22 Nov 2024

257. POESÍA ARGENTINA. LEONARDO HERRMANN

-06 Jul 2021
Poesía

 

I

¿Cuál es el inicio? Si estas ramas retuercen como raíces en el cielo,

si las hojas flotan mecidas por el viento que todo arrastra,

si las aves contrariadas navegan por el aire,

cuál cardumen que busca un remanso

cuál es el inicio si estos árboles son la sombra de Dios.

 

 

IX

Cuál es la frontera del día, aquel territorio donde se disuelven los sueños

ese último paraje donde existo sin tiempo y me entrego a la nada que me dio origen,

aquel lenguaje que no se puede dimensionar vive en mí,

soy una partícula ignorante del todo

un mensajero que no tiene palabras,

solo esta incertidumbre de las aves migratorias

y este silencio crepuscular de los siglos.

 

 De Paisajes ajenos.

 

 

PRIMERAS PERCEPCIONES DE LA MUERTE

 

II

Recuerdo el momento en que entendí

lo que significa la muerte

era la tarde de un verano

que nos obligaba a correr descalzos

en el patio.

Estábamos

jugando

con mi hermana

Sandro  se llamaba el gato negro y blanco

que madre bautizo con el nombre de su amado cantante

el felino dio unas vueltas alrededor de nuestros juegos,

nos miró a la cara

en un ritual

incomprensible para nuestra infancia

dejó algo inerte

en el piso,

una mancha negra en la tierra negra

el cadáver de un ratón

tirado

con sus ojos oscuros

abiertos

con su mirada muerta

perdida en un sol

que no lo volverá a iluminar jamás

fue un llamado de las Nornas

que anunciaron su impiadoso

orden aquel nefasto día,

a partir de ese momento

la única certeza fue la muerte

todas las criaturas se extinguen

bajo este cielo

incluso las imperceptibles

entonces yo, mi hermana,

mi madre, todo lo que nos rodea

se extinguirá inevitablemente

todo

está escrito en el lenguaje de la muerte.

Recuerdo que ese fue el primer funeral  al que asistí

agarramos al roedor

acomodamos su cadáver

en una caja de te

y lo sepultamos con todos los honores

en un hueco bajo las raíces de un viejo árbol

le pusimos una cruz ignorantes

de la religión que profesan los ratones

e hicimos el duelo necesario

ya no éramos inocentes

la eternidad nos había golpeado

con su silencioso

libro de los muertos.

 

De Ese río que nos nombra. 

 

 

EL EVANGELIO DEL HOMBRE

 

V

Recuerdo el amanecer en el desierto

y María diciendo “Todo es sagrado”

sus dedos señalaban el curso de las aves en el cielo

mis ojos escrutaban maravillados la infinita magia

que habita en las cosas.

Recuerdo el taller de mi padre

y aquella vez que me talló un cordero de madera.

Nací en medio de una masacre

la sangre de los inocentes se derramó en el río

las cuadrigas entraron a las aldeas,

los centuriones degollaron a los niños

frente a sus padres.

En las noches todavía se dibujan en mis pesadillas

los miles que murieron para que yo viva

cuando terminó la matanza

la fila de cadáveres de bebés

tapados por los sudarios

los padres agarrando piedras

echando a los soldados

y gritando entre alaridos

el nombre de sus hijos asesinados.

Dicen que soy el hijo de Dios

y ese Dios que no conozco

me habla en lenguas que no entiendo,

cada mañana en el desierto

me pregunto

¿Dónde estaba Dios aquel día?

30 monedas… ¿Cuánto vale la vida de esos niños?

 

 

TRIUNFO DE LA MUERTE 

                                                  ο θάνατος είναι ό, τι βλέπουμε
                                                        HERÁCLITO DE ÉFESO

 

Pieter observa la esfera que invierte la imagen del mercader y su bolsa de monedas

los caseríos burgueses de Breda se extienden sobre la línea difusa del horizonte

las ventanas se fugan sobre ventanas

el presagio de la guerra se proclama con las campanadas que incendian el cielo.

En las esquinas

de los ojos

en la espesura

incierta donde

sepultan

las aves desorientadas

por el temporal.

En la intersección

de los cadáveres

de los ángeles

donde el tiempo

gotea sus ácidos

granos que corroen

la inocencia.

En los vértices

laberínticos

de la noche de los bosques,

en el ancestral eco

donde las larvas

anidan en los cráneos

arrastrados por las espumas,

en la osamenta de las

estrellas que estallaron

hace siglos,

en el escatológico

alfabeto de los

oráculos de dioses amasados

de cenizas

en cada porción

agónica del todo

engangrenada

está la sombra de mi último grito.

En los galopes lúgubres

de los jinetes de la

peste con el esqueleto de sus corceles,

con las ruedas de los

crucificados en el horizonte.

En los extremados muros

de las fortalezas

humeantes asediadas

por los ejércitos

despiadados de las Erinias

donde las famélicas gárgolas

se alimentan de los

miembros amputados

por la espada.

En las barcazas que transportan a los hijos

de las plagas con sus

pústulas negras

y sus cruces rojas en el pecho.

En cada extensión de la lanza

que se incrusta

y traspasa

a los suplicantes

está la sombra

de mi último grito.

En la mueca grotesca

de los juglares en el banquete

rodeado de ratas,

con el fétido aroma

de los campos de batalla

donde se pudren

los cadáveres al sol,

cuando los flagelantes

peregrinan llevando

los cuerpos de los niños

en las carretas.

En cada fragmento

ulcerado de mi patria

está la sombra

de mi último grito.

Las campanas de Breda son una profecía

de marfil.

No triunfará

La muerte

aunque esté escrito

y las parcas corten

los hilos de huesos.

 

Del libro inédito: La danza de la muerte. 

 

 

COSMOS 

 

II

 

                                                                             Hay golpes en la vida, tan fuertes. ¡Yo no sé! Golpes como del odio de Dios

CÉSAR VALLEJO

                                                                              

Mi cosmos es un conjunto

de porquerías

que nunca se ponen de acuerdo.

El amor es un lento engranaje

de cadenas en el cerebro,

una transmisión de poleas

en nuestra piel.

Convivo con los cadáveres

de mi abandono,

con las cucarachas

que crucifican

los restos de la comida.

El amor es un engranaje de insectos furiosos

en los ojos

que se alimentan de la esperanza

y nos dejan las cuencas vacías.

No tengo alivio

entre las sábanas enredadas

de mi ataúd.

No tengo ni aliento,

la vida se escurre

                                                                      entre las fotos.

El amor es una simulación de la carne

que proyecta la soledad,

una entelequia de las horas

que se desvanece cuando despertamos.

Alguna vez fui joven e inocente

Y canté himnos solares

Y hablé del mundo y sus ilusiones.

No existía la tristeza entonces,

el amor era una dulce muerte,

un paraíso artificial

en la tormenta,

pero todo pasa y la vida

se muestra con su real

oscuridad,

y la ingenuidad se diluye

y las lágrimas se secan

y el semen es un veneno

que solo fecunda a las parcas.

y el amor…

el amor

no existe,

solo fotos

atadas con alambres de púas,

solo momias

acostadas en el amanecer

cuando todo muere.

 

De Cardinales.

 

 

ARTE POÉTICA

 

Te sigo en tu danza. Te sigo sin distinguir a donde me llevas.

Así habló Zarathustra

FRIEDRICH NIETZSCHE

 

Una hoja cae alrededor del mundo.

El niño observa ambos elementos

de la contradicción escatológica de los dioses,

mira la magia de la hoja que cae y el aire,

el espacio,

el universo,

el tiempo que ocupa

y rodea su caída.

Los blancos ojos del papel gestan un poema

escrito con silencio,

con los aleteos de los pájaros de las horas,

cuando todo amanece,

con las vísceras de la imaginación

y la inocencia del niño.

Escribe intentando despedazar el tiempo.

¿La hoja cae como describir el vuelo de un ave sin invocar el aire?

El nombrador de los grillos escribe

el eterno ritmo de la danza de la hoja

que muere y renace con el viento.

Un poema es una canción de nacimientos.

 

 

Leonardo Herrmann. Nació el 20 de marzo de 1975 en Argentina. Es Docente, Escritor, Poeta, Artista Plástico, realizador audiovisual, titiritero y Trabajador de la cultura. Es Director de la Revista digital Voces del Viento. Organizó el  Encuentro Nacional de Escritores Voces del Viento en Bahía Blanca (2010). Fundador y Responsable de Organización del Encuentro Internacional de Escritores La Luna con Gatillo en sus cuatro ediciones (2018-2021), cuyo cuarto encuentro reunió a 350 escritores de 35 países. Es Dirigente del Grupo Voces del Viento y de la Federación Internacional de Escritoras y Escritores por la Libertad (FIEL). Sus textos han sido traducidos al catalán, Inglés, Italiano, Alemán, Uzbeko y portugués. Ha publicado cuatro libros. La anónima resurrección del barro (2000), Letra marginal (2010). Barricadas de palabras (2017). El evangelio del hombre (2020). La mayoría de su obra permanece inédita.

 



Compartir