LA MAÑANA
Una flor nace en la devoción del silencio
mientras hacia el cielo se entrega la fuerza de una rama
y un trébol explora el ras de la vida.
Lo supremo:
todo empieza con un halo de luz.
Inédito
I
No arranquen flores de luz en vano
susurré—absoluta— a los hijos de la noche
mientras una constelación amaneció
en las laderas de mi cuerpo.
N u n c a a r r a n q u e s f l o r e s d e l u z
s i n o h a b i t a s l a c a l i d e z d e t u s h u e s o s
c o m o q u i e n a c a r i c i a u n c á n t i c o s i n p r i s a.
Solo recuerda, antes de escribir tu nombre sobre la arena
vas a ofrendarte, dócilmente, cada pregunta
como si fuese el preludio de un éxtasis.
Y cuidarás tu corazón
con el amor con el que ves nacer un pájaro
en la libertad de la madrugada.
Solo así, te llamarás
hija del sol
mar de piedras
canto de la luna.
II
N o a r r a n q u e s f l o r e s d e l u z
s i n a n t e s p r e g u n t a r t e
d ó n d e s e a ñ e j a e l t i e m p o
e l o r i g e n y l a f r e c u e n c i a d e t u s l a t i d o s.
¿T r a n s m u t a r á s e l v e n e n o
y s u c a p a c i d a d d e d e s t r u c c i ó n
c o n l a e n t e r e z a d e t u c a l m a?
¿T e p e r m i t i r á s e s c u c h a r t u v o z
y a b r a z a r s u p r o p i o r a s t r o?
III
Hay que saber transformar apenas todo
para que florezcan todas las semillas.
Hay que saber abrazar del propio ser apenas todo
así nadie nada nunca lo haya leído en la palma de tu mano
en el maíz o en tu sonrisa.
IV
Mirar hacia atrás labra tus sentidos
para comprender el idioma de los frutos
e iluminar tu nombre.
¿Dónde aprendiste a curarte las heridas
dibujar paisajes y mirarte al espejo sin dolor?
Entenderlo solo lo añeja el caudal del tiempo.
V
Es real ampliar los conceptos
hacia el pulso de la dignidad.
Es real traducir la migración de las aves
y comprender el flujo de la vida en cada amanecer.
Es real alimentar una mirada que revela el amor
como una constante en todos los cuerpos
en todos los desiertos y en todos los mares.
Renacer también significa clamar a la sabiduría del viento
y observarnos en la templanza del fuego.
De Les hablaré de ti a todos los mares que fragüen un hogar en mis ojos, 2020
Amanda Pazmiño Torres (Ecuador, 1993) Escritora y docente. Primer premio del Festival de poesía “Ileana Espinel” 2019. Directora del taller de escritura poética “Camino hacia el equilibrio: palabras que sanan”. Sus poemas integran varias antologías. Sus publicaciones digitales constan en: Círculo de poesía (México), Escrituras Indie (Argentina), diario EL Ciudadano (Chile), La Ubre Amarga (Bolivia), La raíz invertida (Colombia) y Revista Eantabus (México). Publicaciones: plaqueta Recorrido de abismo (2017) y el poemario Les hablaré de ti a todos los mares que fragüen un hogar en mis ojos (2020).