ESA DEUDA ADQUIRIDA PARA LA EDUCACIÓN EN EL EXTRANJERO
El pago de la deuda debe ser completo
MANUAL DE DERECHO CIVIL
este tintineo de futuro
este caminar de pato y el niño y la niña
y el límite que separa el lenguaje
del pío pío doloroso
que agria la leche
que traigo y cargo con su peso
hasta la casa
y en mi ilusión hace fuertes mis brazos
y el niño y la niña que llevo de la mano al colegio
para quienes cocino desayuno y siempre fruta sobre la mesa y la digestión de la fruta por las tardes después de largas jornadas que los clavan en panzas de una gran y otra deuda pero al final la misma
y la forma de intimidad que yace en nuestros genes que no es identidad
pero también lo que sea que sea la identidad
esto de aquí también soy la deuda
y este pelo recién cortado
y ese árbol rosa conmoviendo desde el centro del otoño
y la parte inferior de la pupila
marcada con cuidado por el delineador
para que de ahí surjan ojos negros de redundancia
que haya de donde inducir un más allá, una profundidad, una idea de alma
o al menos de sujeto
algo
más que este aquí donde me ven
55.360.12 dólares que hacen de cada día un crecimiento
no espiritual
no en altura
no como decía Soraida
cuando yo era pequeña
que si estiraba y estiraba los brazos justo después de despertar, pero solamente así,
crecería
si lograba estirar los brazos
hasta más allá de la cama
podía estar segura
crecería
ya quisiera en altura haber crecido
como la deuda crece hacia un desfile de números en rojo
roja la deuda se interna en esa carta
en la que un hombre al que una vez amé escribió:
me fui a caminar para tomar unas fotos y las vi, serpientes rojas con plateado, entrelazadas, bañándose entre la corriente, casi se me para el corazón
mi deuda y su entrelazamiento
entre esa no panza nacen miles
no podría decir cuántos
los intereses sobre los días
que no suficientemente largos
para el volumen de la deuda
ya los intereses cuelgan de los intereses
se deslizan en rojo
del 7 al 12 por ciento
del periodo de gracia a la desgracia
invitar a la deuda a compartir intimidad
a ser alérgica a los gatos, al polen, y a cosas increíbles como las hojas de papel blanco
invitarla
ven
cómo metería mis dedos en tu aliento
a mi tiempo haciendo cuentas, tiempo restringido de los encuentros con los cuerpos amados, tiempo clausurado para nada que no sea cumplir con los pagos mensuales,
cómo metería mis dedos en tu boca o mi libertad que apesta a esa manzana que se deja y se arruga en lo más, mi libertad, ni una imagen, mi libertad o una ironía más parecida al caucho y como el caucho blancuzco y masticable
en tu baba
nos erizamos ante ti, tú, que no eres figura a la medusa
tú, que ante ti cifras
y trazas rigidez que si opongo resistencia
quedaremos sin
¿casa?
si tajo cada lomo de mi tiempo
con qué parte de mi cuerpo he de pagar
si no hay manera de pesar mi páncreas
carne y deuda apretando
hasta que el chorro brota
carne y deuda apretando
hasta vaciar sobre la pesa de cobre
el placer equivalente al peso de la deuda
el más cercano al corazón
sin derramar ni una gota de sangre
MUCHACHA ANTE EL ESPEJO
esto de creerse centro
tanto que no se puede
rozar más que la cáscara
ácida de una misma
no digestiva del
cómo me estarán mirando
cómo me estarán sintiendo
semejante criatura ante el espejo
muchacha subterranizada
de esculcarse gorditos y
manchitas y pelitos
con el más descarnado matiz
en qué momento el malestar
ante el bulto y la celulitis
que a esta luz pone a vibrar el culo
en qué momento dizque
el correcto lavado de los dientes
sin desgastar el cepillo
y la forma de escribir puntuando
aquí tildando el hiato de la vocal
cerrada con las palabras en
blanquísimo orden
y la manera de comer con tenazas
separando los dedos del sabor
clausurada la boca ante
el mordisco y el jugo
que sale y chorrearía
a reventar miradas
y para orinar, verticales
y para parir, serviciales
donde no se vea donde no se huela
donde no se unte
donde no se manche
donde lo expulsado
salga oculto con todo y
su gran funcionamiento
LA MACETA DE VIDRIO
la pulsión con que se despelleja el pollo
y se siembran semillas de cilantro
en la maceta de vidrio
de la orquídea que se creía muerta
hasta que en la desesperanza
surge la flor ampliada de blancura
justo cuando evaluábamos qué hacer
con la maceta
tan bonita
tan inútil
tan a la medida de la orquídea viva
que mandó de regalo la novia de mi papá
treinta y ocho años menor que él
dos años menor que yo
ondas y raíces crecen y se dilatan
la abuela pronto tendrá noventa
dicen que poco ha cambiado
su sangre de amor por las flores
las vajillas, el charol, la remolacha
la piel de cebra arrugada en mitad de la sala
dicen que poco ha cambiado
y en su postura un giro hacia lo blando
la orquídea se alza
ocupa el cuarto donde la creíamos muerta
el cuarto crece y se ilumina y es más amplio
y hasta se siente bien estar aquí
la vecina muere a los cuarenta y cinco
un cáncer, agonía de dos años
tan joven
mi esposa falleció, dice el vecino
ahora solo
con los niños pequeños
el letargo del dios que lo acompaña
y le cuelga en los párpados
la solidez del pétalo
un negro entre las uñas de quien se aferra
a la medida de lo inesperado
AHORRAR
pan nuestro
acera nuestra
no debe
desperdiciar dinero
no debe
enamorarse
no debe
decir de más
y la mamá
su tragedia de inmigrante ilegal en Arizona
y el papá
sus mujeres de quince tetas grandes uniforme católico
las estrías
y las revoluciones de nariz aguileña
apellidos judíos
bañados en grasa de marrano
café negro
sin leche y sin azúcar
guaduales mulas ríos
remolinos y primas
terratenientes de sombrero
trajes y educación en Londres o París
la muerte se abalanza
entre generaciones
escarba en las muelas de los nuevos
por ahí cuando los borrachos
salen y miran recostados en postes
se aprende entonces a querer a las ratas
qué valientes
arriesgar su vida
por un pedazo de periódico
para alimentar quién sabe qué vientre
qué óxido
y la gente al lado
contando
que un cadáver
tres días
eso le pasó por fumar crack
aunque no ha visto una cobra
sabe que tiene sus ojos
aunque no ha olido un zorrillo
su almizcle ya está aquí
la muerte de los otros
aún no la ha tocado
espera no invocarla
¿y si le hace una propuesta?
diría su papá
que se está prostituyendo
porque eso o lavar platos
es lo único
que se puede hacer
allá tan lejos
pronto le escribirá una carta
le dirá que hay peores
que tiene amigas que se acuestan con sus editores
que más de una vez
han quedado
atascadas en la uña de un topo
entonces
muerte
qué opinas
si te hace cositas
y por la mañana te lleva el desayuno
de jugo de naranja
y huevos con cebolla y tomate
muy a la colombiana
¿prometes una tregua?
¿cómo te gustan los huevos,
muerte querida?
Fátima Vélez Giraldo (Colombia). Poeta, narradora, profesora de literatura y gestora cultural. Magister en Escritura Creativa en la Universidad Nacional de Colombia y en la Universidad de Nueva York. Fue fundadora de la residencia para artistas Residencia en la Tierra. Sus cuentos, poemas y ensayos han sido publicados en diferentes blogs literarios y antologías. En 2015 la Universidad Externado de Colombia publicó su libro Casa Paterna, una selección de poemas de cuatro libros inéditos: Orillas, Diario del refugio, Diseño de interiores y Del porno y las babosas, este último, en colaboración con la artista Powerpaola.