LA RESIDENCIA DE ESTUDIANTES
Mis hijos
son esos soles
que el viento necesita.
Aquellos soles
que se asientan
en las semillas
de los chopos,
sobre esa suave colina,
donde se dibujan
pasos de poetas.
Son mis hijos
esas lunas
que se aclaran
en los campos del rey.
Esas estrellas
son mis hijos,
esas luces con aroma,
esos vientos pelados,
esos ladrillos de historia.
Son mis hijos
esas hojas de vino
que se instalan bajo los soles.
Esos poetas,
esas semillas
y esos ventarrones
que se ven desde la
Residencia de Estudiantes,
donde un día
los hijos de los poetas
pensamos en nuestros hijos.
CON EL OCASO DE LOS ASTROS
llegó tu carta
y la luna.
Llegó, también, el solfeo de la luciérnaga.
En el ocaso frío de noviembre
te leí instantánea,
como se lee en las mañanas
el bombardeo nuclear
con que erupcionan las rosas.
Te leí,
y las anacondas
rompieron filas.
Fue tu carta un contrasentido de los astros.
Una iluminación necesaria
para darte más en los días. Más...
Como le dio el campo sacrosanto
de los jueves, a Vallejo,
o la frialdad de los sacerdotes
a las misas redondas;
tal vez, el sudor del elefante
después de una función con sus colmillos,
o, acaso, el fantasmal frío de los pingüinos.
La ansiedad de la espera,
el papel en sobre,
el adiós con letras de domingo,
y una firma con tu nombre a breves rasgos,
recordando en tu letra
toda la carga de fantasmas
que son tuyos y yo llevo.
BICICLETAS
Las ruedas me recuerdan
al molino.
Me recuerdan dos molinos
y Sancho
montando el Don Quijote
de su fe.
LA HABITABLE
La casa se sale de los poros,
bulle en su propia voz.
Es un totem que respira.
Se mueve como una geisha.
Me vislumbra desde el fondo.
Es un cúmulo de ojos:
cíclopes gigantes que acompañan.
Desprende las heridas de mis miedos.
Me contempla
como león semidormido.
La ciudad está afuera
y no sospecha
este idilio de piedras
que llevamos hace años.
La casa es una ráfaga que grita.
Trato de agarrarle en su recuerdo
y llora.
EL DESEO
)1(
En ese rincón donde la luz no se refleja,
en ese desván de la casa de todo hombre,
ahí te habito, como una hortensia de alameda.
Ahí, donde se consuma el milagro
que reclama el instinto.
)2(
Entre las cercas de tus ágiles piernas
el sol oscuro de la vida
revienta en infinitas semillas de amor.
)3(
Porque la única meta de la especie
es la alcanzada por Salomón
en Los Cantares de la Bella Sulamita.
)4(
Solo el viento sexual
que producen tus rodillas,
y ese punto azul
que convierte en mar la fantasía
es el amor.
)5(
En ese puerto donde guarecen mis memorias
en esa ventolera trashumante
que permanece abierta a mis caminos,
allí apareces.
)6(
Allí, donde Dios pidió perdón a las costillas,
solo allí, la vida es un instante más largo.
Lo demás es sufrimiento.
)7(
Allí,
donde se logra silenciar toda la filosofía
existo, reluciente,
como el brillo transparente del manzano,
que quiere enseñar a Dios,
enredado en su mito.
Xavier Oquendo Troncoso nación en Ambato, Ecuador, 1972. Periodista y Magister en Escritura Creativa por la Universidad de Salamanca. Profesor de Letras y Literatura. Ha publicado los libros de poesía: Guionizando poematográficamente (1993), Detrás de la vereda de los autos (1994), Calendariamente poesía (1995), El (An)verso de las esquinas (1996), Después de la caza (1998), La Conquista del Agua (2001), Esto fuimos en la felicidad (Quito, 2009, 2da. Ed. México, 2018), Solos (2011, 2da. Ed. traducido al italiano por Alessio Brandolini. Roma, 2015), Lo que aire es (Colombia, Buenos Aires, Granada, 2014), Manual para el que espera (2015) y Compañías limitadas (2020) y los libros recopilatorios de su obra poética: Salvados del naufragio (poesía 1990-2005), Alforja de caza (México, 2012), Piel de náufrago (Bogota, 2012), Mar inconcluso (México, 2014), Últimos cuadernos (Guadalajara, 2015), El fuego azul de los inviernos (1era. Ed. Virtual, Italia, 2016 – 2da. Ed.Aumentada, Nueva York, 2019), Los poemas que me aman (antología personal traducida integramente al ingles por Gordon McNeer -Valparaiso USA, 2016- y por Emilio Coco al italiano -Roma, 2018-, El cántaro con sed (traducido al portugues por Javier Frías, Amagord Ediciones, Madrid, 2017) y Todo mar es inconcluso (Bolivia,2019) y Dedicatorium (Lima, 2020); un libro de cuentos: Desterrado de palabra (2000); Las novelas infantiles El mar se llama Julia (2002, con muchas reemprimsiones y ediciones a partir de su aparición) y Migol (2019), así como las antologías: Ciudad en Verso (Antología de nuevos poetas ecuatorianos, Quito, 2002); Antología de la poesía ecuatoriana contemporánea –De César Dávila Andrade a nuestros días- (México, 2011), Poetas ecuatorianos -20 del XX- (México, 2012). Fue seleccionado entre los 40 poetas más influyentes de la lengua castellana en “El canon abierto”, Antología publicada por Editorial Visor, en España (40 poetas en español -1965-1980-). Su obra está en muchas de las más importantes antologías de la poesía contemporánea de la lengua española. Ha sido invitado a los más importantes Encuentros y festivales de poesía en Argentina, Bolivia, Chile, Perú, Colombia, Nicaragua, México, EEUU y España. Organizador del Encuentro internacional de poetas “Poesía en paralelo cero”, uno de los más importantes festivales de poesía de América latina, ya con 11 años de edición consecutiva. Es director y editor de la firma editorial El Ángel Editor, en donde ha publicado alrededor de 300 libros de poesía de autores ecuatorianos y del mundo, haciendo una amplia difusión de la poesía contemporánea en la región.