus ataúdes
con la esperanza de llegar a su infierno a la hora.
Lo que pudo ser sólo el olvido
es la aparición de un cuerpo en su lago,
la multiplicación del vacío en el poema
sus reencarnaciones que hojear distraído,
literariamente fraudulentas,
difuntos que hablan, en tono ausente,
mejor que los vivos.
Nada sabe de eso y de mi mirada
la japonesa más bella del siglo
que posa frente al mar de Sitges
con toda la luz del sol a su favor
bajo el foco fotográfico, celosamente de pie
en el que resplandece una y otra vez
la sustitución de su cuerpo
como si aquello le fuese a valer la eternidad:
pensar que su sonrisa no se extenderá
más allá de una orilla lejana del mundo
donde otro espíritu recita este poema
después
ahora
arrancando aullidos de lo invisible,
escarbando en mi fantasma
como si este sitio realmente hubiese
existido.
Y ella también,
si no fuera por mí.
NOT SO DREADFUL CHILE
It’s true I came from the not so dreadful Chile,
but I am insensitive to the abyss of being on the other side,
anyhow, I do my best, with return tickets, the trifles of rootlessness
there is something missing, yes,
the identical usual nothingness
unpolluted ghosts who follow
my absence and, I presume, still walk along Santiago
offering sombre love to the first beautiful person that walks by
nothing is risked here by saying the same thing in another language
there is not much Mother left in Europe
only amniotic fluid
to approach in darkness, with bloody terror,
as to a bare breast, honouring sense of smell
and their own children now keep
that ancient sacred bitterness.
As for me
I am the only one who does not move
without evidence of having been
somewhere else
I am mid – afternoon sun
Dostoevsky’s white nights
or a garden covered in snow,
the inexistence of which cannot otherwise be proven:
I was always there and have never entered or left anybody
my words brought silence like a servant
who brings some order
to Lautrémont’s table
I am the echo of someone more real
of whom I could not say with any certainty
if he definitely passed this way
NO TAN HORROROSO CHILE
Yo sí salí del no tan horroroso Chile,
pero soy insensible al abismo de estar del otro lado,
pruebo de todos modos, con pasajes de vuelta,
las naderías del desarraigo.
Que hace falta algo, sí,
la idéntica nada de siempre,
los fantasmas impolutos que proyectan
mi ausencia y sospecho aún caminan por Santiago,
ofreciendo amor sombrío a la primera bella que pasa.
Nada se arriesga aquí en decir lo mismo en otras lenguas
a Europa le queda poco de Madre,
apenas un líquido amniótico
al que dirigirse a oscuras- con terror sangriento-
como a un pecho desnudo en honor al olfato
y son sus propios hijos los que guardan ahora
ese antiguo rencor sagrado.
Por mi parte,
soy el único que no cambia de lugar
sin evidencia de haber estado
en sitio alguno.
Soy el sol de media tarde,
las noches blancas de Dostoievski
o un jardín cubierto de nieve,
de cuya inexistencia no se puede probar lo contrario:
siempre estuve ahí y nunca salí ni entré en nadie,
mis palabras trajeron el silencio como un sirviente
que pone un poco de orden
en la mesa de Lautréamont.
Soy el eco de otro más real
de quien dudo a ciencia cierta si anduvo
decididamente de paso.
Rodrigo Arriagada-Zubieta (Viá del mar, Chile, 1982) is a poet, translator, and literary critic. He participates as a regular critic in the journal and press Buenos Aires Poetry (Argentina) where is also the Director of the contemporary and international poetry collection Pippa Passes. His poems have been translated into Italian and English, and published in different journals in Chile, Austria, Argentina, Venezuela, Colombia, Peru, Mexico, the United States, Italy and Spain. His collections of poetry include Extrañeza (2017) Hotel Sitges (2018), Zubieta (2019) and El Greco (2021) all from Buenos Aires Poetry. His work has been anthologized in his own country by Santiago Inédito publishing house under the title A season in head (2020). He currently lives in Alicante, Spain.
Rodrigo Arriagada-Zubieta (Viña del mar, Chile, 1982) es un poeta, traductor y crítico literario. Escribe de manera regular en la Revista y Editorial Buenos Aires Poetry donde es, además, Director de la colección internacional de poesía Pippa Passes. Sus poemas han sido traducidos al italiano y al español, publicados en medios de Chile, Austria, Argentina, Venezuela, Colombia, Perú, México, Estados Unidos, Italia y España. Como poeta ha publicado los libros Extrañeza (2017), Hotel Sitges (2018), Zubieta (2020) y El Greco (2021), todos por Buenos Aires Poetry. Su trabajo ha sido antologado en su propio país por la Editorial Santiago Inédito, bajo el título Una Temporada en la cabeza (2020). Actualmente vive en Alicante, España.