PREMIO DE AMOR DE VARADERO 2022
VERSIÓN XLI
El Premio Amor Varadero, fundado en el año 1981, incentiva hace más de cuatro décadas la creación poética en Matanzas, Cuba y parte del mundo.
Acta del jurado del Concurso Premio de Amor de Varadero
A los 12 días del mes de febrero de 2022 se reunió el jurado integrado por:
A fin de evaluar los poemas enviados al concurso Premio de Amor de Varadero 2022. Hay que destacar que se recibieron 135 obras de varias provincias del país, así como de nueve países lo que constituye, además de un récord, un hecho alentador.
Queremos resaltar que se trabajó con POESÍA de verdad, que caracterizó a muchos de los textos que leímos. Fue una lectura prolongada y exhaustiva desde el mismo instante en que comenzamos a trabajar. En general coincidieron nuestros criterios y seleccionamos un grupo de finalistas, alrededor de cuarenta poemas, número que luego fue disminuyendo hasta llegar a los resultados finales.
El jurado desea reconocer el trabajo desarrollado por los organizadores y las atenciones brindadas que han redundado en que se haya realizado un evento de calidad y al mismo tiempo felicitar a todos los concursantes, independientemente del resultado que hayan obtenido.
Por lo que la decisión final de este jurado es la siguiente:
Como constancia de todo lo expuesto arriba, firman este documento los miembros del jurado de concurso Premio de Amor de Varadero 2022 a los 14 días del mes de febrero de 2022.
Francisco E. Padrón Nodarse
Luis L. Pita García
Leymen Pérez García
EL VINO
Fue el vino el preludio al desvestirte
cuando llegamos a la cabaña
para entronizar el fuego.
Todo fue reconstruyéndose con palabras
añejadas en los astros,
una vía láctea en el lecho y las saudades
como si nos anudáramos y destrenzáramos
en la parra de las uvas,
aquellas esferas traslúcidas que mordimos
como la única vendimia
del amor
y de la carne
cuando el sol en los viñedos
fuera ese lenguaje de la creación que iría a nuestras manos,
al lagar
y a nuestras bocas,
con esa vehemencia de asir
el tallo de las orquídeas
y despetalarnos
con el universo girando con su música,
sin nuestros vahos en los espejos,
sin nuestra lluvia lunar,
sin nuestra ropa.
Volvemos a erotizarnos con esta bebida
concebida en los Montes Zagros
donde cae sacra la nieve;
aromatizada con terebinto o cornicabra
y que hoy se agita dentro de una copa de cristal bruñido
y que hace descorchar a las botellas
acariciadas del deseo.
Desde un tonel escuchamos
el vértigo de la divinidad y así va a tus labios
que luego catarán mi lengua en los solsticios
siendo el libante, el sommelier,
el abstemio y el dipsómano de todo lo que en tu cuerpo ocurre
como una cava;
recordando esa pacífica y energúmena copa de vino,
que fue más que el acorde inmemorial de nuestra noche;
ese magnífico preludio amatorio al desvestirte.