20 Abr 2024

372. POESÍA ARGENTINA. AGUSTÍN MAZZINI

-30 Ene 2022

  

MONTREAL

 

I

De un cielo de ceniza cuelgan los puentes que unen un día al otro

mientras la noche pasa vestida de mendigo

y en las camas del Ejército de Salvación

los vagabundos sueñan con el hada de la heroína.

 

Por dos soledades vuelan besos de papel de diario

y jóvenes dibujan tazas de café sobre la mejilla de sus novias.

Entre las alas mojadas del boulevard y el humo del cannabis,

pasan traficantes enamorados de mujeres árabes

que en el hiyab escondieron la luna del Mile-End.

El color de mis ojos tropieza con el estuche de los saxofonistas del metro,

los nenes hacen el día más pequeño para poder guardarlo en el buzo.

El sonido de un tren destartalado me parte en dos el alma.

 

Reventaría a piedrazos los vidrios del Royal Bank

porque el capitalismo y el progreso nos roban un mundo libre,

dijo un estudiante suizo mirando al Mont-Royal: ese animal blanco

que espía detrás de las escaleras por donde la tarde

baja a toda velocidad hacia las luces de St. Laurent,

en tanto las sombras duermen en los parques a la intemperie.

 

II

El paisaje de Rue Parthenais

dice dame la mano, se mete entre las grietas del día

y, como en una sala de interrogatorio, baja la luz

para que yo no pueda ver las palabras

que se usan para decir lo que duele.

En sus callejones relinchan caballos con alas de graffiti

que los Hell’s Angels mean en la oscuridad.

Así, camino hasta quedarme sin camino

en lugares muy cansados de ser lugares

y tirito mi sombra en el perfume azul del Darling Bar.

 

El tiempo pasa como estaciones de metro.

El deseo quema papeles. La memoria

es un árbol talado a mitad de la autopista.

 

IV

Desde Rue Ontario a Boulevard St. Laurent

vas por la nieve con la carta de una mujer enterrada en tu cuerpo.

La sombra del miedo escribe palabras en la lluvia

y girás por el hueso de la tiniebla.

 

Contame ahora de tus libros y de la parte del amor

que no está hecha para vos desde hace tanto.

 

Hay que limpiar tus vacíos. Mirame. La vida te busca.

 

 

FRASES

 

mirá

la frase yo para vos 

gira en círculos como perro

la frase lo que me falta es tuyo

existe en un tiempo que no existe

 

en la frase alguien me despertó

una cabeza larga humo por las sienes

y en la frase la noche duerme en mi cuarto

una mujer no me quiere mirar

 

sobre la frase mañana será otro día

el cielo esconde una flor despintada

y la frase estamos juntos y amanece

es un muerto que sale de la muerte

arma un cigarrillo

y vuelve

a la muerte

en la frase estoy solo

 

alguien derriba la puerta

a la que el deseo llamó

para decir la frase no me busques

hasta que una voz le sonríe

por favor, espérame

 

tuve que morderme los labios

contra la frase no lo sabía

y un ángel se rompió al oír

la frase no te quiero ver más

 

cuando este incendio me busca

por la frase no sé qué más hacer

mi cuerpo es otra vez un lugar

ideal para tener frío.

 

 

EL ÁNGEL

I saw thee once ―once only―

EDGAR ALLAN POE

 

 

El ángel de la vergüenza de mi corazón llegando al tuyo

viene por la soledad de los dos y tirita de frío.

Sobre sus alas arden tus labios de Barcelona

y un beso que no nos dimos jamás.

En sus ojos, la ciudad de Granada

y vos, tan piel blanca sobre pelo rojo. Lu,

con España de ombligo,

el ángel de la vergüenza de mi corazón llegando al tuyo

viaja en vagones llenos de invierno,

llora en las aduanas, falsifica pasaportes,

discute con oficiales de migración.

Feroces animales de humareda

escapan de su voz, y en la última página del recuerdo

escribo las imaginaciones del querer

me ayudan a no tener tanto frío.

Con sólo mirarnos, él lo sabe:

la espera es un lugar que no está en ningún lugar.

 

 

EL PERFUME DE LA FLOR TATUADA

 

V

ATARDECER

 

No busco a los trenes que rumian

porque no durmieron en toda la madrugada

ni a los instrumentos de los médicos

que arden sobre la mesa de operaciones,

busco el color naranja que bordea

un cuadro de La Última Cena en un bar;

el gris amontonado de las avenidas

y el miedo a que el amor viva en esas mandalas

que venden por unos pocos pesos en la feria hippie.

La noche ya da sus pasos en estos laberintos.

Yo busco una palabra para los quioscos

y los hoteles en medio del incendio.

Una palabra que no se encuentra en ningún idioma.

 

 

VI

para escribir un policial negro

para Gonzalo Unamuno

 

Necesito un detective abriendo un baúl.

Un cadáver incendiado en un basural.

Una viuda negra limpiándose con un pañuelo.

Una ciudad gris, un callejón y un taxi.

Un dealer, una actriz, un empresario.

Una navaja, un revólver o cianuro.

Una ópera o un cuarto de hotel.

Un autor, una idea y una trama.

Necesito a la ambición y a la muerte.

 

De Poemas de Rue Parthenais (2021).

 

 

Agustín Mazzini (Buenos Aires, 1993) ha publicado los poemarios El cielo no termina de quemarse (Suri porfiado, Argentina, 2017), Poemas de Rue Parthenais (Editorial Difácil, España, 2021) y Su corazón, una moneda (Aguacero Ediciones, Argentina, 2021). Ganó el Premio Nacional “Bustriazo Ortiz” para Jóvenes Poetas y el XIX Premio Internacional de Poesía Joven “Martín García Ramos”. Fue becado por el Ministerio de Cultura argentino en convenio con el Conseil des Artts et des Lettres du Québec para una residencia de creación en la ciudad de Montreal.

 



Compartir