23 Nov 2024

431. POESÍA PARAGUAYA. SHIRLEY VILLALBA

-17 Abr 2022
Poesía

 

Nos acercamos a la obra de la poeta paraguaya Shirley Villalba y pensamos en la hendidura, en la grieta que se profundiza en la exactitud de la bala concentrada de sus imágenes. Penetras ese universo atravesado por el doloroso goce metálico y la carne se abre en la noche venenosa, en el cinismo —escisión de lo humano—, para cerrarse sobre sí misma.

El hombre habla del hombre —nos dice—, “ese algo que ya no conoce” para convertirse en su propio lobo. Entonces, la poesía apunta acertando, en la exquisita brevedad de la palabra, un tiro de gracia donde la víctima, herida de muerte, parece detener el continuum de la absurda existencia, del vacío. Para qué derrocharse en agonías cuando la literatura nos muestra el termómetro que la alimenta: una cara es paradoja y la otra metáfora velada en el aforismo, todo aderezado, con cierta dosis de incredulidad que penumbra un fresco cadáver cuando nos acusa mientras:

 

el agua lo mira

como un buitre a su presa, mientras se despluma un rezo

sobre el pequeño abismo de sus alas

 

sopla la playa

sopla su impasible culpa

 

cada orilla de su boca es un desierto de agua

 

salmuera adentro, salmuera afuera,

el niño ya está muerto

 

Nace el ser temprano en el lupanar de la culpa, su rito se repite en bucles cuando el cuerpo apalabrado proyecta toda la precariedad que le es propia. Así la marea se eleva como un ave de muerte sobre el viento y estos poemas pasan a ser pequeños filos donde se ensortija el miedo, corazón de la palabra-cuerpo.

Conviven los fogonazos de versos a quemarropa y manuscritos que proyectan una geografía epidérmica de espasmódicas formas. Shirley despliega sus artes con destreza circense, apuntando las imágenes como una lanzacuchillos que bosqueja un contorno alrededor del objetivo sin atinar jamás en el centro:  

 

Para que las palabras no me maten.

Muero en ellas, no con ellas.

 

El arte de los puñales obedece a reglas físicas y para que suceda, entran en juego la perspectiva, el recorrido y la precisión de quién apunta, tanto como las revoluciones con las que gira el cuchillo, la posición del cuerpo de quién lo lanza y del blanco. Ante tan certero y preciso arte de la creación, solo podemos inclinarnos con reverencia y aunque a algún ojo y olfato, poco entrenados, pudiera tomar desprevenidos nos quedamos con el gustillo de la breve ironía. Esos puñales hechos palabra afirman el pulso que la poesía obra sobre quién la empuña.

 

Amarú Vanegas

 

 

SABIDURÍA DE LOS GRISES

 

y miras la distancia con el azul de la nostalgia

y sigues muriendo un poco cada día

 

y miras las cenizas con el gris de la llegada

y empiezas a morirte más que ayer

 

y miras tus cabellos y tu cuerpo transformados

y con la sabiduría de los grises

descubres con enfado

lo que has perdido sin saber

 

De Penumbra hembra

 

 

SACO Y CORBATA

 

tengo un corazón

que viste de saco y corbata

 

cada vez que te veo

se me desacomoda el aire

 

se me erizan

las cejas en la espalda

 

se me anudan

los ojos en la garganta

 

y la voz

se me escapa por los pies

 

De Penumbra hembra

 

 

CORAZONADA

 

Estoy aquí, mirando como el espejo me mira

y yo amontono en su mirada, todos mis rostros.

 

De Animal marcado

 

 

CINISMO

 

Cosa rara, el hombre hablando del hombre.

El hombre hablando de algo que ya no conoce.

 

De Animal marcado

 

 

CIMENTACIÓN

 

Me abajo para arribarme.

     —  Si quiero llegar a esa altura…

Tendré que cavar más hondo.

 

De Animal marcado

 

 

APARTAMIENTO

 

Ayer soñé que te amé y soñé que me amaste.

Nada más distante.

            Nos amamos en tiempos distintos.

 

 De Animal marcado

 

 

SORDERA

 

Fundamentalmente, esa voz que no me oye, es la mía.

 

De Animal marcado

 

 

APALABRAMIENTO

 

Para que las palabras no me maten.

                                 Muero en ellas, no con ellas.

 

De Animal marcado

 

 

BIGOTISMOS

 

pintó el rostro de la nada, lo disimuló con ganas

le inventó un bigote feroz

                               y dijo que era su padre

 

De Animal marcado

 

 

CONTRA-CONTEMPLACIÓN

 

no me siento triste

              no me siento mal,

¡no me siento dije!,

            como quién no está

 

De Animal marcado

 

 

EL CADÁVER QUE NOS ACUSA

Recordando a Aylan Kurdi

 

el tiempo ya no lo cuenta

en ningún grano de su arena

 

y cae el sol de luna solitaria

como el mar en los signos

 

las nubes son un vacío

espumándose en la huella de otras sales

 

el agua lo mira

como un buitre a su presa,

mientras se despluma un rezo

sobre el pequeño abismo de sus alas

 

sopla la playa

sopla su impasible culpa

 

cada orilla de su boca es un desierto de agua

 

salmuera adentro,

salmuera afuera,

el niño ya está muerto

 

y la marea de su cuerpo se eleva

como un ave de muerte sobre el viento

 

De Animal marcado

 

 

PALABRAS DE UN PERRO

 

cada vez que saco a pasear

a los dientes de la rabia

me estiro y tiro

hasta aflojar la cuerda

mientras mis pies envenenados de veredas escapan

yo

corro despavorido

con el eco tortuoso de un ladrido embozado en mi quijada

 

y me persigo

y sigo con la lengua afuera jadeando pasos

pasos que me siguen si yo sigo

 

y de tanto correr me alcanzo y me acerco a mí

como un aullido magullado de cansancio

 

y muy despacio me husmeo

me huelo

y me encuentro orinado de sudor

chorreando sed por los ojos y me siento

y me desconozco tanto

¡tanto!

¿quién soy?, me pregunto

con las orejas, babeando en mi boca una respuesta sin respuesta

 

entonces

yo me atrapo me acolmillo

y me muerdo una soga al cuello y me llevo a casa como un perro

 

De Animal marcado

 

 

DORMIR EN EL AIRE

 

asisto a ella

para intensificarme

y verificarme

en su constante lengua

 

asisto

al palpito de la sangre

que un día fue placenta

 

trombón

y cuerdas,

del aire dime tierra,

temblor- pulso

y seña,

 

dime por qué me haces?,

 

asisto a la palabra

para ser en ella

como lo fui antes:

                          libre

 

Inédito

 

 

Shirley Villalba (Paraguay). Su primer poemario, Penumbra hembra (2005); al que seguirán la plaquette titulada Transparencias (2008) y Animal Marcado (2015) con una selección de poemas y aforismos; este último se encuentra en la Colección Iberoamericana Primavera Poética (Perú, 2020) y la Colección La Hoja Murmurante (México 2017). Otros poemas de su autoría han sido incluidos en Antologías Internacionales. Actualmente es Codirectora en la organización del Festival anual de Poesía Ombligo Lírico, uno de los eventos artísticos de poesía con más impacto en el Paraguay. Textos suyos han sido traducidos a varios idiomas.

 



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