23 Abr 2024

37. POESÍA ESPAÑOLA. JESÚS CÁRDENAS SÁNCHEZ

-22 Nov 2021

 

LA SOMBRA

 

¿Dónde vas como un perro a estas horas,

con tus ojos caídos a sabiendas

que no estás hecho ya para estos trotes?

 

Afuera burlas la noche sin sueño,

cientos de calles colmadas, sin ley,

disueltas por la chispa de la pólvora

y la de las patrullas de vecinos.

Su brillo incendia árboles oscuros,

cae sobre mí un confuso relente,

y en medio de ese caos, tu mirada,

tu materia intangible, no tu tacto.

 

La noche imperfecta de azul oscuro.

 

 

DEVENIR

 

Escarbo con los dedos la conciencia,

mas no siempre descubro las raíces.

Quisiera ser ahora esa palabra

que todo el mundo busca alguna vez.

Y no flaquearé hasta encontrarla.

Nazca en la corriente cristalina

o en las aguas más turbulentas.

Imposible consumirme.

 

 

AVE CANSADA

 

Se inicia el año

en el blanco equilibrio;

nieve silente.

Su fulgor te deslumbra

en su albur de ti mismo.

 

Todo lo que se augura

y recuerda a los hombres,

también para, concluye,

tizna, esparce y salpica.

 

Es el punto de partida de un ciclo.

En esta carne recompongo el mundo.

Hallo los pasos dados en mi sangre.

 

El principio de estos pasos

al pisar firme; para el corazón

no hay descuidos en el caminar.

 

Ahora el cristal no te protege

del tiempo y la intemperie

ni del frío aliento de febrero;

sólo refleja ese perfil de ave cansada.

 

 

VENGA ESE ABRAZO

 

Tan grande es la armonía del abrazo,
que la quiere gozar también el mar

JRJ

 

Con las mismas constantes que el mar quiso,

sin más medida que mis manos,

te estrecharía fuerte entre mis brazos.

 

No me digas que son desmesurados,

que hay tantos abrazos como metáforas,

como palabras que en su recorrido

alcanzaran tormentas.

 

Ven ahora, pósate, en el silencio

de este humilde cobijo

como si aquí se dispersara el tiempo.

 

Con esta forma de rodearte muy despacio

todas tus tristezas se alejan.

 

Sabes que los abrazos no se borran:

te dejo este resabio de cariño

para que te acompañe en esas aguas quietas,

justo allá en la otra orilla.

 

 

EX LIBRIS

 

Atrás quedaron los espejos.

He dejado de mirarme en sus páginas

y dormir en sus torres.

 

Me he desnudado fuera de su ámbito.

Y he visto el mar, el azul infinito

donde reina el silencio. Despedía nostalgia.

Tenía el valor mágico de los mitos griegos.

 

 

SABER PERDIDO

 

Pesa todo lo que sabes perdido:

las miradas en los trenes,

los pétalos caídos, los jazmines cortados,

el grito a cuyas llamas no acudiste,

aquel Peugeot aparcado en mi puerta.

 

 

ARQUITECTO DEL MUNDO

 

El amor es el arquitecto del mundo.

                                                Hesíodo

 

Todo amor ha surgido de lo oscuro.

El resplandor provino de luz negra,

la música, del surco del silencio.

Mientras, laten los ojos,

danzan las sombras,

languidece esta tarde efímera.

 

Bruñe el recuerdo su propia negrura

hasta dar con la luz temprana,

fulgor con que la vida se renueva.

Su luz vino a mostrarme un mundo sucio

con demasiadas cicatrices,

y a revelar que las historias dichas

eran todas fingidas, una antigua

soledad de un vacío asignado.

 

En la noche de tanto trenzar las pieles

el cadencioso crepitar del fuego,

allí donde el secreto se vislumbra

antes de ser latido palpitante

entre azul y violeta,

se consumían, a la par que iluminaban,

los cuerpos junto con las palabras.

No basta esta casita en la montaña,

ni asomar la mirada por las laderas,

como huéspedes insomnes

que en la noche habitan los lugares de otros.

No basta con pronunciar henchido

el altivo verbo, la luz sin quebrar

sin un hilo de duda.

 

Es inútil medir lo intacto un tiempo,

como saber el hueco entre los astros

en medio de un delirio nocturno,

como saber de la vida

bajo el crepúsculo del agua

o en medio de un sueño.

Nadie vive ajeno al equilibrismo:

siempre en la cuerda floja del instante,

al borde del abismo.

Y estar ahí rozando el corazón,

conviviendo con el peligro,

con un pie en la orilla del pasado

y con el otro en las costas del futuro,

entre el todo y la nada,

nos salva de ser eternos perdedores.

 

En estos aledaños de lo oscuro,

donde el vacío parece hallarse,

se vislumbra la creación de un territorio nuevo

alejado de la rutina de las ciudades,

mostrándose como la vida misma,

como si por un descuido del azar

nos pusiese en aquel octubre

delante del asombro por la vida

y entonásemos el himno del amor

en el orden confuso de los hechos.

 

Aun sabiendo de antemano que la huella

que deja el fuego se la lleva el viento,

si antes de la combustión

de los cuerpos, de la vida, de las palabras

hubiese un espacio donde escapar

entre las llamas o entre las palabras,

ya no lo dudaría: como el tronco de un roble,

volvería a huir de la salida,

volvería a quedarme atrapado en tus ojos

y ser turba para la combustión.

 

 

IMAGEN 4

 

Somos la desnudez

al final del trayecto

donde duermen las hojas

y callan las palabras.

 

 

Jesús Cárdenas (Alcalá de Guadaíra, Sevilla, 1973) es profesor, ensayista, crítico literario y poeta. Ha publicado los libros: La luz de entre los cipreses (2012), Mudanzas de lo azul (2013), Los refugios que olvidamos (2016), Raíz olvido (2017) y Los falsos días (2019). Algunos de sus poemas han sido reconocidos con premios: Algunos arraigos me vienen; Raíces de ser; Tormenta en lento silencio; Días grises; La casa familiar; Arquitecto del mundo. Varios de sus textos se han traducido al inglés, francés, italiano y portugués. Como crítico literario colabora con reseñas en diferentes revistas literarias. Dirige la sección de poesía de Culturamas.



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