24 Abr 2024

363. POESÍA MEXICANA. FABRICIO GUTIÉRREZ

-08 Ene 2022

 

Presentamos una muestra de Mapa con niebla del poeta mexicano Fabricio Gutiérrez (1985), libro que obtuvo mención honorífica en el Segundo Premio Internacional de Poesía Nueva York Poetry Press.

 

 

 

 

CAMINO A CASA

 

En los últimos días de primavera

es común ver a los ciervos correr

con los ojos cerrados.

También en esos días es fácil perderse en el bosque;

el menor desvío en el sendero

y uno ya está perdido. Cae la noche antes de tiempo

y las provisiones no duran. El hambre

mueve hojas rojas en la espesura.

Los últimos días de primavera son bastante confusos,

pero a la vez, claros. 

Porque en esos días también puede suceder

que alguien que ha estado mucho tiempo perdido en el bosque

sea por fin encontrado. Que alguien que estuvo

viviendo de ciruelas silvestres y hojas,

encuentre cómo salir a carretera.

Por eso es común en los últimos días de primavera

ver la carretera llena de hombres cansados y en harapos camino a casa.

 

 

LA PRIMERA VEZ QUE MIS PADRES SE TOMARON DE LA MANO

 

Mis padres se conocieron en el bosque.

Mi padre cazaba liebres,

mi madre ayudaba a las liebres a huir de los cazadores.

Mis padres se vieron a los ojos,

mi padre sostenía su escopeta,

mi madre sostenía en sus brazos una liebre herida.

Esa misma mirada la han tenido hasta ahora,

mi padre con ojos hoscos e implacables,

mi madre con ojos tiernos.

Y siempre sangre de por medio.

 

 

SER PARTE DEL RÍO

 

Entrar al río. Primero un pie, después el otro.

Hay en el fondo piedras. Son las mismas

que son soñadas por el loco que a veces

viene a dormir en la orilla.

Entrar al río, despacio. Que los peces noten distraídamente

nuestra presencia. O por lo menos, se confundan.

Que no sepan lo que está sucediendo.

Ser parte del río. Parte de la corriente.

Que cuando baje un animal de la colina

en busca de agua, beba de la parte del río que conformamos.

Que el ciervo sediento beba de nosotros.

 

 

IMAGEN

 

Cerca del bosque

hay un estanque de agua

donde se quedó para siempre

el reflejo de un cazador apuntando con su escopeta

a un jabalí.

Después de la escuela, los niños

vamos a contemplar esa imagen.

Es inquietante y a la vez hipnótica.

Por más que arrojamos piedras al agua

nunca desaparece.

 

 

HORMIGAS EN LA MEJILLA

 

Las hormigas saben cómo subir a mis manos.

Debe ser por mi cercanía al suelo.

Por eso las hormigas suben

y llegan hasta mis brazos, y siguen

hasta alcanzar mi rostro.

Por eso cuando alguien acaricia mi mejilla

se puede ver cómo empiezan

a caer hormigas al suelo.

 

 

Fabricio Gutiérrez (CDMX, México, 1985) Ha estudiado Filosofía y Letras en la UNAM.  Es autor de Escuela de levitación (2020), y Las cartas de amor que no alcanzaron a escribir mis muertos (2021). Su libro Rastrillar la zona fue el ganador de la cuarta edición del Premio de poesía Centrifugados Pueblo de San Gil (Cáceres, España).



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