QUÉ LARGO ES MORIR
Qué largo es morir durante toda una vida,
largas las películas, los domingos por la tarde,
las horas extra, tu currículum.
Qué larga la jornada laboral y los estantes del Carrefour,
las retenciones en la A- 92 a finales de agosto.
Qué larga la cola del INEM y las comidas familiares,
la cuesta de enero y las noches
desde que te fuiste.
Este poema, tan largo como la aguja
que clavarán en mi piel cuando despierte
en una clínica
y yo sea mi abuelo.
OPOSITA
Oposita, de escribir no se come,
dijeron tus padres.
Deberías ser profesor de secundaria,
analista, médico,
piensa en las vacaciones,
la paga, la libertad
provisional que te concede el Estado.
Trabaja para vivir no al revés,
como tu abuelo, el pobre,
por la mañana en la sucursal bancaria
y por la tarde vendiendo cervezas.
Hipotecó todos los olivos
para darnos un futuro.
Te toca mantener su memoria.
Hijo, por favor, hasta habíamos comprado
un nicho con tu nombre y oficio.
Con todo lo que hemos hecho por ti
por qué no quieres ser
uno de los nuestros.
EL TEJAR
Madre, por qué cuando era pequeño
y jugaba con los primos a tirar piedras
sobre el tejado de casa,
no nos dijiste que el futuro
caería sobre nosotros
con la misma violencia.
FRECUENCIAS
Mi padre arregla una radio,
coloca adhesivos alrededor
para que resista otro invierno.
Me mira triste, intenta decir algo,
desea que las cosas
no se rompan del todo.
NOSOTROS, TIERRA DE NADIE
yo no quiero ser ese hombre
que ve parejas por la calle
y siente ganas de apretar el gatillo
no quiero no puedo
ser ese hombre herido
por la metralla maldita
la metralla que salta
cada vez que nos encontramos
en un bar el silencio
en el ascensor las miradas
por la calle a lo lejos
sé que piensas en mí
cada vez que nos cruzamos
un dolor me nace en el estómago
como si me hubiera impactado
una bala perdida
no quiero pensar en nuestros hijos
en los hijos que nunca tendremos
no quiero que mis hijos
sean mis fantasmas
corretean por mi casa cada noche
duermen en mi cama preguntan
¿de quién es esta tierra?
nuestra les digo
de nadie
Juan Domingo Aguilar (Jaén, 1993). Ha sido director del grupo Viridiana Teatro y coeditor de la revista La Novicia. Codirige la editorial y revista independiente Bichito Editores. Sus poemas han sido traducidos al inglés y al árabe y han aparecido en revistas como El Cultural, Círculo de Poesía, Buenos Aires Poetry, Anáfora, La Raíz Invertida, Nayagua y programas como Tres en la carretera, Radio3. Dirige la sección «Versátiles» en Zenda y colabora con medios como Vallejo & Co., Nueva York Poetry Review, Oculta Lit y Revista Indie. Ha sido incluido en antologías como La Grieta (Finalista del V Premio UCOpoética, Bandaàparte Editores) y Caballo del alba: Voces de Granada para Federico (Diputación de Granada). Ha publicado La chica de amarillo (Finalista del I Premio de Poesía Esdrújula) y Nosotros, tierra de nadie (XXXIII Premio Andaluz de Poesía Villa de Peligros). En 2019 obtuvo una beca de la Unesco como creador residente en Óbidos (Portugal). Fue residente de la XVIII promoción de la Fundación Antonio Gala.