PALINURO
Alcohol, albur ganado, canto del cisne del azar.
Sólo su paz redime del Anciano del Mar
Y de su erudita tortura.
Alcohol, ancla segura y abolición de la aventura.
GILBERTO OWEN
¿A dónde llevarás tu garganta seca, Palinuro?
Afuera llueve y no hay estrellas que seguir.
Miras tus manos vacías de alcohol y de mujer.
Las calles sobrias y sin viento
te anclan a la barra.
El oleaje mece a los borrachos
que crujen amarrados a su copa.
II
Quién más que tú,
piloto de nave ajena,
conoce las aguas más turbias.
Quién sino tú,
se ha perdido por días y días
dejando la piel en los filos de las mesas;
sólo tú, Palinuro,
perdido más allá de la cordura,
suplicando un trago de mezcal.
III
No llegarás a tierra firme, Palinuro;
tu vida es navegar evitando la resaca,
burlando los vientos más infames
que te han puesto de rodillas,
llorando tu destierro con extraños
como hacen los héroes de tu casta
relatando tus desdichas,
tus proezas más insignes,
como aquel amanecer
en que salvaste a un hombre de morir ahogado
en el mar de su saliva.
IV
La noche es calma.
Has bebido lo suficiente
para no temer el embate de las olas.
Duerme,
todo está saldado:
tu casa a medio construir,
la mujer que no te espera,
ninguna deuda en la cantina.
Duerme,
deja que tu velamen raído se retraiga.
V
Estrujo mis últimas monedas.
Es tarde para huir
y una a una compro tus canciones
hasta que me venza el sueño
o derrumbe la resaca.
Me dejaste solo en esta gran empresa,
compañero,
en la ardua tarea de beber,
errante siempre y con la chamarra a cuestas.
La rockola se despierta y duele.
Alguien canta antes de caer.
Sergio Osorio (Estado de México, 1981). Cursó la licenciatura en Lenguas y Literaturas Hispánicas en la UNAM. Es autor del libro de relatos Ámbar (Ediciones Periféricas, 2018).