Curaduría: Marisa Russo
EL PAÍS MÁS TRISTE DEL MUNDO
La ciudad nocturna rumorea
y murgas de abandono
recorren audaces
la maraña de calles y avenidas
plagadas de mujeres deliciosas
que comparten sus caderas
al sonoro retozar de los tambores
y hombres ebrios
cansados
pero expertos en la rutina
de compartir un lecho de tarde en tarde
La juerga vespertina
devora con avidez al silencio
La fiesta
el jolgorio
hacen más oscura
la procesión de almas
que sueñan acaso el sosiego
mudas
como invasoras
de tierras ignotas y hostiles
Hubo cantos
olvidados ya
pero sé que los hubo
que hacían noble el dolor
y hermanaban al hombre con los pájaros
Tiempos en que la madera viva
reverdecía tranquila
al sol de los venados
Danzas hubo
que susurraban sonoras
el galope de las listadas cebras
en sabanas lejanas y candentes
y cueros que trepidaban
en el centro del bosque
y la eternidad
La sangre de mil colores
recuerda acaso
que la sierpe fue la hermana
y el lobo
y el babuino
mientras
la lengua se extravía
y la mudez heredada por el plomo
agota el sueño que olvidamos
antes de la aurora
El país de las ciudades
repite constante y pertinaz
las comandas de la prole
aristocracias de remedo
que alientan la caterva
y la alegría del sábado
ha convertido en máscara festiva
la mueca horrorosa de la muerte
que vive a expensas
de nuestra vida
Es el país más triste del mundo
el que desvanece el llanto
en noches alocadas
tan cobarde
como el olvido de sus muertos
AUC
Será la sangre más fértil
que la hierba en el desierto
plagado de ruinas y de tumbas
Los crucifijos
son pasto de ganados
enajenados por el dolor
que escapó como alarido
de las gargantas desgarradas
por el inmundo hierro de los esbirros
Quién será la peste
que nos libre
del suplicio
de la blasfemia
de la mentira a gritos
que proclama certidumbres
tan alocadas
como el fragor de los traidores
en la tumba de los caídos
aun cuando
la vergüenza
huye aterrada por los campos
Miles de extravíos
se regodean
pero las puertas de emergencia
han sido clausuradas
para evitar una estampida
¿Habrá más obscenidad
que presenciar impávidos el acto
del payaso sangriento
que nos aterró en la infancia?
El grotesco de la muerte
cínico se posa
a nuestra diestra
y su carcajada
hiela la sangre del más temerario
Oh corazón
Cómo he de evitar
que la agonía yazca ridícula
en la feria estruendosa
de mi cobardía
y las palabras
como ruedas locas
siquiera perturben
la insolencia
He de abandonar mi voz
o lo que me queda de vida
y que se disloque aún más
el estupor
a la metralla…
El horizonte
la mirada
y yo en medio del infierno
YA MIS ARMAS HAN CAÍDO
mi pecho sudoroso resopla
la angustia del pronto deceso
Has de aligerar tu carga
pues no hay bastimento
ni paciencia
para soportar la rémora
de los vencidos
Empuña la lanza
Que tus acerados músculos
rasguen el aire
y el zumbido veloz
de la fraguada pica
sea la fanfarria postrera
de mis carnes laceradas
por el llamado de la muerte
No mires tras de mí
Bástete este ser que se ofrenda
y no busques tras mi sombra
pues tan sólo hallarás
a quienes me enviaron a tu encuentro
y de mí retienen acaso
el fulgor de un recuerdo
turbio en el destierro de su memoria
aún más lejano que la esperanza perdida
Aquellas figuras
que ves
como lóbrega extensión
tras de mi sombra
me han lanzado a tu presencia
sin más escudo que mis ojos
y mi boca
las armas más tenaces
y también las más temerarias
pero ni así la victoria
vino a tropezar
con mi trasegar perdido
Reúne entonces el vigor de tu cuerpo
y arroja la pértiga
como si desearas romper
de un solo tajo la densidad de la noche
Pues mi vida
ahora no vale más
que el susurro de mi último aliento
No te lo impida pudor alguno
que ya no hay sustento esencial
para mi canto
Si fui guerrero
me he extraviado
y aunque mis pasos
buscaron muchas sendas
el destino de la derrota
impávido me condujo a esta arena
Si mi nombre fue legión
ahora no queda más que la soledad infinita
al abrigo de mi agonía
No mires más
tras de esta lúgubre sombra
ya la noche me cobija
y se hace tarde para tu regreso
ES DE TONTOS EL REGRESO
A Carlos E. Aguasaco
Las cenizas de tu linaje
fueron barridas por una tormenta
colosal como la muerte
y ese dolor te acompañará
más allá de tu memoria
Qué de lo tuyo
quedó en la espera
no habrá juicio eterno
que devuelva los cimientos
que la tibieza de tu saga
sembró algún día
Ya ha acabado todo
y si regresas
no será al solar de juegos
ni a la morada
que hubo de guardar los aromas
de tu infancia
Es de tontos el regreso
cuando el camino fue borrado
y la tarde tiene el plomo
fincado en el horizonte
y ya no será más
Deja que tus latidos
busquen el eco
en la lejanía
pues no hay sitio que te espere
y el compás del mundo
enloquece
con el clamor de ausencias
que los muertos
aúllan en las noches
No has de regresar
Ni siquiera
has de repetir la travesía
que hubo de borrar las huellas
sin despedida
la encrucijada
se plantó a tu espalda
cuando la sangre
abrió la brecha
de tu sendero
Es de tontos
fingir el regreso
cuando el deseo
se ha peleado con la nostalgia
deja tu camino
y no te detengas
que muchos tontos
hemos de verte aún
en la lejanía
Nueva York Poetry Review (EE.UU.)
Carlos Velásquez Torres, Ph.D. (Bogotá, Colombia), es poeta, traductor, músico y académico. Estudió música y literatura en la Universidad Nacional de Colombia y luego obtuvo una maestría en Literatura y Estudios Culturales en la Universidad de Washington en Seattle. Posteriormente, completó su doctorado en Literatura Latinoamericana, cine y teoría literaria en la Universidad de Arizona, en Tucson. Ha enseñado en Bowling Green State University y en New MexicoHighlands University. Velásquez ha publicado dos colecciones de poesía, "Versos del Insilio" y "Es de tontos el regreso". Ha sido galardonado con diversos premios de poesía en Estados Unidos, Italia y Rumania. Es Accademico ad Honorem y Miembro Titolare de la AccademiaInternazionale Léopold Sedar Senghor en Milán, Italia, y Membru Titular de la Academia Tomitana en Constanza, Rumania. Artepoetica Press publicó su traducción y edición de la colección de cuentos del autor irlandés Seamus Scanlon, "Irlanda en el corazón". Velásquez es editor general de la colección Rambla de Mar en Artepoetica Press. Actualmente, trabaja en Nueva York, donde es co-director del Festival de Poesía de las Américas y profesor en City College of New York, University of Mount Saint Vincent, ST. John’s University y el Instituto Cervantes.