PLEGARIA
Señor de Isaac
de Abrahán
de Gandhi y todos los profetas
no pongas en mis sienes las ideas de un mundo estrafalario
cuando escriba estos poemas
Señor de Iliana
de Ingrid Jonker
de Alfonsina
no permitas que por las yemas de los dedos
se deslice la tinta de un dolor que no sentido
ni dejes mi lengua suelta
para hablar de la nieve de Siberia que mis manos no han palpado
o los muertos de Siria o Etiopía
que estos ojos aún no han sido capaces de llorar
Señor de Medardo Ángel Silva
de Ledesma y Andrade
de Vallejo y de Cavafis
Señor de todos los poetas
no permitas que el ácido en las pupilas de una madre
el sollozo del hombre más valiente
el hambre o la intemperie
se diluyan fácilmente por las líneas
mientras sigan ensordecedoras
las balas o las bombas de un demente
Señor de mis ancestros
no consientas que deje mis vocablos
extendidos en insipiente tierra
mientras los clamores del levante
no consigan derribar el salat de la mañana
y entre norte y occidente
la vida agazapada
prosiga en su compás
La oración reposa el sueño
(dicen)
Inédito, 2021
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Despierta alta la noche y sus navíos
queda solo el sueño verdadero
la certeza no es el sueño ni la muerte
es la travesía ambigua del primer respiro incertidumbre
es el tránsito intrincado del último respiro intermitencia
cuando la muerte ya no existe entre nosotros
cuando la muerte exista solamente entre los muertos
cuando entre los vivos solamente quede la muerte de los muertos
luminiscencia vaga repetida en los retratos
azar del tiempo
plenitud
declive
la muerte habita solamente entre los vivos
De Celebración de la Memoria, 2018
EL REGRESO DE LOLITA
Yo soy Lolita
Así los Lobos esteparios
me desenreden
las trenzas con sus dientes,
y me lancen
caramelos de cianuro y goma.
Intuí mi nombre aquel día del puerto
con los náufragos
¿recuerdas?
Y aquel combate
con Vladimir, el imperecedero.
Sé que soy Lolita,
lo supe cuando me entregó
sus manos laceradas de escribirme.
Por eso
cuando apareciste libidinoso y suplicante
a contarme tus temores,
te dejé tocarme,
morder mis brazos y rodillas,
te dejé mutilar entre mis piernas
los temores de Charlotte.
Sabía que tu vieja espada
cortaría una a una mis venas,
mis pupilas,
y me burlé cien veces
de tu estupidez de niño viejo
llorando entre mi vientre.
Y cuando todos los náufragos del mundo
volvieron a mi puerto
a entregarme dádivas
que yo pagaba, con calostro y carne
tú saltaste tras mi sombra,
mientras yo huía,
mientras yo bailaba.
Por eso soy Lolita,
la nínfula de moteles y anagramas
que vuelve con la maleta al hombro
a retomar tras años pasado.
De El Regreso de Lolita, 2014
CONFESIÓN
Que no se diga jamás se lo intentó
que no rodé por el camino
que no tropecé y caí mientras dormía.
Que no se diga locura transitoria para decir amor
sexo para pasión, furia para celo y a la distancia olvido.
Que no se diga aquí no se fraguo el fuego
el delito consumado sabanas mojadas,
mentiras escabrosas lucidez y miedo.
Que no se diga de esta agua no bebí
en esta tierra no viví
en esta cama no soplaron huracanes y volaron como cartas los espejos.
Que no se superlativice el beso
y no se conjugue el verbo amar
y que se diga beso en la exacta dimensión de la palabra.
Que se fusione cada silaba en su acento
como un cuento interminable
como un desplegar de leves alas.
Que cada consonante caiga ante el deseo de las palabras
sea grave el sonido en los abrazos
y leves los fonemas con su luz difuminada
Que no se diga siempre equivocada estaba
que no se diga su cuerpo acurrucó contra su espalda
que no arrancó gemidos de su boca
que no luchó contra su pecho
que no mintió
que no digirió una a una sus palabras.
Que no se diga probó de mil venenos
que no se diga atroz para decir ternura
y no se diga jamás tormenta y fuego
y entre fuego besos y entre besos celo.
Porque fui nieve y serpiente mujer y viento
y después de viento arado
y después de arado tierra y su simiente.
Que no se diga nunca se fue sin intentarlo
porque caí mil veces
ante el hondo transitar de las palabras.
De De Cara al fuego, 2010
LA CASA VACÍA
No
invites a
nadie a nuestra casa
pues repararán en
puertas, paredes, escaleras
y ventanas, mirarán la polilla en los
rincones, los cerrojos oxidados, las lámparas
ciegas, arruinadas. No traigas a nadie
a nuestra casa pues no tendrán más
que angustia de tu mesa
de tu cama del mantel
del mobiliario se reirán de
pena por las tazas, fingirán
nostalgia
de mi nombre
y reirán también de nuestra hamaca.
No traigas más gente a nuestra casa
pues te escribirán canciones,
te entusiasmarán el alma,
te susurrarán traviesos,
sembrarán una flor en tu ventana.
Por eso no debes, te lo ruego,
traer más gente a nuestra casa
pues se pondrán rosados,
verdosos, rojizos o azulados,
al descubrir paredes rotas
las plantas marchitadas.
Querrán barrer en los rincones
querrán abrir nuestras persianas
y encontrarán seguro entre mis libros
las excusas perversas que buscaban.
No traigas más nadie a nuestra casa,
así descubrirán nuestros absurdos
te llevarán lejos a otras playas
te contarán historias de naufragios
te sacarán a rastras de esta casa.
De Alivio Demente, 2008
Siomara España Muñoz (Ecuador). poeta, crítica, ensayista y catedrática de literatura. Premios: juegos florales, casa de la cultura Ambato 2012; poesía universitaria en Guayaquil 2008, finalista del concurso de cuentos Jorge Luis Borges 2008, mención en el concurso David Ledesma Vásquez 2016 y mención en el concurso nacional de poesía Cesar Dávila Andrade, 2017. Publicaciones: Concupiscencia 2007, Alivio Demente 2008; De cara al fuego 2010, Contraluz 2012, Jardines en el aire 2013, El regreso de Lolita 2014, Construcción de los sombreros encarnados /Música para una muerte inversa 2015, De otros cielos y una luz al alba 2017, Jardines en el Aire Traducido íntegramente al árabe 2016, La Maison vide traducido al francés 2017, Celebración de la Memoria 2018, Vigilia 2018.