DESPERTAR
viaja conmigo / como una palabra roja / calzándose el aire / pregúntame por los secretos del poema / y aparécete / quiero unir la voz y el eco / quemarme en tu mirar de agua
LLAMADA
no solamente eres
muchacha
tus besos
esparciéndose en mis venas
o el oro de tus muslos
que ansían mis muslos
eres la rosa disidente
la fragancia fugitiva
la siempre pura
y el silencio de los pájaros
te está nombrando
NO SABES
no sabes cómo crepita tu ausencia
en mis labios
ahondándolo todo
gloriosamente
mas si de amarte dejara
este poema enamorado
se volvería nieve
LA BELLEZA
el poema
está lejos de mí:
tiene forma de aguacero
lo escucho en mi cuarto
callando la tarde
mientras mi mano
garabatea estas palabras
RODOLFO WALSH
hay un fusilado que vive
cargando «la agonía del colibrí» / Rodolfo tenía una fecha escrita en la frente / mientras entretenía a la muerte nada más / barriéndose los días / hasta que los astros parpadeando fueron / su pluma su pistola / a veces un sol demasiado triste / o un estruendoso no poder más con la ternura / a veces engarzadas en villas miseria / sin brida galopaban las palabras en su mano / a veces se le caían y apretaba los dientes / o tenían llaves para la hermosura / a veces este Prometeo robapalabras / devorado por amor / se metió en el Tigre / de puro pueblo temblando adentro como un fogón lleno de gente / y Rodolfo se iba por el río / por donde pasará la Revolución susurrando su fuego / por eso querían cortarle las manos / como al Che / dejar a los pájaros sin ramas / y es inútil y no sé por qué carajo / «da un poco de vergüenza estar aquí sentado frente a la máquina de escribir» / pero volviendo al después de todo / Rodolfo no se marchó porque el mar no se marcha / porque siguen esperando hasta cuándo los barrios / volar con sus raíces / así que otra vez / otra vez me pregunto / si la revolución puede ser / agua que restaña las piedras / con gotitas de fracasos con humedad hembra / que como la mañana crece / y repasa sus criaturas / silbando implacables en el perímetro de la esperanza
REVOLUCIÓN
¿cómo será la revolución? / pregunto ahora mismo / porque dicen que es imposible / limpiar el mundo / ahora mismo / dicen que no sirve para nada / y siempre terminan tapándose con el dedo la boca / y cada que pueden quémanle los pies al futuro / sinceramente no sé / dónde está la revolución / ¿y si es todo el aire y las estrellas que esa mujer cieló? / ¿y si es ella corriendo por la calle con las tetas al aire libre? / supe que prefiere los vestidos de flores / que sus miradas estallan y se esparcen como el agua de otoño / ¿qué revolución es ésta / que no engaña desde sus pechos / y los vuelve frutos para comerse de día de noche / para cosechar en ellos con mis manos / esta revolución que huele a mar en sus cabellos? / ¿cómo será / su sexo chocando contra la tarde / revoloteando en mi boca / su boca / muy al despertar / despuesito del amor?
mayakovski lo dijo: escuchen, pues, los que olvidan que el cielo es azul
ANAGNÓRISIS
volví con el otoño / cayendo de su voz / pan que da de comer al canto / hay luz en el más mudo silencio / es el interior de las cosas / las frondas metidas en las ramas / no hay más que luz en mí / escuchando caer las hojas / el sol es otro / viajando por este mundo que no conozco / no las intachables avenidas / no las pieles sonámbulas / fogueadas y esperándome están las vírgenes formas / ah las ramas los pájaros / su canción animal / untada de lluvia
lo vamos a soñar otra vez todo
EN SAN CRISANTO
la luna
estremece el mar
y el sonido del agua
se va adentrando
hasta mi niñez en verano
hasta la inocencia
que de pronto un día
vencida en sus pechos
encontró
en esa mujer
una mujer
Poemas de Las derrotas del silencio, 2019
Román Cortázar. Nació en Mérida, México, en 1980. Poeta y ensayista. Infatigable viajero. Ha presentado sus trabajos en universidades y centros literarios de América Latina y Europa. Tiene un libro de ensayo, Artificios del fuego (2009), y su poemario Las derrotas del silencio apareció en España a fines de 2019. En 2006 fundó la revista El Grito y la dirige desde entonces. Colaborador del semanario uruguayo Brecha y de varias publicaciones en México, como la Revista de la Universidad de México y Desinformémonos, entre otras; en Argentina, Página 12 y Marcha; en Venezuela, España y Brasil también. A mediados de 2010, sentado en un jardín, descubrió que nació para cazar palabras y se fue a Uruguay por invitación de Eduardo Galeano. A principios de 2012 regresó a México. Es un barquito buscando su puerto.