EL CAPITÁN SUEÑA AMÉRICA
y cada vez que ella se extiende desnuda en una hamaca tendida entre una caoba y una ceiba, cada vez que el sueño se pone bien rico, llegan los demonios, primero los pecaríes, voraces y chillones, mugen en el sotobosque y pisotean la maleza y detrás de ellos vienen los caníbales royendo piernas de cura a la parrilla
y cuando las montañas verdean y cuando los tallos florecen y el prometido grano está a punto de hincharse y dorarse, a punto de estar listo para la cosecha y el pan, llega la roya y la tierra escupe polvo y los ríos bien ensanchados en el medio de su camino se secan y desvanecen antes de llegar al mar
y cuando el capitán abre las puertas de la veranda para que entre aire y luz, nubarrones que traen únicamente vendavales sin ni una gota de lluvia barren los altiplanos y cuando el capitán inspecciona la cerca y el cultivo encuentra todo tumbado y el maíz lo encuentra atropellado por bisontes y antílopes
en algunos sueños él también se cae de su caballo y es pisoteado, en otros sale a cazar las manadas hasta dejar las llanuras sembradas de calaveras de alces y bisontes como si fueran semillas de plantas rodadoras
cuando el capitán sueña américa la sueña como una ciudad de cristal y alabastro, de hierro, jura que es tierra abierta y libre para tomar y quitar, tierra para ser defendida, tierra de la que se debe valer
sueña una américa virgen, pero cada mañana se despierta en camas de cuartos que se encuentran allá, allá detrás de la casa grande
EL CAPITÁN LLEGA AL PARAÍSO
y se convence que el mundo es un seno
dulce y cargado de leche
seno que dios le ha dado únicamente a él
igual a la pera que agustino de escolar
se robó por amor para comérsela
colón también amará y tragará y hurtará
luego soñará con jerusalén
una perla de gran precio para ser comprada
con oro americano
ay aguas del orinoco
preciosas aguas turbias
en tu ribera el capitán
tocará su harpa y cantará una canción
de sion—habrá llegado
hasta el paraíso y lo habrá creído todo suyo
MALINTZÍN SE ACUERDA DE CORTÉS
no es que el corazón de cihuatl se desvíe
lo he pensado mucho desde su muerte
y aun antes
mantenida en coyoacán
chacales, coyotes, canallas cada uno de ellos
no es que el cuerpo no quiera, bien como
como su cuerpo siempre quiso
desear a otros
pero qué es desear
y quién soy yo
vendida
como esclava por mi tlacpatahtli
después de que nantlitzín le pariera su tepiltzín
para que me interese por los asuntos de imperios
no, nunca
vacilé, era cuestión del cuerpo
no del corazón
nada tenía que ver con la manera
que estos oquichtli barbudos se deleitaban de mí
nada que ver con los mínimos placeres
que pocas veces me ofrecían
era cuestión del estómago
y de los coconetzín
y qué si soy la madre que todos mentan
a mí qué me importa el mundo de los oquichtli
de mundo como sagrado corazón en llamas
ESTA COPA DERRAMADA
es la misma
tanto abajo como arriba
el mismo dolor nopalabreado
la misma vaciada mente
la misma garganta anudada
el mismo anhelo nilenguajeado
es la misma
tanto arriba como abajo
ÍCARO
hay un momento—que trae el estar arrollado
por la oscuridad
el estar enterrado a setecientos metros—
cuando la revelación brilla
con más intensidad que cualquier bola de metal fundida
en el crisol y la visión ecuménica del que cae
del cielo desciende sobre ti y ves por fin la razón
el porqué de todo y estrechas la mano para alcanzarla
para agarrarla y traer esa visión al pecho
para abrazarla fuerte y no dejarla nunca escabullirse
y transportado por este arrobamiento prometes
siempre recordar
cómo resplandecía diáfano ese conocimiento profundo
contra las paredes negras
y en el primer momento del después, cuando ya el fulgor
se desvanece y sólo un contorno de fuego titubea
ante los ojos
intentarás vestirte de esa luz, transformarla en alas
para la fuga
mientras que arriba los seres queridos se hallan
sumidos en una oscuridad diferente
y siempre con ellos la vergüenza del escrutinio
del sufrimiento de una querencia jamás antes vivida
y tú, escondido en este recoveco extraño
atrapado
día tras día
ceguera tras ceguera
y cuando por fin llegue la claridad de la aparición
y cuando la certeza del negro brillo de la vida se atenúe
cuando ya se desvanezca por completo
quedarás expuesto
solo
y caerás de nuevo hacia el centro
a la médula
al vacío
de ruina montium
Jeremy Paden (Italia, 1974) Es estadounidense criado en Nicaragua, Costa Rica y la República Dominicana. Doctor en Literatura Hispanoamericana. Es autor de los poemarios Tulips (2012), ruina montium (2016, en inglés), prison recipes (2018) y world as sacred burning heart (2020). Su poemario ruina montium también fue publicado en español (2018). Autorretrao como una iguana fue nombrado co-ganador del premio de poesía Poeta en Nueva York 2019, organizada por la editorial Valparaíso. Es co-coordinador de la antología Black Bone: 25 Years of Affrilachian Poetry (2018) y autor de varios ensayos sobre literatura colonial, poesía del Siglo de Oro y otros temas literarios. Es autor también de Bajo el sol del ocelote/Under the Ocelot Sun, un libro bilingüe e ilustrado que co-ganó el premio Campoy-Ada de 2020 para Libros de imágenes de especial contenido cultural.