COMULGA EL AVE CON EL AIRE,
el vuelo en el vuelo
y la distancia no persigue nada.
Un océano de luces, vertical.
La rama flota en su música.
Recorta los perfiles
solo el ojo en la mirada.
De Llumantia Ilíquida
MÁS ALLÁ
A Antonio Colinas
Desvelar el secreto de los símbolos.
Desnudarse. Quedar a la intemperie de lo vivo,
como animal de aire.
Sentir el hueso, la materia.
Sentir que tú traspasas
su fina capa y trasciendes.
Que por tus plantas, la vida subterránea
es energía de astro.
Humus. Kilómetros de espesa raíz.
De piedra mineral.
Que por tu vientre, la fuerza
es núcleo, celebración.
Que por tu pecho, las flores
y en las manos, su palma,
una luz como de ramas se hila con las copas.
Todo es un bosque a la escucha.
En la danza.
Tus ojos sostienen el vuelo del pájaro.
Su vuelo levanta tu frente
más allá de las cumbres.
Más allá de la nieve.
Del rumor inaudible. Más allá.
De Tus ojos sostienen el vuelo del pájaro
CANTO Y LATIDO
Así, en el temblor del aire,
en el tejido fabuloso de la tarde,
en el hilado profundo.
Canto y latido en las ondas
vibra mi vida.
De Llumantia Ilíquida
DE LA ESCRITURA
Cuando mis ojos perfilan el roce
del ala en el aire,
descifran el fuego.
Cuando mi oído alcanza
la tensión del átomo en la vida.
Cuando mi piel inspira
la temperatura que fuera
de mí —en sinergia—
circunda y se inflama,
soy el lobo al acecho de toda verdad.
Fiera de fauces y garras.
Encrespada. Devoro.
Después, el cazador de la noche
abrirá mi vientre y me hundiré,
de nuevo,
en la rutina del pozo
cargado de piedras.
TEJIDO DEL MUNDO
La nieve me ha vestido
con su plumón de nube.
Corrientes de los ríos
besaron mis mejillas.
He bebido del manto de las flores.
Me ha embriagado su perfume de incienso.
La tierra en su extensión.
Bandadas de pájaros sobre mi frente
sorteando el mar.
Crespón de las olas chocando
en el dique de mis dedos.
Húmedas hojas de los chopos.
Sonido de larvas recién nacidas.
Peces de fondo en el estanque.
Vida levantada sobre sí.
Tempestad en los ojos.
Tejido del mundo.
Erguida luz sobre la luz. Hacia la luz.
Universo. Latido.
Fósforo en la piel.
HAY ALGO EN EL AMOR
Hay algo en el amor que pertenece
a este mundo
GONZÁLEZ IGLESIAS, J.A.
Hay algo en el amor
que no nos pertenece. Que es fuga.
Algo como esta luz diaria
que no es nuestra tampoco.
Como el calor que deja el cuerpo
en las estancias, entre las sábanas.
Que se evapora y resiste de algún modo.
Respiro. Cuerpo de átomos el aire
me acontece y es la dicha.
El solo aire, tu dicha
en mi respiración.
A cambio sé que venceremos.
La fuga de tu aliento sobre el mundo
se curva entre las flores,
amenaza a la muerte,
sortea precipicios y ya solo
el viento puede ser
lecho de especias,
resistencia fecunda
de la vida.
De Tus ojos sostienen el vuelo del pájaro
¿CÓMO NO AMAR?
—azar o rosas—
la carne que te ronda,
los astros que circundan,
aire que, cuerpo o nube,
—piedra o cristal—
nutre y se inflama y disuelve
dióxido, molécula, arroyos
de ternura
tus labios en mis dedos
de agua
tu piel entre mi piel
de espuma.
Inédito
Mónica Velasco (España). Poeta y docente. Publicaciones: Trazos: en torno a Anglada—Camarasa (2018), en coautoría con el insigne Premio Nacional de Poesía Antonio Colinas y nacido al calor de Les Converses Literaries de Formentor y Llumantia Ilíquida (2019). El volumen en edición numerada y bilingüe español—inglés Llumantia ilíquida — The Wavering Blaze (trad. Collin Reyman), con ilustraciones de Carmen Borrego, incluye dos textos inéditos. En 2022 saldrá a la luz su último poemario Tus ojos sostienen el vuelo del pájaro, (ed. Diputación de Salamanca).