ESTAMBUL
I
El mar llega hasta la puerta.
Con qué fascinación miran su horizonte
quienes vienen de lejos;
de allá donde la tierra
no tiene otra vista que más tierra:
planicies, baldíos,
ciudades con hocico de polvo,
caseríos terminando en cerros,
casas y otros cerros,
piedras retumbando en ella.
David sube colinas.
Más abajo están matado carneros.
¿O se llenó primero de palomas, el árbol?
¿O de toro, la ceiba?
La ciudad es un libro que pocos han leído.
Sin descifrarla,
repiten de memoria sus pasajes,
mismos trayectos sobre cada línea,
iguales pausas donde están los puntos.
II
Lejos de aquí, en el invierno turco,
sobre el camino de tumbas
donde la noche abre bien sus ojos
bajo el rumor de los cipreses,
hablará David.
Va a explicar esa huella que dejó la sangre
en la piedra de los traidores:
“La realidad es la sombra de las palabras”
como la sangre es la sombra de la Historia.
Habla David.
Nos guía
y una carroza salta entre ramas
precedida por el fuego de dos antorchas.
Rápidos avanzan los pies
y lentas le siguen sus imágenes.
Se graban en la luz del ojo
como la sangre de los decapitados en la piedra.
David explica el murmullo del agua
creado en fuentes
para no escuchar conspiraciones.
“Una cocina como ésta tuvo al fogón
quinientos hombres
bajo las bóvedas que imaginó Sinán”.
No sabíamos
del veneno dejando su estela
en los platos chinos
ni del trabajo para guardar bajo tierra
tubérculos y vegetales.
Graznan cuervos
y David descifra símbolos:
la gramática en trajes vacíos
habla de sultanes enfermos de gota.
Por la ventana, el follaje oscuro
de las magnolias.
Cerca, un aviario con jaulas abiertas,
penachos de luz,
plumajes en pico arrastrándose.
Bajo un cedro aspira el humo del cigarro.
“Vayan solos”, nos pide,
con la libertad que otorga el que sabe.
Y avanzamos como quien presiente
que lo imaginado
no es mejor ni distinto
de los que está a punto de verse
sino igual a la emoción de pronunciar el nombre
de quien amamos.
De Ninguna foto es fija (2015)
Claudia Hernández de Valle Arizpe (Ciudad de México, 1963).Licenciada en Lengua y Literatura Hispánicas por la UNAM, maestra universitaria y gestora cultural, entre sus 15 libros publicados de poesía y ensayo destacan El corazón en la mira, Albur de amor, de Rubén Bonifaz Nuño, Sin biografía, Perros muy azules, México-Pekín y A salvo de la destrucción. Es Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta, Premio Iberoamericano de Poesía Jaime Sabines para Obra Publicada, Premio Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz 2015, en el género de poesía. Ha sido traducida a varias lenguas y ha sido miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte de su país en varias ocasiones. Está por aparecer en estos días su libro Luz clave publicado por la UNAM.