Con gran entusiasmo compartimos el veredicto del jurado. Asimismo, aprovechamos para felicitar a Fadir Delgado Acosta, miembro de nuestro consejo esditorial, cuyo libro, Los muertos del jardín, obtuvo mención de honor en esta edición del premio, igual que el libro de Camilo Lee Penagos, Habría que decir algo sobre las palabras.
Veredicto del jurado
Después de haber leído cada uno de los 8 trabajos seleccionados en la etapa final de revisión, entre los 162 poemarios que se presentaron al concurso, el jurado de la quinta edición del Premio Nacional de Poesía Tomás Vargas Osorio 2020, conformado por Pedro Salvador Ale (Argentina), Juan Carlos Olivas (Costa Rica) y Sandra Uribe Pérez (Colombia), dictamina lo siguiente:
El hueso de los días [y otros poemas], firmado con el seudónimo Anatolio de Hita, es el poemario merecedor del Premio Nacional de Poesía Tomás Vargas Osorio, por los valores literarios que reúne; esto es, una proposición poética sostenida de principio a fin, rigor estético en la versificación, depuración del lenguaje y destilación de la voz, así como un sentido de unidad temática, cadencia y música esenciales en su construcción.
Se trata de un libro pleno de sugerencias y reflexiones que se inscribe dentro de la tradición de uno de los grandes temas de la poesía: el paso del tiempo. La voz del poeta nos hace recobrar la historia cotidiana, la preservación del tiempo y la gloria del deseo, y asume nuestra tradición literaria latinoamericana como el habla directa y coloquial de nuestros días.
De este modo, el autor, o la autora, crea una atmósfera en la que las palabras edifican ciudades, días y nostalgias que lanzan sus cuerdas al vacío para traer a la superficie alucinaciones que aluden a la infancia, a la lluvia que nos recuerda nuestro paso breve por la tierra y nuestra fragilidad, a esa intemperie donde las imágenes se crean y se destruyen en apariciones detrás de los claroscuros del alma, ahí precisamente, donde todo lo vivo sabe a sangre.
Menciones de honor y propuesta editorial
Debido a la calidad de contenido de los otros dos libros finalistas (Los muertos del jardín, presentado bajo el seudónimo Cuarto oscuro, y Habría que decir algo sobre las palabras, firmado por Quincha), el jurado sugiere otorgarles mención de honor y recomienda su publicación.
Los muertos del jardín se destaca por el dominio de lenguaje, temática y aliento poético sostenidos, por transmitir una atmósfera lúgubre y casi teatral, clásica de los blancos hospitales, y por llevarnos con imágenes a los umbrales de una desesperanza existencial. Se trata de la revelación de la desgarradura en un universo alucinado, febril y cargado de incertidumbre.
Es un libro que propone una orquestación poética y polifónica, a partir de la cual nos acerca a los recovecos oscuros de la muerte y su antecesora, la enfermedad. A través de sus poemas nos ambienta en un mundo en demolición, donde después de un alumbramiento doloroso los niños perversos juegan en el mundo de los ciegos. De esta manera, es fiel representante de una visión apocalíptica de nuestro tiempo.
Por otra parte, Habría que decir algo sobre las palabras se destaca por su ritmo en la poesía, su lirismo contemporáneo y su ironía ante la realidad. Constituye una propuesta novedosa por el interés que tiene el autor, o la autora, de sacar a la poesía de las márgenes del poema, por su obsesión con el lector y por el modo en que lo involucra para ponerlo a su servicio, a través de un juego de metáforas. En este sentido, es un guiño entre autor y lector, con el que pretende limpiar al mundo con palabras, hacer un rezo en lo alto de la montaña por la vida.
Finalmente, cabe decir que se trata de un libro en el que se disputa una transmutación entre la vida y la muerte, la añoranza del pasado a través del camino del hambre espiritual, donde la soledad –inútil trofeo–, cae sobre las casas despojadas de la eternidad.
Una vez que se dieron a conocer los títulos de los libros, los organizadores del concurso procedieron a abrir las plicas correspondientes, con los siguientes resultados:
El libro ganador
Seudónimo: Anatolio de Hita
Nombre del autor: Eider Camilo Restrepo Monsalve
Libros con mención de honor que se recomiendan para publicación:
Seudónimo: Cuarto oscuro
Nombre de la autora: Fadir Delgado Acosta
Seudónimo: Quincha
Nombre del autor: Juan Camilo Lee Penagos
Los organizadores del concurso aprecian, no sólo la cantidad, sino también la calidad de los libros presentados en el V Premio Nacional de Poesía Tomás Vargas Osorio 2020.
Cabe señalar que el poemario ganador será pulicado por Nueva York Poetry Press en el presente año. En el caso de las dos menciones de honor recomendadas por el jurado, serán publicadas en el año 2021 por el mismo sello editorial, siempre y cuando haya común acuerdo entre la autora, el autor y el sello editorial estadounidense.
A continuación compartimos algunos textos de El hueso de los días [y otros poemas].
Poética
a la voz le falta
un motivo
para sublevarse
una rama
que la turbe
con su sombra
una honda
que la cruce
con su piedra
bastará una gota
de inocencia en la mirada
y las cosas clamarán
por nuevos nombres
bastará una aguja
incrustada en la garganta
y resurgirán las imágenes
para transformar el mundo
con su lengua creadora
Pronunciar los nombres amados
Solo sus nombres
esos que al decirse
pulverizan la voz
Palabras que inauguran la dicha
Pronunciarlos
como quien derriba un muro
con los labios
como quien bautiza
una grieta
Mito de la mano
Cuando el primer hombre cerró la mano
lo hizo para ocultar su temblor
Al abrirla liberó
una parvada de cuervos
que anidaba entre sus líneas
Y sobre su palma
cayó entonces
la primera gota
imagen del futuro desprendimiento
Al notar la vibración de los dedos
el desnudo animal
comprendió su diferencia con la roca
Aquello que se fugaba
era el tiempo
El hueso de los días
Hallar el frágil huesecillo de la estirpe al azar y perderlo.
Blanca Varela
Un choque de metales
despierta a los oficinistas en letargo
atrás de las vidrieras
-Las calles de cualquier ciudad
su sopor
las aceras suspendidas en el cenit-
Lanzamos las espadas de la duda
y lo oculto se revela
como un leve resplandor:
las palabras son el nervio
en la carne abierta
hueso de los días
Adolescencia
La maleza de los días
crece sobre el cuerpo
diluyendo el olor marino
de tu sexo de muchacho
Cada brote humilla a la infancia
que se extingue entre tus venas
trazando una cartografía
de alucinaciones
ciudades que se alzan en el pensamiento
heridas por el filo de los rayos
tumbas custodiadas por un ángel
que vigila los huesos de muertos amados
y tu dios ausente
astro contemplado en las noches de fiebre
cuando las palabras se tornaron piedra
y elevaste la oración de tu miedo
confiando en que romperías la sombra
Camilo Restrepo Monsalve (Medellín, Colombia, 1987). Poeta y Licenciado en Pedagogía Infantil. Miembro fundador del colectivo Nuevas Voces, donde coordina la Línea Editorial. Autor de los libros: El espacio que me habita (Mención de honor en el I Premio de poesía joven de Medellín, 2011), Felonías (Edición independiente, 2015), Las rutas de la sangre (Premio PP Cultura Medellín, 2016) y El hueso de los días (Premio Tomás Vargas Osorio 2020, New York Poetry Press, 2020). Poemas suyos han sido publicados en diferentes medios impresos y digitales de Colombia, Chile, México, Francia, Honduras, Venezuela, entre otros. Ha participado en eventos poéticos en Colombia, Argentina y Cuba. Poemas suyos han sido traducidos al Inglés, Italiano y Francés y publicados en diferentes antologías. Director de Telúrica: revista semestral de poesía del colectivo Nuevas Voces. Autor de las antologías Luz sin estribos: 35 poetas colombianos/35 poetas cubanos nacidos a partir de 1980 (Nuevas Voces Editores, 2019) y Niños que juegan entre los escombros: 16 poetas colombianos de la actualidad, que será editada en 2021 en Santiago de Chile, bajo el sello Andesgraund Ediciones.