DEPÓSITO DE CADÁVERES DE MEMORIAL PLAN
Hoy trajo flores de plástico
y son las puchas salvajes
unos claveles dramáticos
amarilis con ultraje.
Como así de tus huesitos
raíces tejen encaje.
—A mí me limpias la fosa
mija, no me la descuides
a tu padre nomeolvides
ponle, también una rosa.
—Adelfa y flor de peral
hortensias y cundeamor
traigo dientes de león
reconcomio y rosadal.
—Sé que no quieres saber
de tus hermanos mayores
son infelices los tres
sinvergüenzas sí, lo sé
los lloraba y los lloré
madre al fin; ya no los lloro
que aquí todo se acomoda
no te juzgo, fueron malos
pero eso ante Dios no cuenta
ya mis nietos son tres soles
Rosa Rosita rosada
en los peldaños sagrados
queda la falta saldada
el resbalón, los errores
los horrores atenuados
siendo todo perdonado.
Como así de tus huesitos
madreselvas encrespadas.
—Rosa por nombre me diste
y fui tu niña bonita
rubia como el girasol
mariposa y margarita
jazmines y caracol.
—Tú cuídate de miradas
de maldeojo y de traidores
sigue buena y afanada
que aquí se pagan favores.
Como así de tus huesitos
crecen flores de colores.
—Con la conciencia marchita
traigo azalea y begonia
crisantemos, campanitas
coloco con parsimonia.
—¿Nenúfares y eso qué es?
—Es una flor de laguna
narciso será el que ve
su tez lumbrada de luna.
Con escalofrío estético
rehago en tu tumba un vergel
ramillete de jacintos
las caléndulas en flor
una azucena precoz
y una lilia de papel.
Como así de tus huesitos
crece la belleza atroz.
—Ya no me arrastra del auto
ni hay pesquisa policial
ya no me corre detrás
con las tijeras, tributo
a la locura voraz
de la misma enfermedad
de tu abuela y tu papá.
Hermanitos que te di
de castigo y sin saber
de mi vientre la fracción
el daño, la maldición
y cómo de ellos pendí
de ellos no has tú de pender.
—Regaliz americano
rojizo púrpura aflora
trepador, engañador
de semilla colorá
y racimo pendular
que le gusta a Obbatalá.
—Arráncame ya ese ramo.
—Igualito a mis hermanos.
—Veneno es. Siémbralo allá
donde el sol casi no da.
Prefiero flor de algodón
y al mismo santo ofrendar.
—Hijos que te han de trepar
de desiguales los cuatro.
—Los lunares que los marcan
y que te fuiste a quitar
siendo la constelación
de la misma enfermedad
de tu abuela y tu papá
la marca, la mancha, el mal
que a ustedes vino a tocar
y temes y te da grima
te vas escapando ya.
—Me quedan las quemaduras
la cicatriz en la piel
del papel, en su blancura
muestra lo que bulle dentro.
—Que te sirva de asidero
el lance de la locura
te sale por la escritura
toda echadita a perder.
Como así de tus huesitos
plumeria, adelfa, oleandrina.
De floribunda y fragante
de trastorno trepidante
de camelia de color
trae racimo descollante
esta cuartilla de rimas
y lirios que al chupaflor
atraen de modo acuciante.
—No llores mi niña buena
ya no sangro por la boca
ya no tengo los pies fríos
(ya aceptada mi derrota)
ya no quiero llanterío.
PUNS HIDING PAIN
I.
Será el jueguito verbal deformante
multiplicándome el pungido juego
santa jarana a lo Cabrera Infante
puns hiding pain, destierro y santo cielo.
Parafraseo doy, soy habanera
haba-nuanced febril y trepidante
apego a la ciudad, alma sitiera
habaneril, coral, tiplesonante.
Habladera acústica de Pinot noir
todas las luces en el blanco, luz
todos los blancos en el blanco, luces
de amanecer en el trópico tonal
habanidad de habanidades, chuz
direte y calambur se dan de bruces.
II.
Ni chuz ni muz ni direte ni chuces
se igualan al destello de Caín
caí en ello, muestrario que me induce
bronquiales pertinencias y trajín
de mi habanero cantar, yuxtapuse
la ceñida palabrería afín
sentido arengar que el sentido aguce
palabreando susodicho confín.
San Cristóbal de La Habana pluviosa
dama ruinosa aquejada de sarna
sarna de dama aquejada de ruinas.
Exiliada, escritural y nubosa
la índole invisible me descarna
la voz repliego, el soneto germina.
III.
Puede agravarse más la circunstancia
hacerse imparable la rima diurna
ir de recreo a cantaleta nocturna
risa espasmódica y asma, sustancia.
Enunciado nasal, tos taciturna
sorteando sonora lacanomancia
sincérase la voz, extravagancia
sin cera, sin acera ¿será?; turna
al trasiego versal de aquel prelado
de cuyas mañas de estilo engreí
infanteril rigurosa labor
desvelándome la rima emprendí
divertimento del verso sangrado
paranomasia y destrezas de autor.
COSTUMBRES MASCULINAS
Frecuenta a hombres
los escoge de la soldadesca
(y entregándose a las sevicias carnales)
los azota con una vara de bambú
y bajo la seda
se complace en las marcas que deja el gajo
de sus escarceos amorosos y afición a los efebos
dice que son calumnias difundidas por los ministros
no tiene interés en visitar el gineceo imperial y su millar de hembras
—bajo sombrillas bordadas
jóvenes inocentes se comportan con vergüenza y con arte
durante el reinado del emperador amarillo
al sur del Río Azul
cuando llega la noche
una multitud de bellas mujeres prende como antorchas
y los hombres se precipitan a tomar sus flores
sus miembros de sándalo blanco —los brazos rémoras
sus labios de cúrcuma
sus senos medusas
sus nalgas de nieve
sus muslos cardúmenes
Nan Nan se ha lavado los pies con agua de loto
y se pregunta —como quien busca donde posarse—
¿es esto la felicidad?
mientras bajo un cerezo rojo
se oyen los rezos
de ciertas mujeres que nacen en cuerpos equivocados.
LAS MUJERES MANCHÚES SE DESCALZAN
Sus bellezas responden al sufrimiento
los ojos aguados
los pendientes de perlas —dos lunas nuevas que jalan brutalmente
y a paso tambaleante
los dedos blandos y perfumados
sangran los pies
y es un andar en algas glutinosas
y enjundia de anémonas estremecidas
baba y picapica
y ungidos en sal negra
las judías rojas de los pies.
LOS CINCO GRITOS DE LI XIANG Y UN SILENCIO
El primer grito de Li Xiang es una floración de ciruelos y viene acompañado de un
decaimiento de sus brazos voladores.
El segundo grito de Li Xiang es un sutra nasal.
El tercer grito de Li Xiang es el jadeo de la cabra que golpea sus cuernos contra una roca.
El cuarto grito de Li Xiang es el chirrido de la cigarra que prende al anochecer.
Esclava del placer, encordada en cuatro, desatada la trenza, hincada y dolorosa, para cuando la saliva le llena la boca y sus ojos son dos ráfagas de nieve, el quinto grito de Li Xiang se hunde en el agua de la almohada.
La voluptuosidad de su risa y de su llanto arriban a un silencio, que es la expresión
desahuciada de su miedo a la muerte.
INSTRUCCIONES PARA VISITAR CIUDADES
No ir a ciudades donde no haya museos
acariciar las paredes que tengan más de 60 años
por ejemplo, vaya al ventanal y acaricie el marco descascarado
el borde del cielo interior
abrace todos los árboles que le hagan señas
vaya hasta el banco del parque
acomódese ahí hasta que sienta el frío de la niñez
camine las calles angostas de la madrugada
los portones gastados del crepúsculo
llame y no obtenga respuesta
sea práctico:
siéntese a esperar el amanecer desde un punto alto de la ciudad
véala despertarse como una dama ajada
no se levante del desayuno hasta que se apaguen los faroles nocturnos
descubra el velo de las casas
sus olores íntimos
con whitman, lance su grito salvaje sobre los techos del mundo
indague en las nubes rosadas
tómele el pulso a la ciudad
camínela hasta el agotamiento
arrójese a lo secreto
baje al metro
a lo desolado
lo nimio
pregunte por coordenadas a su teléfono inteligente
y sobre todo, a los transeúntes que no sonríen
extravíe el alma
de rigor serán:
el río
el cementerio
los templos
el jardín botánico
el zoológico abandonado
las jaulas vacías
la buena mesa
y el fogón de los humildes
y siempre, siempre, visítelas en invierno.
AQUELLAS COSAS QUE MERECEN LÁGRIMAS*
Las cosas
la soledad que las rodea
las más amargas
una rodilla fallida
res nullius
las cosas
las desgastadas
cosas lagrimeras
la plata sucia
las postales vetustas de Paris
el pasaporte caducado en el fondo del cajón
acabadas cosas
imperturbables
la madre muerta
el cuchillo sin filo
el CD rayado de los Nocturnos de Chopin, por Rubinstein
el desagüe que gotea
la gata tuerta cosificada en la ventana
(¿cuándo tocará tirarla a la basura?)
el pene flácido
el desprendimiento del techo (¡otra vez!)
el sueño caducado
y el sopor de las horas
las omisiones del periódico socialistoide
la tumba interior
el afán ilusorio
la alegría infundada del carácter
el libro que no acaba de salir
la sábana amarillenta
los amores fallidos que nos tocaron
el hongo en la uña del pie
el pulso cardiaco irregular
el paso voraz de los días
y el ciervo fugitivo del poema.
*Sunt lacrimae rerum. Virgilio
Rosie Inguanzo nació en La Habana en 1966. Actriz y performer, puede vérsele caracterizando a Eslinda Cifuentes, en las performances que realiza junto al violinista y compositor Alfredo Triff. Administra y escribe el blog tumiamiblog. Ha publicado el libro de narrativa La Habana sentimental (Bokeh, Leiden, 2018) y los libros de poesía Deseo de donde se era (Nos y otros Editores, Madrid, 2001) y La vida de la vida (Hypermedia, Miami, 2018).