ANOTACIONES MIENTRAS SUEÑO
Cruzo el pastizal
sonámbula
no me quejo ni pido agua
cruzo andando a deshora el mundo
en una orquesta voy
soy el oboe grave y sereno
y atravieso llanuras como almas idas.
Deambulo en la intemperie
y cae de mí una llovizna blanca
como las ropas de un triste
mi túnica es del diablo
él
que canta serenatas
a los balcones del fuego
¡ay qué indigna la fe!
la paz de los hombres,
qué esperanza.
Ya camino lentamente por el prado
es como en los sueños de espigas amarillas
y sonrío
sonrío perdonando
y me perdonan
por fin me perdonan
estoy lista
para irme
pero ya no puedo verme.
En los sueños
el que va a morir
abre los ojos.
LA DAMA DE LA ESCOBA
a Silvia Castro
María Reiche dedicó su vida a develar el misterio de las Líneas de Nazca, pasaba temporadas en el desierto barriendo la pampa en busca de las figuras que hoy todos conocemos. Desde entonces se la llama Dama de la Escoba o Dama de la Pampa
Dormía sola
bajo las estrellas
hurgaba calendarios perdidos
que brotaban
desde el fondo de la tierra
mujeres y hombres
como tubérculos
recién paridos
desde el útero del polvo
a la superficie arenosa de la existencia.
Cambió su ropa por harapos
cuna de oro
por lecho de paja
con la escoba entre sus manos
lúcida
y vidente
liberó al pasado
del paso del tiempo
desenterró animales y astros gigantescos
en la soledad de su fe.
Fue una incomprendida
tan inhumana
tan escandalosa.
No era de aquí
María
así y todo
se dejó seducir
por la piel de un continente adverso
y barrió
y barrió
hasta el último día.
Ahora es ella
también
un enigma
y una moraleja:
quien no teme
desentierra el pasado
quien no teme
lo vuelve a enterrar.
Dicen que en las noches claras
todavía se la ve
y nadie sabe
quién la ha dibujado.
EL TIEMPO SE ACABA
El tiempo se acaba
sopla el ventanal contra mi espalda
una cortina se infla y desinfla tras de mí
el viento es un aviso
una señal.
El tiempo se acaba
todos los días
y yo me burlo de mí
tan anacrónica
me burlo y celebro
mi sereno despertar
sólo suenan
caballos allí afuera
forajidos del pasado galopando en mi puerta
este sea quizás
el disfraz de todo fugitivo
una bandera blanca
que se rinde
adentro nuestro.
Los domingos amanece más tarde
las personas se demoran en bajar a la calle
la ciudad se desintegra en una niebla azul
y junto a ella
desaparece
el hospital negro
donde pudimos nacer.
El tiempo se acaba
yo aquieto mi paso
y leo las noticias como mensajes del más allá.
El olor del incienso
me sumerge en una iglesia
donde ora un piano solo
por el alma de las tortugas
el ritmo de los caracoles
y la suavidad elástica de las abuelas.
El tiempo se acaba.
A cada instante
se está muriendo el tiempo
y yo tejo
con agujas eternas
tejo la sombra del mundo
despacito
despacito
y la pongo a salvo.
PÁJARO EN CAMPO DE CONCENTRACIÓN
Vuela libre
en una vieja celda de Auschwitz
arma su nido
por donde entra el sol
en las rendijas de luz
porque no sabe que allí ha muerto una especie.
Lleva y trae comida
al nido vacío
¿a quién alimenta?
¿con quién habla de noche?
Canta
solo
canta a pesar de los alambres
y su eco se expande por las duchas de gas
pasaron sesenta años desde el último hombre
al lado,
una montaña de pelos
y valijas que nunca volvieron a casa.
¿Puede sobrevivir, siendo pájaro, más arriba, menos muerto?
Demasiado silencio
para un solo ser vivo.
Quizás algo
del aire de su aire
se parezca al que inhalamos,
los vivos,
para no morir.
A la larga
recordará la guerra.
Pero ahora es mejor que no sepa.
Que no entienda por qué
cada vez que amanece
su nido se enfría.
LA BIOLOGÍA ES UNA ILUSIÓN
Me dijeron
junta los pedazos
ordena
no muevas de su sitio los cerrojos ni las lámparas
me dijeron
pinta de amarillo el sol y de verde el pasto
no te equivoques
que todo tiene su color, su dimensión
nada es como crees
no se parece a nadie la ballena
cuando emerge del agua
no se parece a nadie el cormorán negro
cuando lo bebe la noche y desaparece
también es una ilusión
la biología
el mendigo
ese sí se te parece
ese se mira en todos tus espejos
y del reflejo sales tú
sin carne
estirando la mano.
María Casiraghi (Buenos Aires, 1977). Poeta, narradora y periodista. Autora de siete poemarios: Escamas del Silencio, (2004) Turbanidad (2008) Décima Luna (2011) Loba de Mar (2013), Albanegra (2015), Cóndor (2018) todos ellos publicados por Alción Editora, Córdoba, Argentina, y Música griega (Ediciones En Danza, Buenos Aires, 2019), así como de una antología personal titulada Vaca de Matadero (2017, Ed. Summa, Lima, Perú). Como periodista, es autora de Retratos, Patagonia Sur y Patagonia Sur- Santa Cruz-Argentina (GAC, 2000) y tradujo diarios de viajeros naturalistas europeos por la Patagonia del Siglo XIX, entre ellos Wilds of Patagonia, de Karl Skottsberg y Wanderings in Patagonia, de Julius Beerbohm (Editorial Sagier y Urruty, Buenos Aires, 2003). Desde el año 2012 colabora con publicaciones culturales y de viaje. En narrativa, publicó el libro de relatos Nomadía (Monte Ávila, Caracas, Venezuela) y la novela Otro dios ha muerto (2015, Alción, Córdoba, Argentina). Poemas suyos fueron traducidos y publicados en el extranjero en diferentes antologías y revistas de poesía (España, Brasil, México, Francia, Chile, Ecuador, Perú y Colombia, entre otros).