TIEMPO Y ARENA
La piedra ha escapado,
lameduras de negras lenguas
saborean sus pigmentos.
Me abrigo con el chal
del mes que yace muerto,
desde hace dos, tres,
cinco mil siglos atrás.
Infrecuentes ya en el recuerdo.
Adúltera la noche.
¿Somos demasiado putas,
puras, carnívoras, piadosas para ti?
¿La noche y yo?
Tiéndete,
ya no contestes delirios míos.
Envuélveme en vendas,
–que sean platinadas–
claras entre la arena y el silencio.
¿Es posible?
Y...
Déjame la palidez de tus suelas frías
puestas sobre el rostro.
Almacéname las estrellas
incrustadas en tus memorias
de 4 grados agonizantes bajo un gélido cero.
¿Es posible adentrarme e intentar
habitar en ése punto suspensivo
de tu recorrido?
¿Uno sólo sin el resto?
Permitirnos, acaso…
¿Dormir, amanecer, despertar en él?
Y quizás...
dilucidar unas manos acompañantes y tibias,
En tu...
I N M O R T A L I N G R A V I D E Z
Atacama
Vacío
Registro
Del tiempo
Se me nombró robándome los ojos,
diez juramentos,
una caligrafía enfáticamente legible,
la mitad de mis días,
y el ángel de un silencio…
…
LA DAGA
Tinta negra salpicaron mis labios
en el lóbulo de tu oreja,
agua
mancha
lubricada cadencia.
Derrame turpial de tus ojos entornados
esculpiendo un aliento gélido
en el vientre acuático,
cobertizo de mis pechos...
Esa
–T o r t u r a–
cruel morfina taciturna
atada a mis muñecas
lanzadas al espasmo...
Un clavo suelto se arrastra a un palmo
entre mis costillas y tus labios.
Penumbras boscosas
cogidas al cuerno del incendio
inacabable infinito testarudo
I N F E R N A L
...
Falsa alarma.
No te apetezcas,
moribundo amante mío,
de mi templo álgido de húmedos quebrantos.
Se ha descubierto un
insomne puñal pantanoso
C o n d e n a
La daga,
exasperada atraviesa
mi espalda y,
mientras probé tu savia
de muerte carmesí,
ya estaba mi pálida sangre
mortalmente contagiada.
…
INICIO
Él…
Ave
Desde el inicio de la tierra oculta
como la suspensión
de un todo eterno
Y qué es
estar
o no estar,
si en ti,
me disuelvo…
…
OVILLO DORADO
Se me gastó la voz,
se me cayeron los párpados desde sus altas torres de pupilas cristalinas.
Vi tu clavícula mojada pasar por el río rojo.
Se me hirió la niebla,
la cara hinchada balbuceando en la rodilla izquierda del recuerdo,
el pelo seco de tanta soledad.
Ando olisqueando cual reptil el saco que dejaste colgado de ese horrendo perchero
lleno de peras deformes,
sus bolsillos parecían payasos obesos a punto de estallar por las paredes.
La abeja bajó de su panal,
un derramamiento de miel sobre la fuente seca del jardín
hundió mis pies en un líquido flotante y pegostoso.
Me volví un ovillo dorado,
comencé a tejerme entre las piernas de la tierra dura, las hormigas me lamian, las abejas volvían a cubrirme, devolviéndome al útero acuático de la muerte.
…
N O S M A T A M O S
[CATAPULTA DE ENGAÑOS]
Este frío catapulta de mi cuerpo
haciendo tallo en una calma que muere estremecida, dejada,
ahogada en las clavículas del tiempo.
Rajas el dolor, la noche, la palabra.
Labios de lago ciego,
sur caída de una lágrima helada
rompiéndose en el suelo implacable del desierto.
Veo volar gaviotas
me dejo toda en sus brazos
Soy rumbo incierto y no me quejo...
–Vástago recuerdo que nos olvida–
Tus dedos
se hacen tinta seca
en mis cabellos hundidos
una cuna sonámbula de prosa rota
Aguas,
grises tormentos me revelan
el mustio aleteo de la llovizna
Sordo puñal enfilando naufragios,
me hallo en la soledad más pura e inocente.
Temblando de frío sin abrigo
sin manos
sin una caricia de ojos llanto
¿Y qué, si no te hablo?
¿Y qué?...
Si en mi piel te llamo MUERTO
y no te miento ni me callo
así nos olvidas y olvidamos
de mi piel nieve
de tu piel páramo
Pétreo pez carcomiendo mis huesos
sin nombre
Me resisto
No lo quiero ni te quiero
Te sepulto
Una gota de sangre va evaporándose
en luna ausente
golpea en la columna
devastada de la noche
nos matas //
nos matamos.
…
CABALGATA NOCTURNA
Mi bóveda de carne quemándose en la nada sospechosa de una flor
Construyo mi muerte debajo de esta carne
en donde no existo.
Soy lejanía, placer, polvo, fatiga,
supresión y ruptura de un espíritu
tendido en la perpetuidad
La tensión corpórea es hollada
por flujos en las células de mi sangre
reflujo de tierra y roca negra
Manos de mi madre
–simbología perfecta–
libertad cristalina
Opio, cocaína y heroína
de mi Ser niño
Humos tiemblan y chocan contra el pensamiento de un mundo postrado
Náusea y furia agujereando mi lengua convulsionada de bostezos
Gérmenes los hombres que endurecen el absoluto de un firmamento azul devorando mis ojos cabríos
Veo correr caballos testimoniales compasivos
desconfigurando mis angustias en su galopar perfecto
Franqueza de mi vida que me veo turbia
y me desnuda la renuncia
de una cabalgata nocturna.
…
Isaura Duarte (Caracas, Venezuela) es poeta, actriz y artista visual. Trabaja la performance y la video-poesía como un medio de expresión para sus escritos. Es miembro de la Asociación de Escritores Hispanos (AEHIS) y su revista Litterae. Sus escritos han sido publicados en las revistas: NJOY Magazine (España), Litterae Revista (AEHIS), Revista Kametsa (Perú). Los poemas aquí presentados son inéditos, forman parte de su poemario La Daga y otros poemas que será publicado próximamente.