LABRADOR
(en una celda de Guanabo, Cuba, en 1976)
Tal el mío, tu nombre
amaneció en la celda
como sólida luz
—solitaria en la piedra
lo labraron las uñas
de mi insomnio—.
Una infecta humedad
corroyendo el afuera:
dentro, un mar en reposo
—contra las tempestades,
tu nombre aplacó indignas
delaciones—.
Cuanto más embestía
la injuria reclamando
engullirme,
yo menos frágil leño
me volví con tu nombre
de mis uñas nacido.
Ya luego fue esperar,
como buen labrador,
lo que fuera.
ROBO
1.
Entre las 9 y las 11 de la noche
del pasado 4 de julio,
un joven llamado Ángel,
obedeciendo quizás a alguna droga,
hizo añicos el cristal de una ventana
e irrumpió herido en la casa del Autor.
Pequeñas —suficientes— manchas rojas
quedaron en el piso y las paredes,
en el espejo del cuarto, en las manijas
y los interruptores de luz.
Fue así que su sangre
lo delató un mes después.
No tiene ni veinte años y ya guarda
encono y cárcel.
Al vecindario le espera
toda una vida —la suya—
por delante.
2.
Tras el robo de casi
todas mis pertenencias,
comprobé que lo único
de valor que tenía
cabe y sobra en un breve
maletín que, ni así,
me llevaré conmigo.
GANADO
Hace de manso buey.
JOSÉ MARTÍ
Tranca la cerca del lote
y que el ganado apaciente
su obesidad.
O que deambule sin prisa
por la sabana irradiante
de nulidad.
Y duerme tú en lino blando
mientras esperas que llegue
la libertad.
Jesús J. Barquet (La Habana, Cuba, 1953) llegó a los EE.UU. en 1980 durante el Éxodo del Mariel. Sus libros de crítica literaria Consagración de La Habana (1991) y Escrituras poéticas de una nación (1998) ganaron, respectivamente, el Premio Letras de Oro y el Premio Lourdes Casal. Con Un no rompido sueño (1994) obtuvo el Segundo Premio de Poesía Chicano-Latina. Otros poemarios suyos son Sagradas herejías, Sin fecha de extinción, Aguja de diversos, y la compilación Cuerpos del delirio. Es el fundador y Editor-en-Jefe de las ediciones poéticas La Mirada, que se producen en Las Cruces, New Mexico, desde 2014.