INICIO
Una idea no es suficiente
ni siquiera el cúmulo de ellas.
Pero si una idea se acomoda arriba,
debajo, al lado o detrás;
puede que se construya algo que no sabría nombrar.
He escrito sin saber a dónde me lleva el texto, como si la escritura me condujera, como si el sitio fuera verdadero solo por haberlo descrito o haberlo visto en una foto. Una vez más, son los intentos. Un intento aunque sea fallido no es el fracaso.
Este es un texto minusválido. Es el cúmulo de lo que podría ser. Todos estos gestos reunidos conforman una actitud mayor, no en pretensión de algún objetivo; sino en demostrar que he llevado una vida intentando escribir el intento, que aun hago para no abandonar la palabra.
EL VESTIDO
Performance. La Habana 2013
Una costura
que una
las partes.
Un vestido elegante e innecesario a la vez.
Un vestido hecho de frazada de trapear el piso
con pedrería y lentejuelas
(pura artesanía)
puesto de espaldas al mar
para que los transeúntes
limpien esa franja
divisoria e imprecisa.
OTRA VEZ EL MERCADO
El agua escapándose, por las paredes desconchadas. Una casa de principio del XX me demuestra la prolongación.
Pagué por sexo, no creí que fuera tan parecido al amor (incluso dándole los billetes en las manos). Recordé a Margarite Yourcenar: Un corazón es tal vez algo sucio. Pertenece a las tablas de anatomía y al mostrador del carnicero. Yo prefiero tu cuerpo. La luz brumosa, pero no me confundí con la atmósfera creada por mí, para mi ventaja. Quería comprobar, escribir lo asimilado.
El agua gotea en la tanqueta plástica, cincelando mi cabeza, igual que el estomatólogo cuando limpia las caries ensanchando el orificio, retirando la zona ennegrecida. La barrena con punta de diamante perfora, llega al fondo, hace que la oquedad sea mayor, el cuenco, el Vaciado (libro que publique en el 2011, Ediciones Aldabón). ¿Son las paredes que conforman el vacío, el cuenco, lo que me interesa, o es lo que ocupa, lo que llena?
PRIMERA FOTO
Está apoyada a una pared de piedras. Es joven, sus ojos tienen forma de almendra. Estamos en los Andes, en los Citas. Lleva un niño en sus brazos. Trae mantos de lana y collares. La mano que sujeta a su niño deja ver las uñas con churre. Las piedras parecen estar supuestas una encima de las otras. Todos los días trabaja la tierra y pastorea ovejas. Se está casando para poder bautizar a sus hijos. Los bordados de los mantos, los de su blusa, hablan de la dedicación, de la entrega al tejido, al punto; hablan de una fidelidad, felicidad, familia.
SURCO, RANURA, PLACER
Un mendigo me mira
no me pide nada.
Su rostro no es feo.
Está acostado en el piso
es el peor de todos,
rechazado por la gran mayoría.
El sujeto produce un graznido
mientras se introdujo dos dedos por el recto.
(Se le ve la comisura rosada).
Se complace o, hace público el deseo.
Cuando niño me castigaban
horas sentado en butacas decoradas
con motivos Art Noveau.
Pasado el tiempo del castigo
me decían: ¡levántate ya puedes ir a jugar!
-Yo no hacía caso.
Me quedaba pasando los dedos
por las ranuras.
Buscaba molestar
demostrando que estoy a gusto.
Motivos de hojas, árboles,
cabezas con cascos
a la vieja usanza del Imperio Romano.
Pasar los dedos por la ranura de aquellos muebles
se convirtió en unas de mis mejores experiencias.
La precisión del trazo
con tendencia a lo curvo.
El grabado es un arte hiriente
(el proceso), meses haciendo
(ranuras, heridas).
Solo sabremos el resultado final
cuando podamos imprimir.
Lo que vemos es la huella.
Hay tatuajes que se realizan
haciendo incisiones en la piel
el diseño impregnado en el cuerpo
en la superficie, en la cáscara,
en lo que tanto hemos criticado, -idolatrado-.
Los surcos, las vías,
los caminos construyendo el dibujo.
Una música alojada allí
en la negra piel de los discos de vinilo.
Una música que espera el contacto
con la aguja del gramófono,
una sutil penetración
en la que solo existe el rozamiento
en esas fricciones
en esas insignificancias
mi felicidad.
Poemas de Basura biológica
Yanier H. Palao (Cuba, 1981).Escritor y artista plástico, miembro de la UNEAC. Ha publicado: Sombras del solo, 2005. Peces en bolsas de nylon, Premio “Poesía de Primavera”, 2008. Música de fondo, 2010. A la intemperie, 2011. “Premio de la Ciudad”, Holguín, y “Premio Puerta de Papel”, del Instituto Cubano del Libro, 2013. Vaciados, 2011. “Premio Cauce”, 2010. Esteros, 2013 “Premio Calendario” en Poesía, 2012. Es coautor, junto a Luis Yuseff, de la selección La Isla en versos: cien jóvenes poetas cubanos, 2010. Recibió la beca de creación literaria del proyecto “Torre de Letras”, que dirige la escritora Reyna María Rodríguez, 2016. En el 2018 publicó Óxido. Mantenía una columna de opinión en el Museo de la disidencia.