SALVATAGGIO
Il fiume che mi è stato affianco
per anni in silenzio
oggi mi inonda;
nessuno viene a spalare
tutto accade
rotola verso il finale.
Arriva solo un suono costante
dalle viscere del mondo
con tutta la sua irruenza.
Non serve ritirare le tende
il disastro ha portato via tutto,
anche la tristezza della nonna
che passava tutto il giorno sbuffando
sulla sua sedia a dondolo.
Acque torbide e gelide
infradiciano il mio cuore,
quello del vicino forse,
l’avevo lasciato lì fuori
esposto come la cassetta della posta
e non ha retto a giorni di inondazione.
Non serve salvare il set di tazzine
souvenir di un viaggio dimenticato
se anche il cieco all’angolo
è già stato fatto evacuare.
Un suono di trapano
mi fa credere che ci sia qualcosa
oltre questa lotta di fango e vita.
Ma niente e nessuno che mi dia una mano
a raccogliere i ricordi sparsi nello zaino
e arginare il sangue delle labbra screpolate della terra.
Niente, neppure un’ombra
a cui offrire un caffè o una sedia
per cui inventare una scusa
affinché mi stia affianco
mentre muoio
con l’illusione di un salvataggio.
RESCATE
El río que estuvo a mi lado
en silencio durante años
hoy me inunda;
nadie viene a palear
todo acontece
rueda hacia el final.
Solo llega un sonido constante
desde las entrañas del mundo
con toda su vehemencia.
De nada sirve recoger las cortinas
el desastre se lo llevó todo
hasta la tristeza de la abuela
que pasaba todo el día resoplando
en su mecedora.
Aguas turbias y heladas
empapan mi corazón,
el del vecino tal vez,
lo había dejado afuera
expuesto como el buzón de mi correo
y no aguantó días y días de inundación.
De nada sirve rescatar el juego de tazas
recuerdo de un viaje olvidado
si ya incluso al ciego de la esquina
lo tuvieron que evacuar.
Un sonido de taladro
me hace creer que hay algo
más allá de esta lucha de lodo y vida.
Pero nada ni nadie que me eche una mano
para recoger en la mochila los recuerdos dispersos
y detener la sangre de los labios agrietados de la tierra.
¿Hay alguien allí? Sigo insistiendo.
Nada, ni siquiera una sombra
para invitarle un café, darle una silla
inventar una excusa
para que esté a mi lado
mientras me muera
con la ilusión de un rescate.
LAVAGNA
La sua casa è calda accogliente
piena di modesti tappeti
il portone dipinto di mare
la scala a chiocciola ocra
dal balcone s’intravede
la deserta libreria di quartiere
e in cucina c’è del makdous.
Tutto è sobrio e sa di pace.
Sulla lavagna qualche parola araba
della lezione appena conclusa
spiegazioni con caotici segni
parti appena cancellate
il foglio stropicciato e rotto,
così è la Siria, mi dice
incrociando grave il mio sguardo,
un cumulo rosso nero e grigio
qualche insegna in arabo
ad indicare strade che non esistono più
tende stropicciate tra mobili a pezzi
e tazze di tè con zolle di calcinacci
mani mozzate a non sostenerle.
PIZARRÓN
Su casa es cálida acogedora
repleta de modestas alfombras
el portal pintado de mar
la escalera de caracol ocre
asomada al balcón entrevé
la desierta librería de barrio
y en la cocina del makdous.
Todo es sobrio y sabe a paz.
En el pizarrón algunas palabras árabes
de la clase recién terminada
explicaciones con caóticos signos
partes apenas borradas
la hoja encrespada y rota,
así es Siria, me dice
cruzando grave mi mirada,
un cúmulo rojo negro y gris
algunos letreros en árabe
señalizando calles que ya no existen
cortinas encrespadas entre muebles en pedazos
y tazas de té con terrones de ripio
manos cercenadas que no las sujetan.
FONDAMENTA
Le fondamenta necessitano di supporti
ferri che un giorno si arrugginiranno
colate di pesante materia
su cui prenderai un giorno un caffè.
Per ogni fase
bisogna aver pazienza:
ogni mossa obbliga l’altra
a covare un’attesa.
Allora, ricapitolando:
prima i materiali
no, prima il prospetto
e no, prima i calcoli
o forse prima
la qualità del terreno
la pendenza
la porosità
l’area disponibile...
Ci saranno fantasmi da queste parti?
Lasciamo una candela accesa
un bicchiere pieno d’acqua
un tozzo di pane
un ramo di rosmarino.
Almeno di spiriti ne sappiamo!
Domani vedremo cosa sucede
perché altrimenti
bisognerà ricominciare
con i prospetti i calcoli
l’area del terreno
i materiali e le attese.
Bisognerà tornare all’opera
e camminare ai bordi di questo sogno
che non prende corpo.
CIMIENTOS
Los cimientos requieren soportes
hierros que un día se oxidarán
coladas de pesada materia
sobre las cuales un día tomarás un café.
En cada etapa
hace falta paciencia:
cada paso obliga el otro
a incubar una espera.
Entonces, en resumen:
primero los materiales
no, primero el plano
y no, primero los cálculos
o tal vez primero
la calidad del suelo
la pendiente
la porosidad
el área disponible...
¿Habrá fantasmas por aquí?
Dejemos una vela prendida
un vaso lleno de agua
un trozo de pan
una rama de romero.
¡Por lo menos sabemos harto de fantasmas!
A ver qué pasa mañana
porque sino
tendremos que volver a empezar
con los planos los cálculos
el área del terreno
los materiales y las esperas.
Tendremos que volver a la obra
y caminar al borde de este sueño
que no toma cuerpo.
Rescate, Pizarrón, Cimientos (Originales en italiano, traducción al español de la misma autora)
RÍO PARANÁ
Cuando me vaya, se quedará el río.
¿Se quedará el río, Bárbara?
¿Quedará algo que nos quite sed
a la ribera de esta inmensidad?
¿Algo para las algas, los carpinchos
las raíces de estos árboles que cantan
a lo largo de todo el Paraná?
Sembramos muerte en estas aguas.
En el fondo del río una cicatriz
de mercurio y veneno,
una sirena sin rumbo ni luz.
La plata todo lo compensa
lo transforma
lo sana,
decía el afiche de la empresa
que mutilaba la memoria.
Todo lo calla.
Pero ni tú ni yo callamos, Bárbara.
LOS PERROS
Los perros ladran cuando las palabras ya no alcanzan
los tragaluces devuelven más sombras que reflejos
y las cortinas, estancadas en el tiempo, se arrugan.
Los perros dan vueltas en una esquina cualquiera
de este puerto infectado, regado de petacas de licor,
en la prolongación de una avenida sin peatones
andan despreocupados atrás de algún olor,
algún deseo mal guardado, alguna voracidad
y regresan, como si nada fuera, a descansar
entre hedor, callas, sarro y bemoles
en el rincón donde algún día su cuerpo fue cálido.
Los perros nunca pierden el rastro de sus dueños
¿o son tan buenos en fingir para que así nos parezca
y sigamos creyendo que es su forma de querer?
Eso, de alguna manera, es alimentar un pequeño milagro.
En todas mis cumbres y todos mis derrumbes,
en la alta mar que me agita sin pausa,
en ese preciso punto de lo impalpable,
un perro ladra porque ya las palabras no alcanzan.
HITO CERO
Allí donde todos los caminos se detienen
y un barco se quedó hundido en el tiempo
las copas de los arrayanes entonan
las viejas canciones de los ancestros
la tierra late y en silencio
va pariendo milagros.
Allí donde todo llega a su final
él recorre los caminos pedregosos del olvido
repartiendo un destello de luz,
el corazón es su brújula
la guitarra la caja de resonancia
de su alma extraviada.
Allí donde todos los caminos convergen
frente a esta inmensidad azul
el viento entrega sus secretos
a quien navega en búsqueda
de un sol y su permanencia
en el paso de los días.
Río Paraná, Los perros, Hito Cero (originales en español).
Lucia Cupertino (Italia). Poeta, cuentista, antropóloga cultural y traductora. Escribe en italiano y español. Entre otros, ha publicado: Mar di Tasman (2014), la antología Non ha tetto la mia casa / No tiene techo mi casa (2016), premio “Comunitarismo” de la revista Versante Ripido. Su trabajo ha sido traducido al inglés, chino, bengalí, polaco y albanés. Cofundadora de la revista en línea La macchina sognante. Ha conseguido la mención de honor en traducción literaria, premio de la Universidad de Bologna LILEC, 2017. Activa en proyectos sobre etnoecología, territorios y memorias.