24 Dic 2024

419. POESÍA MEXICANA. BLANCA LUZ PULIDO

-04 Abr 2022
Poesía

 

PAISAJE CHINO

 

Más allá

de lo que puede verse

late un blanco espacio

 

(ese que los chinos

elegían no representar

en la parte de sus cuadros

donde la tierra termina)

 

El cielo no podía conocerse

por eso

se quedaba sin pintar

 

Cierro los ojos

Floto en ese espacio lejano

para adivinar lo que no alcanzo

 

Espero

que lo desconocido se muestre

que aparezca

 

Mañana es ayer

y entre las manos sostengo

el blanco cielo chino

donde se encuentra

lo que ha de ser.

 

 

LA ROSA DE MAGRITTE

 

Encerrada, gigantesca, en espera de no sabemos qué, la rosa de Magritte nos mira. Nos mira como un gran ojo inmóvil, presa y sola.

 

No sabemos si alguien algún día podrá responder la pregunta que nos lanza, muda.

 

No es la rosa sin color de Villaurrutia,

y no sabe qué hacer con su rojo indescriptible, con su rojo para nadie.

 

Y me darían ganas de entrar en la habitación en que se encuentra, donde no hay tiempo ni lugar, y abrazar sus monstruosos pétalos fragantes, y decirle: ya no estás sola, estoy aquí, encerrada contigo en un cuarto sin puertas y sin aire.

 

Y perderse en la sombra de su sangre, y nunca más volver.

 

 

LA ALEGRÍA

 

La más honda verdad es la alegría.

CLAUDIO RODRÍGUEZ

 

¿De qué oscuro latido,

en qué filamentos de luz

nace la alegría?

 

¿Por qué aún en medio de las sombras

surge, obstinada como flecha

que la tormenta no desvía

del blanco?

 

Recién nacida eterna,

sus manos ávidas

no se cansan de lo simple,

de la tierra y su olor elemental,

y ni el revés ni el golpe la destruyen.

 

No es necesario que llegue en medio

de la novedad o el fuego,

no desplaza mareas ni continentes

pero mírala aquí, en el pico

del gorrión que busca el pan de la mañana.

 

Hay alegría

en el vértigo del sueño

en las sombras de los árboles del patio

en la serenidad de los encuentros merecidos.

 

Es una principiante la alegría,

alzando en el aire sus pequeñas alas

antes de que la razón las corte.

 

 

NUDOS

 

Qué es la vida

sino nudos,

una serie de nudos

enlazando los días.

 

Algunos pueden desatarse,

son claros su punta y su final,

la soga es dócil, flexible.

 

Otros son de arcilla,

nudos de lodo o piedra

que al romperse nos rompen,

 

sin haber desatado

el centro de su enredo.

 

Cada quien teje los hilos

de su nudo particular,

íntimo,

 

terca madeja

que sólo soltará sus redes

al final,

cuando los pies, con sueño,

crucen la puerta tras la cual

todo nudo se deshace.

 

 

LIMPIEZA

 

El poeta no puede más que escribir
una obra fragmentaria.
GUILLERMO SUCRE

Esbozos, líneas,

restos de inquietudes

aparecen al revisar

mis libros,

mi casa,

mis costumbres.

 

El orden que imagino restaurar

nunca ha existido;

¿qué proyectos albergaban

los desvaídos apuntes que me miran

como saliendo de un sueño sin sentido?

 

Deshago telarañas y cuadernos:

escribo entre fragmentos

que me olvidan y olvido.

 

 

VARIACIONES SOBRE UN TEMA DE TORRI

 

Mi voluntad dormita bajo la superficie brillante
y negra de una taza de café.
JULIO TORRI, El ladrón de ataúdes

 

Ante la primera taza de café del día, miro la columna de vapor, perezoso y lento, que la superficie exhala. Mi voluntad se vuelve caprichosa y la más leve ráfaga de aire la dispersa. Las formas del vapor son diversiones del azar, un azar ante el cual mis empeños pierden fuerza.

¿Y para qué, para qué esto o aquello, o ni esto ni aquello? Mi matutino deseo de administrar las horas, y las tareas entrevistas hace unos minutos, ahora son sólo proyectos, vagos apuntes en el ánimo. Mis planes se diluyen como la cucharada de azúcar en la taza. Aquella claridad de hace un momento me parece absurda: mi libertad ha sido siempre un engaño, una ilusión. En cambio, el café, el calor de la taza... su aroma en que se conjugan centenares de sustancias, esperando que las beba para comunicarme algo, aún no sé qué, pero esencial; sólo eso importa, es el único reino a mi alcance, y en él no hay imprecisiones, nada que elegir. Bebo su oscuridad, me escribe su tinta. El mundo entero podría hoy, tal vez, re- construirse y girar, un día más, en sus innumerables engranajes.

 

 

Blanca Luz Pulido (México). Poeta, ensayista y traductora. Publicaciones en poesía: Raíz de sombras (1988); Reino del sueño (1996); Los días (2003), Pájaros (2005); Al vuelo (2006); La tentación del mar (2012); Cerca, lejos. Antología personal (1986-2013) (2013) y Poderes del cuchillo (2015). Poemas suyos se ha traducido al italiano y al inglés, y en 2013, la editorial Mantis publicó una traducción de su obra al portugués: Libreta de direcciones / Caderno de endereços. Antologia de poemas 2005-2013. Ensayos: Una familia de árboles. Reflexiones sobre los libros y la lectura (2011) y Cartas lusitanas. Notas sobre poetas y narradores portugueses (2012).

 



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