LA MANO DEL INVIERNO
Una aparente inocencia blanca extendida.
El sol no termina de calentar la frialdad sembrada.
Tiembla mi sangre entre el cielo y la tierra
confabulados con una temperatura omisa.
Idas las sonrisas de las flores amarillas,
Los árboles desnudos sueñan el verdor.
Silencio de meses sin ecos de caricias de mar,
tatuajes de rayos encendidos,
estrellas de corazón abierto.
En el invierno, los pies se hunden
en la depresión de la nieve.
Vivo recuerdos e ilusiones,
besos, abrazos, amores fogosos,
mientras resguardo mi cuerpo
de aires que lastiman la piel
con amenazas de hielo.
Velo nupcial de montañas,
bajo cero, vientos de copos fríos y de sombras,
Ya no esquío en sus palmas resbaladizas.
Denver, 26 de Noviembre de 2019.
DIAGNÓSTICO
Una ruidosa
resonancia magnética (MRI)
de mi alma
sepulatada
en la tristeza del silencio,
descubrió
una cicatriz latente,
sin ecos.
Naples, 31 de Octubre de 2019
IRONÍA
No controlaba su furia,
lo encerraron en una jaula de locos,
ahora golpea su cabeza
contra las rejas del rechazo.
-¿Cómo se deja de ser
tan inesperadamente
un ser humano?
le pregunto a las divinidades, los astros.
Y el silencio de su respuesta
me enloquece.
Día de los muertos, 2019.
FASTIDIO CON EL ESPEJO
Quisiera hacerlo pedazos
porque cada vez que lo veo
me refriega sobre la cara
una verdad que me entristece.
No actúa como mi amiga Clara
que al encontrarme me llama “guapo”
de un modo tal, que con vanidad le creo.
En cambio, el maldito cristal sin tiempo
me muestra con precisión las arrugas
sin hacerle caso al disimulo de las cremas.
Y pensar que décadas atrás lo adoraba
porque confirmaba día a día con regocijo
mi creciente belleza joven
y también su magia fascinante
de reflejar el esplendor de los sueños.
ESTUDIANTE
Recuerdo la cancha de fútbol
Y yo perfeccionando la patada;
de matemáticas ni una letra.
La felicidad que me producía Susana
con la sabiduría de su belleza;
a veces le escribía mis emociones
y leía ardiente sus respuestas.
Con Historia y Geografía
recorría lugares infinitos
soñando alternativas de etcéteras.
En clase levantaba con frecuencia la mano
con observaciones de intruso
para reavivar metido con la voz
la oscuridad del silencio
ante largas, aburridas explicaciones.
Eso sí, con rebelde conducta, sacaba buenas notas
porque mi madre lo exigía.
Se me pegaron las lecciones.
Doy gracias que aprendí
y ahora puedo ser eco de manuales
en el recorrido diario de las tareas
con gratitud pero también con rebeldía.
Ya no juego al fútbol, sino a los versos,
conversando con palabras en el aire
porque no he acabado la búsqueda
sin rigor ni disciplina.
Me inspiran los ojos, los sueños,
los esqueletos, que me deletrean.
VISIÓN
Si yo fuera un poeta
galante, cantaría
a vuestros ojos un cantar tan puro
como en el mármol blanco el agua limpia.
ANTONIO MACHADO
Ojos de sol,
ojos de lluvia,
a veces se pierden
en la distancia.
La multitud los
confuden.
En ellos, nazco
y muero.
Ojos duros,
ojos vacíos.
Ojos rojos.
ojos verdes,
ojos marrones,
ojos celestes
que entregan
tu sangre.
Ojos sanos,
ojos enfermos
ojos desgastados
por la vida.
Ojos de dulzura,
ojos de reproche,
ojos florecidos,
voces del corazón
sin cerrojos.
Si el corazón
no mira por los ojos
no palpita.
Ojos patria
del silencio y el grito
que resume el tiempo.
Ojos del amanecer
y de la noche,
soberanos.
Ojos humanos,
ojos de madre,
ojos de niños,
ojos divinos
ojos de Dios
que ven el alma
para festejar
la gracia
y acompañar
el sentimiento
del ser infinito.
Claribel, Alejandra,
yo no quiero
entrar a la muerte
con los ojos abiertos.
Cerrados, prefiero,
los ojos que ilusamente
sueñan…
Heroínas
Son fraguas de entregas delicadas,
energías originales y originantes
con el aroma de la vida,
mujeres sublimes del universo.
Musas del deseo y del porvenir
el amor que disuade los abismos.
Quiero cambiar tantas caras
cubiertas de penurias
agotadas por pérdidas
recuerdos de muerte,
alargadas de tristeza.
Quiero sentirlas luces de alegría sabia
en el nacimiento del hijo
y las puertas abiertas de aguas infinitas
con el triunfo de la paz
del honor en el respeto,
de la libertad de una auténtica justicia.
Quiero hacerles un canto universal,
mujeres de la humanidad entera,
embelesos de divinidad desnuda
que derraman amaneceres,
donde toda sangre y odio muere
derrotados por sus amores de madres,
de amantes, de hijas predilectas.
Porque avanzan la belleza del bien
sin confusiones ni conquistas
que se enquisten con sabores ácidos y amargos
de trigos quemados, humos, cenizas, tortura,
aullidos en las fosas de un infierno implementado.
Que al doblar todas Uds. su cintura
recojan solo el cielo entre las flores,
el trabajo, los momentos, la crianza
sublime de la patria, sin derrumbes
ni nubes enlutadas o sangre en los gritos.
Que la biografía de sus lágrimas
no cuente dolores, violaciones o miserias
sino brotes de logros, creaciones de sonrisas.
Que la salud y la vida sean su bandera
enarbolando en su vuelo compartido
la cabeza erguida, la solidaridad sabia,
el cuerpo sin muerte para cada uno de nosotros.
En esta lucha las acompañamos
los que respiramos la existencia
sin permitir que la historia sepulte
la valentía, el heroísmo idolatrado
de mujeres que la escriben gota a gota
cada día, con la fuerza de sus dádivas.
Porque entonces ya no veremos
nunca más a niños, muchachos,
chicas, padres, madres, sus hijos e hijas,
todos ellos soles,
despedazarse en ríos secos
ni lunas caerse en cenizas
sobre una tierra calcinada.
Benditas sean Uds. mujeres
llenas de gracia,
madres, amantes, heroínas,
por encima de todo.
EL LIBRO IGNORADO
Triste como un charquito de agua
en una vereda con pasos distraídos.
Las gotas de sonrisa de la lluvia,
los toques generosos del sol sin mancha
lo ignoran en la llanura del momento.
Desaparecerá en vapor o rutina
de una tierra que lo absorba en silencio,
sin una palabra de memoria.
EL PÁLPITO DE LAS RUINAS
Amo más que la Grecia de los griegos
la Grecia de la Francia, porque en Francia,
al eco de las risas y los juegos,
su más dulce licor Venus escancia.
RUBÉN DARÍO
Estamos frente a unas ruinas
para revivirlas en el qué fueron,
el cuándo, el porqué y otros suspiros
que alientan el presente.
Esas ruinas que no tienen tiempo
y cumplen siglos de vida muerta;
esas ruinas que se encarnan
en nuestros cuerpos, conquistas
y derrotas. Que gritan mudas
las delicias de eros y los vacíos llenos
de zánatos, entre vaivenes útiles
de reinos recorridos y soñados.
Otras ruinas que conocimos
habitan fosas o nuestros secretos,
víctimas de Parcas dominadas.
Pero las ruinas resucitan en la sabiduría
que piedra sobre piedra,
libro, monumento o testimonio,
o letra sobre letra,
de forma perenne,
en la amplitud eterna del universo,
nos nutre, nos sorprende, nos anima.
TIEMPOS DE LA NATURALEZA
La palidez atractiva de la luna
con todos sus secretos.
La noche no tarda en ausentarse
ni de asomar el sol sonriente
por la ventana indiscreta.
Todo es más intenso,
si son dos y no uno.
La lluvia no cambia muchos las cosas,
excepto por el murmullo de las gotas,
el espíritu crujiente de los vientos,
el manantial apasionado del relámpago,
la amenaza de los truenos.
Una lucha incongruente por el momento.
No la calma el arco iris
sino la fuerza tierna de un beso
y las fábricas de las nubes
que son los sueños.
Ahora puedes despertar
y vivir tu luz en cada instante
de tu tiempo extra-
vagante.
Luis Alberto Ambroggio nació en Córdoba, Argentina. Es miembro de la ANLE, Real Academia Española, calificado por la Casa de América como “Representante destacado en la vanguardia de la poesía hispanoamericana en los Estados Unidos". Autor de más de 25 libros de ensayos, narrativa, poemarios, entre ellos: El arte de escribir poemas (2009), Estados Unidos Hispano (2015), Los habitantes del poeta (1997), Laberintos de Humo (2005), La desnudez del asombro (2009), Difficult Beauty (2009), La arqueología del viento (2011; 2013 International Latino Best Book Award), Homenaje al Camino (2012), Todos somos Whitman (2014), En el Jardín de los vientos. Obra Poética 1974-2014. Principios Póstumos (2018). Antologías: Al pie de la Casa Blanca. Poetas hispanos de Washington, DC (2010), Antología de los poetas laureados estadounidenses (2018). Traducido a 12 idiomas, con premios y reconocimientos, como el Premio Simón Bolivar, la Beca Fullbright Hays, la Orden de los Descubridores de la Hispanic National Honor Society, Doctorado Honoris Causa Tel-Aviv, Israel, Medalla Trilce, Universidades de Trujilo y Brigham Young University. Declarado Hijo Adoptivo de la ciudad natalicia de César Vallejo. Sobre su obra, seleccionada para el Archivo de Literatura Hispano-Americana de la Biblioteca del Congreso, se han escrito ensayos, artículos y libros, entre ellos, El cuerpo y la letra (Mayra Zaleny Ed.: 2008), El exilio y la Palabra. La trashumancia de un escritor argentino-estadounidense (Rosa Tezanos-Pinto Ed.: 2012).