LAS PERSIANAS
cada noche me dices
que ponga la mayor atención
en dejar bien cerradas las persianas:
el casero perfume de la cena
aún no se desvaneció
nuestros ojos todavía
no se abrieron dentro del sueño
pero antes es preciso
repetir esa cotidiana precaución
no por el alternado ataque
de los vientos y las lluvias
ni por el sol siguiente.
las persianas deben estar bien cerradas
para que nada entre nosotros
ingrese como un insecto
llevando entre sus patas
un veneno exterior
algo que corte u obstruya los puentes
que tan cuidadosamente hemos tendido
durante todos estos años entre tú y yo.
eso es sí exactamente eso:
para que no entre ningún insecto.
HAUTE COUTURE
no hay profesión peor
que la de los diseñadores de moda.
esos que dictaminan convencidos
si para esta prolongada temporada
el largo de los versos
debe llegar hasta la rodilla
o bajar hasta los tobillos.
sus agrias mannequins desfilan luego
por todas las pasarelas disponibles
semejantes a enormes frutillas
—un gran salmón encarnado
trastabillando sobre altísimos zapatos—
o parecidas a ridículas cacerolas vueltas abajo
listas para el prometido aplauso
de la repetida tediosa novedad.
si el “cómo” debe estar medio desnudo
si corresponde que se vea el “qué”.
sus creadores aseguran que de haber sido invitados
homero y t.s. eliot dirían “está bien”
y casi ninguno vacilará en aceptarlo.
en todo asunto el dictado de la moda
es la peor cosa de este mundo.
DARLE CUERDA A LAS COSAS
el viejo reloj olvidado sobre la mesa
tuvo su infarto y hubo que reanimar
con los dedos su trabajo.
lentamente volvieron a correr
los días y las horas y por segunda vez
sucedieron las cosas: las catástrofes en países lejanos
todas esas muertes y la suma de cada pasado nacimiento
las dudas que mordieron los minutos de cada uno
aquello que pasó un martes y se desmintió el jueves
el dolor de estómago del viernes
la esperada llamada del teléfono
la vacía sustancia de aquel sábado.
siete días arrastrando sus noches
tornaron a cruzar veloces esas vías
pero sin parar esta vez
en ninguna de sus estaciones.
Así entre los dedos hasta llegar al hoy
a este presente cuando el reloj ya en marcha
se apresura a expulsarlo.
y en cada casilla que va recorriendo la hora
devuelta a sus dominios
la misma pregunta exacta vuelve a esperar
ardiente como una antorcha
sigilosa como una araña:
cuál de estas de todo el círculo
será aquella que todo lo detiene.
PEQUEÑAS VICTORIAS
una buena noticia llegó hace una hora.
otra todavía no olvidada
repite una y otra vez
su salmo en el contestador telefónico.
el hombre que fuma cada tarde
y mira a través de su ventana
se anima a sonreír con disimulo
aunque obscuramente teme
hacerlo con exceso.
en su cielo interno el viejo avión
por el momento ha estabilizado de nuevo
sus alas y aunque casi todas las nubes
siguen en su sitio por ahora
un hueco existe por donde pasar.
dos novedades muy pequeñas
detuvieron con sus mínimas fuerzas
a los hermanos fatídicos:
el temor la angustia y el remordimiento
cerraron sus bocas rencorosas.
“que solo entre ellos peleen por ahora”
piensa el hombre que fuma cada tarde
y mira a través de su ventana
como si el futuro estuviese a punto
de pasar caminando por la calle
y él pudiera saludarlo.
UN PEZ EN EL ACUARIO
su crimen fue la curiosidad o el hambre
tal vez sus padres ya eran esclavos
de esos enormes rostros que de tanto en tanto
se asoman entre la niebla del límite
a ver al detenido o golpean el vidrio sin respuesta.
¿a dónde se fue el océano el océano
sin paredes traslúcidas y sin luces lejanas?
el misterio es un inmenso afuera
que lo rodea todo y que le está prohibido.
lo sustituyó este mar minúsculo
donde cada tarde un dios avaro
deja caer comida de los cielos:
hojuelas que el cautivo atrapa escupe y luego traga
antes de que se pudran entre las algas de plástico.
siempre activo como un pensamiento
dando vueltas y vueltas y vueltas
en una cabeza que no lo deja partir
mirando permanentemente
lo que no puede entender.
la única certeza
una vianda que no se quiere admitir.
TENGO PLANES PARA EL PASADO
tengo planes para el pasado
que contemplan el uso de gasolina
y un solo fósforo aun sabiendo
que contiene materiales incombustibles
como esas gastadas momias
que conocí en vida
y yacen allá atrás
todavía con el corazón latiendo.
sería mejor que la memoria
dejara sus tareas: su día libre
sería el mío y así de la línea de montaje
ella levantaría los ojos para atisbar
-siquiera por un momento-
el paso silencioso del presente
esa visita que ya se va.
tengo planes para el pasado:
escupirlo con desdén irresponsable
contra un muro cualquiera
dejarlo pegado como un chicle
allí donde quede bien oculto
o bien mascarlo como una vaca lo hace
inmóvil al costado de esa ruta vertiginosa
hasta que pierda todo sabor
y pueda tragarlo sin peligro
mientras los días pasan
llevándose todo por delante.
tengo planes para el pasado
solo porque es lo único que
-posiblemente- se puede modificar.
HORMIGAS
este camino viviente
que atraviesa el jardín
viene de un país
que no es el nuestro.
aunque todo el tiempo
atravesamos la superficie del otro reino
desconocemos sus selvas diminutas
el desolado desierto de una baldosa
la efímera catarata de una canilla abierta
los sucesivos abismos que abre una escalera.
abajo y alrededor de nosotros
otro mundo infinito se derrama.
nos inquieta que ese entrevisto dominio
se asemeje tanto a lo que vemos
desde la ventana de un vigésimo piso.
muy lejos y a nuestros pies
otros asesinatos heroísmos y maldades
tienen sus tiempos y ocupan sus lugares
de un modo que juzgamos mecánico:
el sentido de esos días que transcurren distintos
como mucho es un enigma
que enseguida desdeñamos.
su remoto parentesco nos asusta
cuando observamos a un niño
prestarle su atención más entera:
olvidará al crecer las veces
que fijó los ojos en el otro reino
aquel que como el nuestro
comenzó el mismo día.
Luis Benítez, poeta, narrador y ensayista, nació en Buenos Aires el 10 de noviembre de 1956, ciudad donde reside actualmente. Ha recibido numerosos premios nacionales e internacionales por su obra literaria, entre ellos el Primer Premio Internacional de Poesía La Porte des Poètes (París, 1991); el Segundo Premio Bienal de la Poesía Argentina (Buenos Aires, 1992); el Primer Premio Joven Literatura (Poesía) de la Fundación Amalia Lacroze de Fortabat (Buenos Aires, 1996); el Primer Premio del Concurso Internacional de Ficción (Montevideo, 1996); el Primo Premio Tuscolorum Di Poesia (Sicilia, Italia, 1996); el Primer Premio de Novela Letras de Oro (Buenos Aires, 2003); el Accesit 10éme. Concours International de Poésie (París, 2003) y el Primer Premio Internacional para Obra Publicada “Macedonio Palomino” (México, 2007). Sus 36 libros de poesía, ensayo y narrativa han sido publicados en Argentina, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia, México, Rumania, Suecia, Venezuela y Uruguay.