19 Abr 2024

328. POESÍA GUATEMALTECA. MARÍA LARA

-20 Oct 2021

 

LA CONDENA

 

No conozco de qué está hecha la soga

solo sé que la tengo

al cuello.

 

Pendo de la libertad,

meneo mi cuerpo

transversal

al ritmo de un amuleto al viento.

 

El lazo lo até hacia dentro

y ya no sé de qué recuerdo tirar

para desatarlo.

 

 

CICATRIZ ANCESTRAL

 

El genoma de nuestra memoria

salpica las banquetas

de rojo lavado,

seco.

 

La cicatriz es la evidencia

del hilo que nos cose

como cordillera

que no se rompe ni a mordidas.

 

Nuestra herida abierta

es el tiempo

y el recuerdo agujereado.

 

 

SED

 

Cuando comienzo a hurgar

en los rincones de mi soledad,

solo encuentro esquinas, dobleces

y retornos.

 

Retornos a mis manos que

con uñas o garras

escarban en mi propia carne

y me vacían completa.

 

Solo queda un hueco,

una caverna,

irremediable.

Soy una cueva deshabitada.

 

Bebo de la noche,

del sudor que gotea de espaldas sin nombre.

 

¿Ahora sí?

¿Estás llena?

 

Bebo de todo lo que encuentro,

de toda sustancia parecida a la vida.

 

Bebo de cada cuerpo de agua

que parezca reunir las gotas que antes

formaban mis piélagos,

esas que huyeron

y me hicieron desierto.

 

 

La cueva es un viejo mar lleno de sal.

 

 

SEQUÍA

 

Soy

un eterno

muro ambulante.

 

He olvidado cómo llorarme.

 

¿En qué silencio debo ahogarme

para romper

la presa?

 

Soy

una húmeda

huella de socorro.

 

He olvidado cómo escaparme.

 

¿En qué recuerdo debo hundirme

para salir

de las pestañas?

 

 

TEJIDOS

 

Anhelo desatar

el nudo que me habita.

 

Deseo una boca

que revele los verbos

disueltos en mi alma.

 

Busco unos dedos ajenos

que hilen

la trama de mi piel

 

Pues hace tiempo

que yo tampoco

me sé tejer.

 

 

EL DETERIORO

 

Es la condición inescapable y viscosa,

lastre humano.

 

Es el pulso de nuestras huellas

corroídas

de tanto andar y desandar

los senderos circulares

que nos hemos obligado a recorrer.

 

Es

     el

         tiempo

                    que

                           nos

                                 repta

                                           por

                                                 la

                                                     espalda.

 

 

TIBIEZA

 

Que sea hoguera mi carne.

Que la escarcha envuelva mis huesos.

Prefiero helarme o ser ceniza

a arder en llama tibia.

 

Porque habitar los puntos medios

es robarle gozo al aire,

masoquismo equidistante

a la paz y a la locura.

 

Sobrevivir

entre ombligo y espalda

solo deja el gusto insípido.

 

Es un eco detrás de la nuca

que no retumba

pero tampoco cesa.

 

 

LA VERDAD

 

Es como un murmullo de mosca

negra

incómoda

insistente

presagio de inmundicia.

 

Es la condena

del espejo partido en dos

o en diez

¿o en Dios?

 

Es certeza de nuestra orfandad

y de las agujas invisibles que marcan hora

en nuestra frente.

 

Poemas de El espejo irregular (2019).

 

 

María Lara. Es licenciada en Periodismo y Comunicación. Edita textos en la plataforma digital de escritores TenetIdeas.com. En 2019 ganó el II Certamen de Poesía Joven de Sión Editorial, con el poemario El espejo irregular. Ha participado en festivales nacionales e internacionales de poesía.

 



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