1
el pensamiento quiere estar solo
sus animales juegan
como si la belleza
escogiera sus instantes
la humareda del cráter
se eleva en columnas
...
el hervor de la lava
desconoce
su propio resplandor
Lo mirado no espera ser mirado
entiende la pausa
la cólera
la muerte
y dice: no pasa nada
(gesticulando)
2
la mañana escancia sus memorias
y guarda el poso del sonido para sí
¿de qué sobrevivirá el silencio?
la luz escoge la sordera para durar
su brillo es engañoso
su límite la amabilidad
vencida por el poder del gesto
la mudez se dobla
hacia adentro
8
tus oídos son tuyos
pero no escuchan solamente
lo que quieren escuchar
tus oídos son tuyos
pero no los puedes cerrar:
tus oídos no son tuyos
por más que los cubras con los dedos
con las manos
con los brazos
doblando toda articulación
todo cartílago
los oídos aún escucharán
lo que no quieren escuchar:
como una pulsación
una pulsación
una pulsación
14
y otra vez el mismo enfermo
a la intemperie
Esperando que la noche termine
yo le di de beber
el agua equivocada
porque la única luz
era muy débil
tanteando en la penumbra
alcancé a colocarle
los alimentos en los ojos
y aunque ya no vivía
los recibió bien:
cobró fuerzas (sorpresivas)
midiéndolo todo
con la nueva mirada
y de un salto
invirtió su vieja montaña
azuzándola
en tiempo y velocidad
Ya desde lejos
se ladeó levemente
como dando las gracias
porque yo
con la última mano
se las pedí
...
(los muertos son muy egoístas:
sus estertores
inutilizan los refugios)
18
sobre las imágenes fijas
de la memoria
gravita la sombra
de un péndulo
en forma de cadalso
Poemas del libro El silencio El lugar. Madrid: Del Centro Editores, 2018).
PALABRA DE GOLPE
¿Y cuándo
fue
que fue
libre
ese animal
de estimación?
:palabra
de golpe:
que rozó
lo insoportable
despavorida
de ser
ZAGREB I
de pronto
una figura
de negro
perdió
el sentido
sobre
un banco
de su misma
largura
y espesor
(el silbido
de los fusiles
cubría
afuera
el silencio)
la caída
repentina
detuvo
la ceremonia
pero nadie
se aprestó
tan presto
a recogerla
porque
no era
la madre
ni la hija
ni la hermana
de nadie
(«pobre»
–pensó
alguien–
«Enfermarse
así
tan sola»
…
«y tan
definitivamente»
«en el conocimiento»
…)
Pero una voz
respondió
con tono firme
e inteligible:
«AQUÍ
TODO
EL MUNDO
ESTÁ
SOLO»
EL OBJETO DEL ARTE
morir
es el término
de un minucioso
trabajo
de arte
su punto
de perfección
:Déjalo
ser:
llegado
un momento
el objeto
del arte
ya no
se puede
volver
a tocar
Del libro Piedra en :U: Barcelona: Candaya, 2016
AISLAMIENTO
tupida rama:
no toques
al animal herido
provéele de aislamiento
provéele de refugio
provéele de larga noche
sobre los ojos cerrados
Inédito, 2019
María Auxiliadora Álvarez (Caracas, Venezuela, 1956) ha publicado los libros de poesía El silencio El lugar (2018), Piedra en: U: (2016), Paréntesis del estupor (2011), Las regiones del frío (2007), El eterno aprendiz y Resplandor (2006, en edición conjunta), Un día más de lo invisible (2005), Páramo solo (1999), Inmóvil (1996), Ca(z)a (1991), Cuerpo (1985), y Mis pies en el origen (1978). Obras suyas y antologías han aparecido en países como México, Argentina, España o Venezuela, entre otros. Parte de su poesía ha sido traducida al inglés, francés, italiano, portugués, rumano, coreano, chino y ruso. Obtuvo los grados de maestría y doctorado en Literatura Española e Hispanoamericana en la University of Illinois at Urbana-Champaign, y ejerce como catedrática en Miami University (Ohio, EEUU).