21 Nov 2024

367. POESÍA CUBANA. ROSIE INGUANZO

-09 Ene 2022
Poesía

 

DEPÓSITO DE CADÁVERES DE MEMORIAL PLAN

 

Hoy trajo flores de plástico

y son las puchas salvajes

unos claveles dramáticos

amarilis con ultraje.

 

Como así de tus huesitos

raíces tejen encaje.

 

—A mí me limpias la fosa

mija, no me la descuides

a tu padre nomeolvides

ponle, también una rosa.

—Adelfa y flor de peral

hortensias y cundeamor

traigo dientes de león

reconcomio y rosadal.

—Sé que no quieres saber

de tus hermanos mayores

son infelices los tres

sinvergüenzas sí, lo sé

los lloraba y los lloré

madre al fin; ya no los lloro

que aquí todo se acomoda

no te juzgo, fueron malos

pero eso ante Dios no cuenta

ya mis nietos son tres soles

Rosa Rosita rosada

en los peldaños sagrados

queda la falta saldada

el resbalón, los errores

los horrores atenuados

siendo todo perdonado.

 

Como así de tus huesitos

madreselvas encrespadas.

 

—Rosa por nombre me diste

y fui tu niña bonita

rubia como el girasol

mariposa y margarita

jazmines y caracol.

—Tú cuídate de miradas

de maldeojo y de traidores

sigue buena y afanada

que aquí se pagan favores.

 

Como así de tus huesitos

crecen flores de colores.

 

—Con la conciencia marchita

traigo azalea y begonia

crisantemos, campanitas

coloco con parsimonia.

—¿Nenúfares y eso qué es?

—Es una flor de laguna

narciso será el que ve

su tez lumbrada de luna.

Con escalofrío estético

rehago en tu tumba un vergel

ramillete de jacintos

las caléndulas en flor

una azucena precoz

y una lilia de papel.

 

Como así de tus huesitos

crece la belleza atroz.

 

—Ya no me arrastra del auto

ni hay pesquisa policial

ya no me corre detrás

con las tijeras, tributo

a la locura voraz

de la misma enfermedad

de tu abuela y tu papá.

Hermanitos que te di

de castigo y sin saber

de mi vientre la fracción

el daño, la maldición

y cómo de ellos pendí

de ellos no has tú de pender.

—Regaliz americano

rojizo púrpura aflora

trepador, engañador

de semilla colorá

y racimo pendular

que le gusta a Obbatalá.

—Arráncame ya ese ramo.

—Igualito a mis hermanos.

—Veneno es. Siémbralo allá

donde el sol casi no da.

Prefiero flor de algodón

y al mismo santo ofrendar.

—Hijos que te han de trepar

de desiguales los cuatro.

—Los lunares que los marcan

y que te fuiste a quitar

siendo la constelación

de la misma enfermedad

de tu abuela y tu papá

la marca, la mancha, el mal

que a ustedes vino a tocar

y temes y te da grima

te vas escapando ya.

—Me quedan las quemaduras

la cicatriz en la piel

del papel, en su blancura

muestra lo que bulle dentro.

—Que te sirva de asidero

el lance de la locura

te sale por la escritura

toda echadita a perder.

 

Como así de tus huesitos

plumeria, adelfa, oleandrina.

 

De floribunda y fragante

de trastorno trepidante

de camelia de color

trae racimo descollante

esta cuartilla de rimas

y lirios que al chupaflor

atraen de modo acuciante.

 

—No llores mi niña buena

ya no sangro por la boca

ya no tengo los pies fríos

(ya aceptada mi derrota)

ya no quiero llanterío.

 

 

PUNS HIDING PAIN

 

I.

 

Será el jueguito verbal deformante

multiplicándome el pungido juego

santa jarana a lo Cabrera Infante

puns hiding pain, destierro y santo cielo.

 

Parafraseo doy, soy habanera

haba-nuanced febril y trepidante

apego a la ciudad, alma sitiera

habaneril, coral, tiplesonante.

 

Habladera acústica de Pinot noir

todas las luces en el blanco, luz

todos los blancos en el blanco, luces

 

de amanecer en el trópico tonal

habanidad de habanidades, chuz

direte y calambur se dan de bruces.

 

II.

 

Ni chuz ni muz ni direte ni chuces

se igualan al destello de Caín

caí en ello, muestrario que me induce

bronquiales pertinencias y trajín

 

de mi habanero cantar, yuxtapuse

la ceñida palabrería afín

sentido arengar que el sentido aguce

palabreando susodicho confín.

 

San Cristóbal de La Habana pluviosa

dama ruinosa aquejada de sarna

sarna de dama aquejada de ruinas.

 

Exiliada, escritural y nubosa

la índole invisible me descarna

la voz repliego, el soneto germina.

 

III.

 

Puede agravarse más la circunstancia

hacerse imparable la rima diurna

ir de recreo a cantaleta nocturna

risa espasmódica y asma, sustancia.

 

Enunciado nasal, tos taciturna

sorteando sonora lacanomancia

sincérase la voz, extravagancia

sin cera, sin acera ¿será?; turna

 

al trasiego versal de aquel prelado

de cuyas mañas de estilo engreí

infanteril rigurosa labor

 

desvelándome la rima emprendí

divertimento del verso sangrado

paranomasia y destrezas de autor.

 

 

COSTUMBRES MASCULINAS

 

Frecuenta a hombres

los escoge de la soldadesca

(y entregándose a las sevicias carnales)

los azota con una vara de bambú

y bajo la seda

se complace en las marcas que deja el gajo

 

de sus escarceos amorosos y afición a los efebos

dice que son calumnias difundidas por los ministros

 

no tiene interés en visitar el gineceo imperial y su millar de hembras

—bajo sombrillas bordadas

jóvenes inocentes se comportan con vergüenza y con arte

 

durante el reinado del emperador amarillo

al sur del Río Azul

cuando llega la noche

una multitud de bellas mujeres prende como antorchas

y los hombres se precipitan a tomar sus flores

sus miembros de sándalo blanco —los brazos rémoras

sus labios de cúrcuma

sus senos medusas

sus nalgas de nieve

sus muslos cardúmenes

 

Nan Nan se ha lavado los pies con agua de loto

y se pregunta —como quien busca donde posarse—

¿es esto la felicidad?

 

mientras bajo un cerezo rojo

se oyen los rezos

de ciertas mujeres que nacen en cuerpos equivocados.

 

 

LAS MUJERES MANCHÚES SE DESCALZAN

 

Sus bellezas responden al sufrimiento

los ojos aguados

los pendientes de perlas —dos lunas nuevas que jalan brutalmente

y a paso tambaleante

los dedos blandos y perfumados

 

sangran los pies

y es un andar en algas glutinosas

y enjundia de anémonas estremecidas

baba y picapica

y ungidos en sal negra

las judías rojas de los pies.

 

 

LOS CINCO GRITOS DE LI XIANG Y UN SILENCIO

 

El primer grito de Li Xiang es una floración de ciruelos y viene acompañado de un

decaimiento de sus brazos voladores.

El segundo grito de Li Xiang es un sutra nasal.

El tercer grito de Li Xiang es el jadeo de la cabra que golpea sus cuernos contra una roca.

El cuarto grito de Li Xiang es el chirrido de la cigarra que prende al anochecer.

Esclava del placer, encordada en cuatro, desatada la trenza, hincada y dolorosa, para cuando la saliva le llena la boca y sus ojos son dos ráfagas de nieve, el quinto grito de Li Xiang se hunde en el agua de la almohada.

La voluptuosidad de su risa y de su llanto arriban a un silencio, que es la expresión

desahuciada de su miedo a la muerte.

 

 

INSTRUCCIONES PARA VISITAR CIUDADES

 

No ir a ciudades donde no haya museos

acariciar las paredes que tengan más de 60 años

por ejemplo, vaya al ventanal y acaricie el marco descascarado

el borde del cielo interior

 

abrace todos los árboles que le hagan señas

vaya hasta el banco del parque

acomódese ahí hasta que sienta el frío de la niñez

camine las calles angostas de la madrugada

los portones gastados del crepúsculo

llame y no obtenga respuesta

 

sea práctico:

siéntese a esperar el amanecer desde un punto alto de la ciudad

véala despertarse como una dama ajada

no se levante del desayuno hasta que se apaguen los faroles nocturnos

descubra el velo de las casas

sus olores íntimos

con whitman, lance su grito salvaje sobre los techos del mundo

 

indague en las nubes rosadas

tómele el pulso a la ciudad

camínela hasta el agotamiento

arrójese a lo secreto

baje al metro

a lo desolado

lo nimio

pregunte por coordenadas a su teléfono inteligente

y sobre todo, a los transeúntes que no sonríen

extravíe el alma

 

de rigor serán:

el río

el cementerio

los templos

el jardín botánico

el zoológico abandonado

las jaulas vacías

la buena mesa

y el fogón de los humildes

 

y siempre, siempre, visítelas en invierno.

 

 

AQUELLAS COSAS QUE MERECEN LÁGRIMAS*

 

Las cosas

la soledad que las rodea

las más amargas

una rodilla fallida

res nullius

las cosas

las desgastadas

cosas lagrimeras

la plata sucia

las postales vetustas de Paris

el pasaporte caducado en el fondo del cajón

acabadas cosas

imperturbables

la madre muerta

el cuchillo sin filo

el CD rayado de los Nocturnos de Chopin, por Rubinstein

el desagüe que gotea

la gata tuerta cosificada en la ventana

(¿cuándo tocará tirarla a la basura?)

el pene flácido

el desprendimiento del techo (¡otra vez!)

el sueño caducado

y el sopor de las horas

las omisiones del periódico socialistoide

la tumba interior

el afán ilusorio

la alegría infundada del carácter

el libro que no acaba de salir

la sábana amarillenta

los amores fallidos que nos tocaron

el hongo en la uña del pie

el pulso cardiaco irregular

el paso voraz de los días

y el ciervo fugitivo del poema.

 

*Sunt lacrimae rerum. Virgilio

 

 

Rosie Inguanzo nació en La Habana en 1966. Actriz y performer, puede vérsele caracterizando a Eslinda Cifuentes, en las performances que realiza junto al violinista y compositor Alfredo Triff. Administra y escribe el blog tumiamiblog. Ha publicado el libro de narrativa La Habana sentimental (Bokeh, Leiden, 2018) y los libros de poesía Deseo de donde se era (Nos y otros Editores, Madrid, 2001) y La vida de la vida  (Hypermedia, Miami, 2018).

 



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