EL OTRO PATIO
Las amapolas flotan
por el cuello de la enfermera.
Mientras intenta quitarlas de su camino
en el firmamento también vienen
unos pájaros que la saludan
junto a los tigres y las panteras
que la persiguen.
Mira pasar a un médico.
Le hace señas para que toque a la pantera,
que desde ayer está esperando
que le den un trozo de carne.
El médico se da cuenta que ella los alimenta
con lo que puede sacar del crematorio.
Flotan en el patio del hospital
semillas de café y una bacteria
que sale de un murciélago
y se pega al cuello del médico
como si fuera un vampiro
él no se da cuenta,
y el virus
se mete por su garganta.
A los veinte días,
pasa a ser estadística de fatalidad
que narra la voz oficial
del Ministerio de Salud.
A la enfermera los animales le dan vida,
los entretiene con burbujas de jabón
que hace con sus manos,
las sopla al aire
para que los felinos salten a reventarlas
en aquel patio de duro sol
que quema a las matas
y a una pareja de pajaritos
que nacieron hace un par de horas.
En las semanas siguientes
los animales se fueron juntando
detrás del hospital,
que ahora parece un zoológico.
El tiempo se marca
con cada gota de agua
que chorrea del grifo de la cocina,
avisando,
cuando alguien muere y otro nace.
THE OTHER COURTYARD
Poppies float past
the nurse’s neck.
While she tries to disperse them
in the sky some birds
also come to greet her
along with the tigers and panthers
chasing after her.
She watches a doctor passing by.
She beckons him to touch the panther,
which since yesterday has been waiting
for them to give it a piece of meat.
The doctor realizes that she feeds them
with scraps from the crematorium.
Floating in the hospital courtyard
are coffee seeds and a bacteria
that comes from a bat
and sticks to the doctor’s neck
as if it were a vampire
he does not realize it,
and the virus
gets into his throat.
After twenty days,
he becomes a fatality statistic
narrated by the official voice
of the Ministry of Health.
Animals give life to the nurse,
she entertains them with soap bubbles
that she makes with her hands,
she blows them into the air
for the cats to jump and pop
in that courtyard under the harsh sun
that burns the bushes
and a couple of birds
that were born a couple of hours ago.
In the following weeks
the number of animals grew
behind the hospital,
which now looks like a zoo.
Time is marked
by every drop of water
that drips from the kitchen tap,
announcing,
when someone dies and another is born.
MÁS PREGUNTAS
¿Dónde estuvimos antes de la pandemia
mientras se cosían las notas musicales
que vendrían a cambiarnos el fin?
¿Estuvieron las gotas en esta ciudad
prestas al tránsito
cuando íbamos de un punto a otro
con las flores flotando sobre los jardines?
¿Volvieron a la aparente gloria
o al desvanecer del aire
la luz que se colaba por la entrada
de la ventana hasta llegar
a los enfermos del hospital?
¿Acaso en el mercado venden
el antídoto para hacer posible
bajar una bandada de golondrinas
al escritorio?
Mejor me voy a dormir
en esta noche azul,
mientras cae la humanidad.
MORE QUESTIONS
Where were we before the pandemic
while the musical notes were sewn
that would come to change our destiny?
Were the drops in this city
ready for transit
when we went from one end to another
with flowers floating over the gardens?
Did they return to apparent brilliance
or to faded glory
the light that seeped
through the open window
until arriving at the hospital patients?
Might they sell at the market
the antidote to make it possible
for a flock of swallows to descend
to the office?
I’d better go to sleep
on this blue night,
while humanity falls.
VIDA DE DOS, VIDA DE MUCHOS
Te pregunté cómo te sentías con tantos muertos,
me dijiste que la red médica está cansada
hay ansiedad, estrés pos traumático,
fatiga crónica, depresión,
y también debemos seguir
porque el Covid-19
no se saldrá con la suya.
Me quedé imaginando a la enfermera
que se levanta temprano,
angustiada, porque está expuesta a
contraer la enfermedad.
Ella besa a sus hijos,
ahora con más amor, mira su casa
como si fuera una taza de oro,
a su esposo como el animal de pasión
que siempre fue,
repasa las veces que pelearon
por tonterías que ya ni vienen al caso.
Es hora de irse
en el hospital la esperan.
El médico se levanta de su cama
con la idea de que el mundo
ya no tiene el mismo sentido que ayer:
el tiempo muta,
el lucro pasa a otra dimensión.
Una tarde desde su ventana
vio el fin del mundo:
dos caballos de color cobre
y pelaje largo
salieron de un potrero,
andaban por las calles solas
galopando sin dirección.
Se puso la bata,
porque en media hora
debía volver al hospital,
daba vueltas en el apartamento
buscando la respuesta del iniciado.
Tampoco tenía miedo, si la vida
le enseñó que los nervios
debían ser de acero,
la pandemia se quedaba en su memoria
como una cruda realidad,
una construcción que creaba
al escuchar por el estetoscopio
los pulmones del abuelo
que no resistió más,
y murió
antes de que terminara el turno.
LIFE OF TWO, LIFE OF MANY
I asked you how you felt about so many dead,
you told me that the health system is tired
there is anxiety, post-traumatic stress,
chronic fatigue, depression,
and we also must continue
because one cannot beat
Covid-19.
I imagined the nurse
who gets up early,
distraught, because she is exposed to
contracting the disease.
She kisses her children,
now with more love, looks at her home
as if it were a golden cup,
at her husband like the passionate animal
that he has always been,
recaps the times they fought
over nonsense that is no longer relevant.
It is time to go
they are waiting for her at the hospital.
The doctor gets up from his bed
thinking that the world
does not mean the same as yesterday:
time mutates,
profit passes to another dimension.
One afternoon from his window
he saw the end of the world:
two copper-colored horses
with long manes
left a pasture,
they walked the streets alone
galloping aimlessly.
He put on his robe,
because in half an hour
he must return to the hospital,
he walked around his apartment
looking for an insider’s answer.
He was not even afraid, if life
taught him that nerves
must be made of steel,
the pandemic stayed in his memory
like a harsh reality,
a construction that he created
as he listened through the stethoscope
to the lungs of the grandfather
who could not endure,
and died
before the shift ended.
CUOTA DE VIDA
Al profesor Evgeny Kuzin
El vampiro camina sobre el mar rojo
disfrazado de enfermero
en el apocalipsis reinante.
450 mililitros
son suficientes para
su cuota de hoy.
Plasma que le dará
vida al profesor,
quien hoy tiene dinero
pero no la fuerza para dar un paso.
Hay una fila de personas
con el brazo extendido,
mientras su hijastro cambia nuestra
sangre, por devolvernos
en su carro a las casas.
Desde que traspasó la aguja
veo a través del ventanal
una ciudad taciturna,
este asunto del confinamiento
se unió con el cáncer
en una espiral.
Al profesor
me lo imagino sonriente
al entrar ese mar de vida a su cuerpo,
como una droga.
Cinco días después supe
que el profesor había muerto.
LIFE QUOTA
For Professor Evgeny Kuzin
The vampire walks on the red sea
disguised as a nurse
in the reigning apocalypse.
450 milliliters
are enough to fill
your quota for today.
Plasma that will give
life to the professor,
who today has money
but not the strength to take a step.
There is a line of people
with outstretched arms,
while his stepson exchanges our
blood, to take us back
to our homes in his car.
Ever since being pierced by the needle
I see through the window
a taciturn city,
this confinement thing
has merged with the cancer
to form a spiral.
I imagine
the professor smiling
when that sea of life enters his body,
like a drug.
Five days later I heard
that the professor had died.
Poemas de Revisión pandemia / Pandemic review
Traducción: Marco Oliveira
LUIS MANUEL PIMENTEL. Barquisimeto - Venezuela, 1979. Poeta, narrador. Con el libro Esquina de la mesa hechizada (2011), resultó ganador de la I Bienal Nacional de Literatura Rafael Zárraga en Venezuela. En poesía ha publicado los libros Figuras Cromañonas (2007), Canción de cuna para Ananda (2016). Su obra aparece en más de 11 antologías literarias. Vicepresidente de la ONG Poetas Sin Fronteras Internacional. Actualmente vive en Puebla – México, es Editor de la Revisa Filigramma, Director Editorial de Ablucionistas, y Director General de la Revista de semiótica El Signo inVisible.
LUIS MANUEL PIMENTEL. Barquisimeto - Venezuela, 1979. Poet, storyteller. His book Esquina de la mesa hechizada (2011) won an award at the I Bienal Nacional de Literatura Rafael Zárraga in Venezuela. He has published the poetry books Figuras Cromañonas (2007) and Canción de cuna para Ananda (2016). His work has appeared in more than 11 literary anthologies. Vice-president of the NGO Poetas Sin Fronteras Internacional, he currently lives in Puebla – México, and is Editor of the Revista Filigramma, Managing Editor of Ablucionistas, and Managing Director of the semiotics journal El Signo inVisible.
MARCO OLIVEIRA (Traductor): Columbia - Estados Unidos de América, 1978. Tiene un doctorado en Literatura Comparada y una Maestría en Lenguas y Literaturas Románicas de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, y una Licenciatura en Estudios Religiosos de la Universidad de Carolina del Sur. Su alter ego es Gringo Carioca. Vive actualmente en Río de Janeiro, Brasil, y es autor de Manifestos & manifestações (2018) y Reflexos & reflexões (2014). También ha publicado, exhibido y presentado su poesía y otras artes en antologías, revistas, museos, lecturas y otros eventos culturales.
MARCO OLIVEIRA (Translator): Columbia – United States of America, 1978. He holds a PhD in Comparative Literature and an MA in Romance Languages and Literatures from the University of North Carolina at Chapel Hill, and a BA in Religious Studies from the University of South Carolina. His alter ego, Gringo Carioca, currently lives in Rio de Janeiro, Brazil, and is the author of Manifestos & manifestações (2018) and Reflexos & reflexões (2014). He has also published, exhibited, or presented his poetry and other art in anthologies, journals, magazines, museums, readings, and other cultural events.