MORFOLOGÍA
Imagi
nán
do
te
un Homo
sapiens
en mo
nólogo per
petuo un mapa de
cuerpo entero árboles
frutales o libros olvidados
una pata de porcino un
embudo una mujer des
nuda desde sus cade
ras sin más equi
paje que su
historia
y geo
gra
f
í
a.
De Soliloquios de Homo sapien
PAÑUELO
Por aquí todavía
ala de paloma son los vientos.
Ternuras en el entendimiento
destrozan mis orejas.
Lecciones no aprehendidas
retengo.
Por aquí otra vez
mi viejo zapato
mitad pez
mitad durazno
caminando en aradura firme,
en su huella rajado
se me parece.
Nada ha cambiado
o casi nada
la garza en su flacura
aún se lleva mi pañuelo.
Entre adiós y adiós
mis canciones se fueron,
contigo,
respiro-suspiro de mis montes.
De Soliloquios de Homo sapien
CATARSIS NECESARIA
Mi tórax
huracán domado
duerme de lo más tranquilo
en cama de cactus
que niega habérselo tragado.
No soy como otros.
Espero atento
otra palabra tuya para sanarme,
o sepultarme.
Extiendo mis brazos.
Armonizo mis pasos.
El equilibrio:
elemental principio
de individual locura.
Salto y grito.
Espanto mis demonios.
Atisbo otras formas de amar.
Te llamo
en la distancia
que es un eco
solo para contarte
lo que a veces te he negado:
declárome
convicto y confeso
de haber vivido de mal modo,
siendo sombra de tu sombra:
viejo y acabado sauce de tu valle.
De Planetario astral
INFINITIVO
Contemplar el horizonte para sentir el viaje de la lluvia en su canoa de viento. Mirar las nubes agrupar sus ejércitos de algodones extensos. Sentir los corazones cual jinetes serenos sobre corceles de indomable fuego.
Contemplar. Mirar. Sentir.
Alabar el viento por ser alto cirujano y visionario conservador de vida. Agradecer el día por ser consejero paciente y meditabundo viajero. Cantar una alabanza a la vida por ser madre de todo palpitar.
Alabar. Agradecer. Cantar.
Sentir el suelo como alfombra sin otra magia que el reposo a tiempo. Hablar del mundo y su inicio que continúa en cada palma de la mano. Disfrutar de otro día bajo la mano sagrada del sol.
Vivir. Hablar. Disfrutar… Amar.
De Memoria del Yo habitante
[ —— —— —... ]
Un humano escribió asustado
sobre una pared de piedra: 13-09-1989
Se refería al día, mes y año
primitiva forma de entender el tiempo
en que sobrevolamos Gaia.
Dijo a cuántos pudo
haber visto una inmensa esfera
de colores indefinidos
rodeada de un halo luminoso
con una pequeña rabiza de puntos dorados.
—Xarawi, anota tan bonito detalle –dijo Rubius,
supervisor de viajes.
Entonces pensé que era algo irrelevante,
igual fue registrado en la memoria colectiva.
Tiempo más tarde, la nieta de aquel humano
devino en ser luminoso,
en alguien especial para todos.
Nos ayudó a ver a Gaia de otro modo
y logró amarme en mi forma humana.
Pero, como toda mujer de origen incierto,
un buen día se fue sin más ni más
así se dice en humano.
Entonces, me quedé revisando poemas cuneiformes
y leyendo cuentos de sabiduría intrínseca
a plantas sanadoras, a minerales dadores de bien;
y, a veces, anotando la ruta de la nave nuestra
en pequeña libreta de hojas pardas
donde guardaba cauto lo que ella antes de irse anotó:
Ich liebe dich du wirst mir fehlen inch werde von dir träeumen und dir von meinen träeumen schreiben.
De Códice Xarawi
William Guillén Padilla (Perú, 1963). Su obra “Memoria del Yo Habitante” obtuvo el Premio «Libro de Poesía Breve» de Hipocampo Editores, Perú, 2010. Finalista en la XVI Bienal Internacional de Cuento «Premio Copé» de Petroperú, 2010; y Concurso Internacional de Microrrelatos «La Casa Vacía» de la Universidad Autónoma de Barcelona, 2012. Su obra “Fatum Inca” mereció el «Premio Internacional de Novela Contacto Latino», EE.UU., 2016. En 2018, el Gremio de Escritores de Perú le otorgó el Premio «Amauta». En 2020, la Fundación para la Promoción Artística y Cultural Rinconesarte Internacional le otorgó el Premio Iberoamericano "Nevado Solidario de Oro”.