NEFERTITI
La hermética belleza de las arenas y las dunas
sólo aparecen cada cuatro mil años.
Y cuatro mil años después,
me abro camino, presurosa,
entre las ruidosas calles de Berlín,
para alcanzar el Neus Museum,
donde te he soñado viva
desorientada
caminando por sus gélidos pasillos
haciendo volar las tenues gasas de tu vestido
como un pequeño pez flotando
en las aguas de un acuario.
Desde una caja blindada
me miras a través de la vivacidad
de un único ojo pintado.
Encuentro en tu expresión
un cansancio, un dejo
de desapego majestuoso.
También, algo de dolor y de secreto.
Tu cuello larguísimo
de reina de las garzas núbiles
agazapado bajo el yeso
ansía saltar como gacela
enjaulada por largo tiempo.
Algo en tu mirada
quedó inmóvil en la Historia.
Un aire de aceptación serena
que delata el rastro
de un deseo frustrado por la eternidad.
YOCASTA
¿Qué será de ti en este infierno de silencio?
Quisiste escapar del destino, salvar al hijo recién nacido…
Y lo amaste con el cuerpo, con la boca, con el sexo.
Con pasión desatada,
como vendaval y naufragio.
Con complacencia última a tu vanidad de mujer:
fuiste amada por su elástica juventud,
sin saberlo, sin sospecharlo.
No pudiste dejarlo apartado de tus pechos.
Desliza la cuerda por tu cuello de cisne.
Tu crimen perdurará por la eternidad.
LAS BRUJAS
De sus madrigueras
salen
por las noches
para partyrockear.
En su vientre se tatúan una estrella
y una luna en el tobillo.
Beben la sangre de los incautos
como Heineken o Coronas.
Chupan el semen de Satanás
con golosidad extrema.
Sus verrugas
o marcas de nacimiento las delatan.
Son insaciables.
Desde entonces, mujeres multitask,
con una mano matan niños,
y con la otra, se los comen.
Las brujas aman las pociones,
los perfumes y el maquillaje.
Curan todo tipo de males
y con hierbas les quitan el dolor
a las parturientas.
Vuelan por los aires
y utilizan el caldero sagrado
para preparar hechizos de un millón de años
y ante su sexo
jugoso, oscuro, maloliente,
como zapote maduro
los hombres son atraídos
muy a su pesar.
Las brujas no lloran, ni gritan,
no sienten dolor,
pero arden eternamente
en la hoguera que encendieron
el miedo y la intolerancia.
MADAM BOVARY
Busca, incansable, rastrea
quiere alcanzar algo limítrofe,
algo que la defina y le dé forma.
Ella no tiene una imagen de sí,
es barro, mármol, jade
o quizá tronco de abedul
que arde en los incendios veraniegos.
Reclama el fausto, la riqueza
el amor.
Lo quiere todo y bien despachado.
La pasión vedada la consume,
perturbada, usurpa el tiempo
la mirada, el tacto, el beso.
Una ansiedad opaca, densa,
la conquista
la inclina a vivir
una ilusión,
y la apremia a tomar con sus manos
de cervatillo perseguido:
el arsénico.
VIRGINIA
Woolf! Woolf! Woolf!
¿Dónde está la loba de las letras?
¿Dónde la loca de la casa?
¿Por dónde trasiega la víctima
del abuso familiar?
El libre flujo de la conciencia
es el río donde nos hundimos
con las piedras del ahogado en el bolsillo,
las cartas de adiós censuradas
la constelación de palabras que palpitan.
Por las calles de Bloomsbury,
Virginia visita los parques enrejados
investiga los párpados luminiscentes
de las mariposas
descubre la aterciopelada suavidad del liquen
pero no logra entender la multitud
de fractales
que sin detenerse moldean
su vida-helecho.
Una espora, una tarde
demencialmente luminosa
y el impulso de la muerte
líquida
fluye
por sus venas
sin poderse detener.
ANA KARÉNINA
Está exhausta.
Lo ha probado todo.
Ha sido esposa obediente.
Cuñada ejemplar,
madre devota.
Amante extasiada,
paria social,
escarnio bochornoso.
Loca desatada,
engendro de celos,
madre desprovista,
amante abandonada.
Vista lastimosa,
compañía non grata.
Amó sin dobleces,
a cuerpo batiente.
Desplegó las alas de su vientre
y expuso las velas ahítas al viento marino
que la arrastró
a territorios abismales.
Ya no queda lugar en el mundo
donde pueda arrullarse
donde pueda cantarse canciones de cuna
para arrebatarse al insomnio.
Sólo resta entregarse
a las enormemente descaradas
ruedas del tren.
Kyra Galván. Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino en México, 1980. Ha publicado varios libros de poesía y en revistas y suplementos. Su poesía ha sido incluida en múltiples (20) antologías nacionales y extranjeras. Su novela: “Los indecibles pecados de Sor Juana” fue traducida al polaco. Su segunda novela: “Corazón de Plata”, fue finalista del Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska 2014”. Su tercera novela es “El sello de la libélula”. Es autora también, de varias novelas infantiles. Su libro de poesía más reciente es Anatomía de la escritura (2019).