I
Aprendimos a distinguir una servilleta de papel de una de tela
Porque nada más se espera de nosotros
Quieren que enlodemos la risa
El vaso
Que nos viremos
Que nos demos la vuelta y regresemos
A nuestra cueva australiana
Quieren que olvidemos que vinimos desnudos tarareando
Una dramática melodía de verano
Aprende a ver cómo bebe agua una hormiga
Desenreda tu pelo con las pestañas de otro perro
Eres tú
Pequeño Roque
Eres antigüedad heredada de la vaina
Llamaré a mi hijo Roque Aquiles
El de los pies breves
Roque Patroclo
El de la sonrisa nítida y la bondad que precede a la muerte
Llamaré a mi hijo con tu nombre
Porque ahora solo existe tu nombre
Solo así podré llamar al destino hirsuto
Que se teje en bocanada
II
Somos la soga al cuello de una flor triste
Tú y yo somos un caracol oculto en la guantera
Una forma de la fiesta que frota en el pecho un pájaro usado
De perejil
O de árbol ahijado
Somos lo que no aguanta el olor del litio
Somos el estornudo de un alcornoque que no corteja el ala
Somos la escalada que revienta una arteria
Somos la venida a menos de la neblina armónica
Somos la verdad del aceite de la leche
Somos algoritmos equivocados en los cálculos renales
Somos drama
Somos alarma
Somos un bebedero de agua
De Caballo y arveja (inédito)
GUAYAQUIL
Si salimos de El coleccionista tomadas de la mano, caminamos por Loja tomadas de la mano y pasan los autos y las caras de los hombres pasan y las palomas cagan y los niños ladran,
si seguimos caminando, subimos el paso a desnivel, nos gritan con efecto doppler: "locas y lesbianas", rodeamos el cementerio y con la otra mano, la que no tomas, saludo alegre a mis abuelas Vicenta y Clara,
si seguimos caminando, tomadas de la mano, tu cuerpo se acerca al mío y me besas en el cuello porque vamos rápido y no alcanzo a poner mi lengua entre tus labios,
si seguimos caminando, tomadas de la mano, vemos Solca, bajas la cabeza, yo también la bajo, pero te sonrío para que sonrías y me trago de un suspiro tres mariposas blancas,
si seguimos caminando, llegamos al aeropuerto, levanto una valla con la fuerza brutal de mariposas, nos introducimos en la pista y empezamos a bailar porque desde el altavoz de un carro de bomberos suena, de bowie, let’s dance,
si seguimos bailando y seguimos bailando y seguimos bailando, tú con tus zapatos rojos y yo con mi blusa a rayas, se detiene un avión y atrás otro y otro y otro,
de pronto, cuando los pacos amenazan con sus pistolas y sus balas, nos convertimos en personas de papel que el viento levanta, mi mano ya no puede sostenerte, y miro con mis nuevos ojos cómo te alejas, cómo el viento que nos salvó ahora te aleja y te deposita en el río y te mojas toda y te desintegras,
si sigo volando, me inserto en una nube y la hago llorar y la cuidad se moja y se desbarata,
ya para qué Guayaquil, si te tragó su río, ya para qué Guayaquil
De Guayaquil (2019)
21 DE DICIEMBRE, 2017
Querido:
He recibido tu azul impredecible
los fragmentos de Pittsburgh acordonados
Tu lluvia llega hasta Quito y moja el revés de la montaña
La montaña no sabe qué hacer con tanta agua
No sabe dónde meterse, por dónde empezar
Somos mansos en los puentes
y, en las calles, dos salvajes que apenas ven sus manos
Quizás por eso amamos tanto el apacible burgo
donde todo se confunde
y las mañanas no nos obligan
a ser otra cosa que silenciosos goznes imantados
Yo me ahogo en las ciudades, Ur
Te planteo un dilema
Necesito que me ayudes
que por favor me encuentres
¿Que una mujer te anuncie la muerte de un poeta
es o no la anticipación de un movimiento atarantado?
Otro perfil del mismo dilema
¿Por qué se le antoja al cuerpo otro cuerpo que no existe?
Hay un camino aprendido que es el que debería recorrer
pero me distrae la belleza del río
la destrucción, la ira
¿Qué somos, amigo mío, animales de agua o de aire?
Me escribes desde adentro
Casi puedo intuir las imágenes que duermen en los espejos de tu casa
predecir la desintegración de las gotas que caen del tumbado hasta tus pies descalzos
y ver cómo la paciencia, colmada de nosotros, aprende a destruir la piedra
Hoy te abrazo
y abrazo todo lo que amas
Tuya
Ux
De Urux Una correspondencia (2018)
María Auxiliadora Balladares (Guayaquil, Ecuador, 1980) es escritora, profesora e investigadora en la Universidad San Francisco de Quito. Su interés gira alrededor de la obra de poetas latinoamericanos del siglo XX y del XXI. Ha publicado el libro de cuentos Las vergüenzas (Antropófago, 2013), el ensayo Todos creados en un abrir y cerrar de ojos (Centro de Publicaciones de la PUCE, 2015) acerca de la obra de Blanca Varela y los poemarios Animal (La caída, 2017), URUX Una correspondencia (Pirata cartonera, 2018), escrito junto a Sebastian Urli y Guayaquil (Prefectura de Pichincha, 2019). Es parte del comité editorial de la revista en línea Sycorax (http://proyectosycorax.com).