1 DE MAYO
Saliva salpicando el saludo
sus labios temblones sobre la mejía
sus ojos eternos penetrantes
fue todo tan simple
como extender una mano y sonreír.
Su saliva en cambio
se fue viajando desde el rostro
aumentando densidad entre los senos
el desvelo haciendo de las suyas
la saliva deslizando sosiega
reproduciendo sensaciones
había que desayunar y ganar fuerzas.
Su saliva entretenida entre alimentos
degustando el nervio justo
la calma en desbandada hace miles de minutos
su boca sonriente invita al beso.
Su saliva desciende
hurga el ombligo y se resbala
palpando la mohosa hendidura del deseo
labios carnosos que desatan todas sus amaras
dientes filosos que vulneran y acarician.
Todas las inconsistencias
rodando saliva dulce
hacia la entrega.
7 DE MAYO
Amaneció mi aliento entre sus piernas
recorriendo hondonadas
verdes manantiales a mi paso
salobres moluscos serpenteando
esencia agridulce en la punta de la lengua.
Su vulva en mis dedos despertando
agudo alarido anhelante
que me clama
que me urge
que me engulle.
Hace tantas noches
no amanecía la vida
en la boca de un orgasmo.
NO SE CONECTA EL CORAZÓN
en el entramado de las calles
donde el simulacro de alegría
va exiliando la certeza
de saberme en tus acciones
equivocadas o no
nuestras manos imaginan nudos
en que habitan los desaciertos
donde fecunda el miedo
al sentimiento vacío en el estómago
que te clava la ausencia
que te araña la vida
que va llenando la lágrima.
No es el momento propicio
no hay en ninguno de los flancos
una brizna de esperanza
sencillamente el dolor
atragantándose tu cuerpo
es el dueño del espacio.
a K.R.
CUARENTA Y TANTOS AÑOS EN UN CRÁNEO
que ha dolido hasta saciar su cuota de espanto
corro tras los escombros de un tiempo que no fue mejor
que este perverso día en que no quiero más
que tirarme panza arriba al sol
y dedicarme veinticuatro horas
a llorar los llantos contenidos
en el esplendor de mi sonrisa
me duelo y me desvisto
para celebrarme.
Tantas pieles en mi bruno
descoloriéndome
conjugando mis mentiras y verdades
urgida de amargas tempestades para izar
el estandarte multicolor de tu sonrisa
colgarme insistentemente
de un tiempo que engendra catacumbas
entre mis deseos
me lloro y me desangro
para celebrarme.
No
No voy a olvidarme de mí
No voy a volver a mí
No voy a llenarme de mí
No voy a huir de mí
No voy anestesiarme
la impostura es mi estigma
necesito un solo instante para abdicar
de tanta mierda
me hundo y muero
para celebrarme.
Muchas veces la madrugada
se confunde
me abrasan hordas cómplices
no hay un lado del lecho donde esté a salvo de mí
y todas las inconsistencias juntas se disparan
sería bueno amanecer un día de estos
muerta de amor
y no de hastío
solo para celebrarme.
II
¡Sí! tiene toda la razón
no marco los ritmos ni lo intento
apenas subo bajo ondulo serpenteo
emociones y letras transforman
cualquier extraña tiranía
que pretenda constreñirme.
¡Sí! tiene toda la razón
emancipada en la esquina
de todos los valeverguismos
me vivo cagando de la risa….
NO EVADO LA EMBOSCADA
de tu nombre
que expropia mis clases,
rompe el inventario
de mi calma,
hipoteca coordenadas
y hemisferios a tu espera.
Te veo,
congestiona el corazón,
se iluminan todas las alquimias
de la historia,
mis pupilas
no dan abasto,
y no importa si es de mañanita,
si nos atrapa la noche,
viéndonos
abrazándonos
a tu sonrisa y a mí.
A Leonora.
LOS DÍAS VAGAN ENTRE MIS ANHELOS
y mis letras viajan hacia vos
sin que te des cuenta
se desnudan en tu nombre
y garabatean esperanzas
que guardo en el baúl del corazón.
El tiempo es mi aliado
y mi enemigo
te acerca y te aleja a su antojo
y el tropel en mi sangre
despierta con tu imagen
que amanece y anochece
sobre mi almohada
a mi costado.
No sé qué hacer
no sé qué deshacer
para atrapar la realidad…
o dejar que el amor
instale vendavales
en tus labios.
HOY TE VI
desde el recuerdo
con tu risa terriblemente coqueta
en aquel ventanal de Filosofía
con tus insolentes ganas
de robarte mi tiempo
para conjugarlo en tu presente
con tus manías
—que resultaron perecederas para mí—
de conjugar mi sangre
en las dulces batallas de la piel
cambiándoles adjetivos a mis problemas
hasta convertirlos en tuyos.
Una quizá valora
—como yo en aquel momento—
que el amor no lo llena todo
no lo soporta todo
no subvierte los miedos
y sin embargo
una se atreve a tener fe
atasca las compuertas
clausura desencuentros
cierra filas
se eleva cual piscucha
y no encuentra límites en el firmamento.
Luego una desciende
—viste—
y empieza a verse desde afuera,
mientras aterriza
se descubre estigmas profundos
arquetipos que busca romper
bestias concupiscentes
e intenta no estrellarse
en el esfuerzo de sobrevivir.
Después una pasa revista
—como un absurdo recuento—
y se lanza a las calles
proclamando en nombre propio
que hay motivos y espacios suficientes
para existir.
Lo que evidentemente una ignora
—como yo hasta hoy—
es que los ayeres asaltan
más cerquita que llegando a la esquina
apuñalan de frente
minan el paso hacia el mañana
y te golpean las neuronas
porque el sentimiento
—entiéndase amor—
una prefiere empaquetarlo
entre viejas tuzas y algodones
y lanzarlo debajo de la cama
al último rincón de algún
raído ropero de atrás de la vida
para no topárselo ni por accidente.
Y entonces una se sienta a escuchar la madrugada
que hablando desde mis manos
—trillado el tema o no—
se interna en el dolor,
escribe y escribe
tratando de ignorar
que esta ausencia lacerante
es simplemente la soledad
que tu sonrisa rompió
en aquel principio.
En este punto es muy posible
que me fume las amarras
y se detenga la anestesia
—algunos minutos—
entonces siento en primera persona
y lucho ferozmente contra mí
me desquicio en el suplicio
de no llegar hasta tu oído
a contarte todas esas barbaridades
que esconde el corazón
y que en estas edades
—propiamente tuyas—
cansan, hastían y sofocan.
Menos mal
que una tiene el privilegio
de sacarse estas cosas
en compañía de las letras
y tirarlas
—si a una le parece—
al cesto de la basura
para conectarse nuevamente
la hipócrita dosis de calma
—sin molestarte—.
Kenny Rodríguez (El Salvador). Poeta, abogada. Egresada de la Maestría en Estudios de la Cultura Centroamericana. Perteneció a los talleres literarios, “Shilut” de la Ciudad de Quezaltepeque y Xibálba. Ha recibido distinciones por su poesía en Juegos Florales Nacionales y certámenes universitarios. Ex presa política, su testimonio está incluido en el libro “Tomamos la Palabra”. Mujeres en la guerra civil salvadoreña (1989—1992). Ha publicado Cuarto Creciente, Cárcel de Mujeres, Libro Secreto, Concierto para Eva I y II y Una mujer cuelga del calendario.