V
El verdadero suicida es el de oficio
el que no soporta su corazón de tabaco
mientras mira el horizonte
ese mapa natural donde se clasifican los recuerdos.
Cree en el amor
como un grito de auxilio ante la tapa del ataúd.
Busca el amor más que otro ser humano
aunque tenga podrida la mente
pues quiere una excusa para sonreír.
Es un Lázaro constante aunque el teléfono nunca suene.
La muerte es su única cosa seria
cuando la voz se le fractura y se hace invisible.
No reconozco ser más valiente
pues, en las despedidas muere hasta el fondo
para luego exigirse otra farsa.
El suicida de oficio
tiene que tragarse sus palabras
porque no tiene a quien decírselas
“posee una soledad comparada a sus ojos
que jamás podrán verse el uno al otro”.
El suicida de oficio
se mata en sus etcéteras.
De La Hora del Diablo (2018)
XX
Tic-toc… la vida es fulminante
tic-toc… otro mal presentimiento
tic-toc… hay vértigo dentro del reloj de arena
tic-toc… ¿acaso debo edificar un nuevo pretexto?
tic-toc… actúo en tu ausencia
tic-toc… el mar es turquesa y me abraza como un dinosaurio
tic-toc… el cementerio de tabacos crece
tic-toc… no hay respuesta
tic-toc… camino, me detengo, pero aún me recuerdo
tic-toc… la incertidumbre es la comida de los locos
tic-toc… utilizamos ciertas cosas después de la guerra, como el corazón
tic-toc… tengo más lágrimas que sangre
tic-toc… las manos vuelven a temblar
tic-toc… salud por las orfandades
tic-toc… “esta es la teoría del sepulturero: das todo y te entierran”
tic-toc… a pesar de mí, soy un ser humano
tic-toc… a veces escucho tu pensamiento y también digo NO
tic-toc… la ceguera es más absurda en un animal que jamás se dejó domesticar
tic-toc… llámame por mi nombre
tic-toc… escucho un no llores porque se moja tu lunar
tic-toc… destruirte sería como abrir de golpe una carta
tic-toc… el perro abandonado asume su situación pero mantiene la rabia
tic-toc… mi padre dijo: con mi muerte te salvo. Nunca más lo vi
tic-toc… inyéctame algo
tic-toc… la arena se acaba, pero ya sabemos que el suicida no llama a nadie
tic-toc… el sueño lejos de mi cabeza revienta en la orilla del mar
tic-toc… nunca evolucioné, los sentimientos fueron mi camino
tic-toc… el silencio no es respuesta
tic-toc… antes que caiga, ellos ya compraron mi ataúd
tic-toc… el BIG BEN seguirá girando
tic-toc… “te amo, te amo, daño quiero hacerte”
tic-toc… te espero
tic-toc… tejo pero no soy Penélope
tic-toc… el amor es el mar que se atrapa entre las manos
tic-toc… quiero que mi testamento seas tú
tic-toc… terminó el sonido de la arena.
De La Hora del Diablo (2018)
ENTREVISTA
¿Su inicio?
Una cuna vacía
¿Su estado de ánimo?
Una pregunta constante
¿Quién es usted?
Una mirada fija en el horizonte
¿Su felicidad?
La ventana que da al bosque
¿El amor?
La lealtad de los perros
¿El futuro?
No quiero morir
¿Qué le hace falta?
Otro mundo
¿Por qué no lo hace?
Lo hago en silencio
En definitiva, ¿qué quiere?
Caminar tranquilamente
no morirme de nada
no cazar fantasmas
en definitiva:
otra cabeza.
De La Hora del Diablo (2018)
NO HAY COMO CONFIAR EN LOS SENSIBLES
son complicados
cuando hablan nadie los entiende.
Están claros en el dolor
lloran cuando ven a la humanidad
sus ojos se enredan en las respiraciones.
Están en todo y no están en nada.
Cuando se callan parece que están serenos
pero en realidad sus pensamientos están desordenados
se repiten las cosas hasta convertirlas en fuego.
Cuando se deciden a vivir
encuentran muertos en su cabeza
y así caminan por las calles apretando los labios.
Como niños silenciosos se sientan a contemplar el horizonte
parece que algo se les va a reventar en el pecho
y sin fijarse en lenguas mal intencionadas
ponen sus ojos frente al suelo
como obligándole al cemento a responder los mil porqués.
Estos seres son insoportables
-eso dicen todos-
les molesta su existencia
ni su propia sombra los aguanta
nunca ponen en venta sus sueños
siempre están en huída
abrazando toda forma de soledad.
Aunque no lo dicen
no soportan los hastaluegos
cuando los visitan
todo se les acaba
se sumergen en el terror
y en su metro de espacio
lloran como huérfanos en medio del mundo.
No hay como confiar en los sensibles
fingen ser de hierro
pero sólo una caricia o un soplo en la cabeza
les basta para romperse entre nuestras manos
se quedan como muecas sangrientas
y nos hacen sentir seres frívolos
incapaces de amarlos.
De Tobacco Dogs (2013)
Ana Minga (Loja, 1984). Poeta y narradora. Libros de poesía publicados: Pandemonium, A Espaldas de Dios, Pájaros Huérfanos, Tobacco Dogs y La Hora del Diablo. También escribe narrativa cuento y novela breve. Reconocimientos: primer premio de relato corto de Villa Pedraza - España y primer lugar de cuento Museo de la Ciudad, Quito-Ecuador. En poesía: Primer Grito de Mujer, de Trujillo-Perú, Primer Lugar de Poesía Universidad Central del Ecuador. Su obra poética fue seleccionada en dos ocasiones para participar en el certamen de la Lira de Oro Hispanoamericana. En el 2017 fue nombrada una de las poetas transfronterizas más reconocidas de Latinoamérica por la UNAM y la Feria del Libro de Guadalajara. Es Comunicadora Social y ha ejercido el periodismo de investigación, dentro y fuera de su país. Es catedrática universitaria y perito judicial.