19 Abr 2024

113. POESÍA ECUATORIANA. PABLO RAYMOND MERIGUET CALLE

-21 Nov 2020

 

FRACTURA DE PIE

 

Ayer en la madrugada de camino al baño de mi casa estuve

a punto de brutalizar ortopédicamente la barra con pesas que hace crujir al suelo

De haber sucedido/de haberla pateado a lo Spencer

me habría roto el pie que no hace comba el domingo De este in-forme

probablemente/me habría avergonzado para que mi madre me llevase al hospital

Habría rabiado con frío viendo cómo no atienden a un viejo que se agarra el pecho

por encima de la ropa Le faltaría seguro privado Sus ojos desorbitados

que de casualidad se posarían un ratito sobre mi pie hinchado

Eso es caerle encima al tropezado como las iglesias sobre el Caído.

 

Por esa razón pseudo estadística habría argumentado cartesianamente que mi torpeza

          de 1 metro 90 es un asunto DE PESO al tratar de entender

por qué mierda no empujé bajo mi cama los metales que me prometieron verme más

          lindo

para ella Entonces/quién sabe/habría dudado en hacer:

 

          ‹¿será de seguir corriendo con la cabeza

          agachada

          haciendo de la noche la misma vuelta que

          el día/ lo indistinto

          a través de la oscurana?›

 

Tal vez —me diría— no es de superdotados lanzar los restos de las rodillas

hacia adelante como las cintas de gimnasta de una niña triste

bien triste que piensa que ella no llegará a ser jamás alguien que conoce el oro Falta

          la claridad

Tal vez ‹falta la claridad› porque otros ojos se abren cuando yo cierro los míos

pero nunca logro cerrar los suyos cuando abro mis ojos Falta la claridad.

 

Capaz ahí habría meditado: ‹sabes/María Augusta (así llamaron a mi mamá)/esto de

          querer andar a tientas

creo no es lo mío Por ello/quizás/deba desatender a la poesía

(¿hay alguna centinela en la muralla

más muda y mushpa y ciega y confiada y chama que esta?)›

O/peor aún/dejar de escribir sobre el cuerno trizado de un rinoceronte

la dialéctica las máquinas los rebeldes y etcéteras decimonónicos Quién sabe y

puede ser/me convencía de una vez por todas:

 

          ‹Este pedazo trizado es una señal para cambiar la manera

          gregoriosamsaiana (no kafkiana)

          que tengo de escribir cuando me voltean el cráneo los hijos del juzgado

          o cuando se me rebasa de las manos el dolor que creí sería mansa fierita›

 

Empezar a garabatear como hacen los

hijos mal reconocidos (no llegan a ser malnacidos/ya quisieran...)

del realismo sucio/mis bukowskitos:

(abro comillas)Ayer me partí el pie de mierda

por creer en los estiércoles de un camino dorado en boca del televisor,

de cómo cagarme en las ganas

de querer cambiar al mundo desde mi cuerpo.

Mejor vale siempre una cerveza y una puta sin pie

para caminar cojo con razones de hojalata

antes que el cielo entienda que es otro suelo(cierro comillas).

 

O/si me esfuerzo más/¡el éxito depende solo de mí/niño-scout-descuajado-

          emprendedor!

escribir comproempresarialmente

          (como que pasaría de moda el adjetivo «aburguesado»

          cuando se tiene por bestia el pie roto):

 

(abro comillas)‹Soy la luz diáfana

el rayo que se esconde para siempre

dentro de un árbol partido en la tormenta.

El viento translúcido de los pájaros

que se hace marejada en la soledad del aire.

El ámbar perenne de la caricia.

La soltura,

la desfachatez de la impureza que nos atraviesa el pecho

El dolor es un puente›(cierro comillas).

 

(Prefiero a los malos realistas sucios).

 

O/si me dejo europeizar más (atención Estocolmo)/como dice mi medio pasaporte/mi

          cuarta parte de sangre/mi predilección

por aquello que atraviesa en la luz los lentes del ñoño de Ginsberg

y la falsa negación de «La guerra a muerte» contra

todo lo que se quiere dejar de oponer indexadamente:

 

(abro comillas)‹Ser toda fractura del mundo en un cartucho de dinamita,

ahogarse en las ganas de repoblar el fondo del Mediterráneo,

amar y amar y amar y amar y amar,

luego

morir y luego

amar el timonel en desorden

hundiéndose el azul de un ojo vikingo en un fiordo

surcando el final

que es inicio de algún secreto›(cierro comillas).

 

Bueno y/capaz así pienso —yo solito— que voy a ganar uno de esos

premios en los que me subasto porque no tengo plata para publicar y las editoriales

          no me contestan

premios bien relevantes en la historia de la literatura Me comparan con otros amigos

que sí tienen pedigrí Premios que se anuncian

en el suplemento de la anécdota histórica o en Facebook o en Twitter

con una entrevista llena de citas de Borges y Mallarmé y Bolaño y lo que

uno se inventa y le pone en la boca de la historia a alguno de esos famosos que tienen

estampado su nombre en dorado en un libro de pasta dura

y que nunca lee el pescador o la empleada doméstica es decir

los verdaderamente importantes.

 

Puede ser que por fin dejo de ser el poeta anónimo que me hiere astutamente

          viviendo dentro de mis zapatos

Pero no Mala suerte Algo detuvo mi pierna

a medio camino del choque: NO ME ROMPÍ EL PIE.

 

Entonces

absolutamente

incuestionablemente

discriminadamente

anónimamente

pequeñamente

comidomierdamente

sonriendoferozmente

puedo seguir siendo algo así como el amago del fin de la felicidad

o por lo menos intentar ser la sedición de un Golpe de Estado contra tu pecho

recordando al japonés Yoshimoto: «Tú, no dejes de pensar/En que la belleza de casi

          todas las justicias tiene mucho tiempo/ alejada del criterio público»

jugando canicas en las tinieblas contra las luciérnagas albinas y explosivas que no

          alcanzan

a cazar los rayos del alba/disparando mis tibias hacia el borde seguro de que/incluso

las fracturas de pies y los lanzamientos valen la pena en la boca del cañón

y que por querer lamer el ojo de la fama

la poesía pule un espejo

de-form-ad-o

ca

í

do

y

r      o        t        o.

 

Y que mi poesía no podría venderse

          aunque ni yo sé si alguien pagaría por ella.

 

 

LAS PULGAS

Al final de este poema usted va a

rascarse

o a seguir

picando

No hay punto medio.

 

 

Hoy es un día para estar limpio de conjuros

Abrir los ojos suavemente y no verlas

Pero ¿acaso es posible? Me pica la ingle

¡puta madre!

También la fábula indómita y el cuello

          Ellas

me han vuelto a morder

          Ellas

como todas las noches desde hace 38 años.

 

Qué paz corrupta son las pulgas

Bichos de la intención del escape

A veces me levantan las pulgas en las piernas

puedo verlas a unas tuberculosas y a otras gordas

Cuando bajo al mundo para burlarme de la comida

¡oh sorpresa!

pulgas bajo la mesa de la cocina

Se pasean adentro del grifo/saltan cuchicheando entre la ropa sucia

chupan lo que hay que chupar/de los hombros de mis hijas.

 

La verdad las odio.

          Odio a las pulgas.

 

Se creen algo que no es ser pulga

¿Resortes atómicos/atletas olímpicos/hormigas mutantes

guijarros encantados/vampiros miniatura?

¡Anda vos a saber!

Al desenlace y al cabo son pulguitas

y están poniendo futuros en sus nidos.

 

Apenas cruzo el patrón de seguridad

hay pulgas en la puerta del garaje

pegadas con baba a las ventanas

de los pica-rasca-cielos

levantando un polvo que solo ellas tosen

o saltando y saltando y saltando en el paso cebra

¿Puedes descifrar cómo las pulgas

han comprendido modales

para no ser pulverizadas

por la natural consecuencia

de ser pulgas?

Entro al ascensor y hay pulgas en los botones

Me pica el peligro de solo pensar

que siguen allí después de que no puedo

ascender contra ellas.

 

La verdad las detesto.

          Cómo detesto a las pulgas.

 

Lo hago de manera exquisita

cuando las veo brincando en huestes contra los insecticidas

bombardeando con sus cuerpos

los abonos contra las plagas

saboteando el recetario

de tortura contra las liendres

Las pulgas apestan a pulga

Es difícil explicar la forma del olor de la pulga:

es breve y abrasadora y diminuta

porque se mete ilegalmente

Ahora mismo entre mi secretaria y mi tedio

hay pulgas en el condón/el condón es de pulgas/el condón fue fabricado por las

          pulgas...

 

A veces también hago el amor con ellas

o bueno/más bien/rozo mi frescura de media tarde

contra sus estómagos callosos y sus patas de empedrada

¿Por qué no habría de hacerlo? También tienen derechos:

nosotros se los escribimos

          ¡Trak!

¡Mira/acabo de sacar a una de mi mejor cadera!

Estaba inundada de sangre Alcanzó a picarme la muy hijueputa.

 

En verdad no las aguanto

          Cómo no aguanto a las pulgas.

 

A veces lloro de la desesperación por su silencio

que se hace vertical entre mi emprendimiento

y su holgazanería merecedora de un Nobel

          (sí/ el nobel —con minúscula— a la mejor pulga)

Y eso que intenté hacerles cosquillas/comprenderlas con carcajadas

en el coliseo de pulgas/aceptar que se piquen y que sean pulgas de su patria

¿Qué más pueden hacer que ser pulgas?

Son sólo puntitos negros y cicatrices en potencia

No saben hacer otra cosa/yo sé/yo sé/Yo/sé

Es casi instintivo Algo instintivo Es instinto seguramente

no se les puede pedir azares destellantes

Ni que hubiera universidad privada o pública

para entender cómo dejar de ser pulga

Pero es difícil verlas por miles/siempre retorciéndose aceitosas

siendo absorbidas entre mis uñas/y reapareciendo cristianamente.

 

La verdad es que son asquerosas

          Cómo me asquean las pulgas.

 

Caminando entre los cabellos/jodiendo y jodiendo

sin poder pararse dignamente/o ver a los ojos de frente

          (¿cuál es el color de ojos de una pulga?)

pica que pica/no te puedes rascar para no quedar mal

con la familia en el suplicio de la cena del jueves

o con la revista seria y floreada del escusado

Entre el secreto de tu blusa y tu piel ¡mira!

hay un punto perfecto en donde vive una pulga

y no lo sabías.

r.r.r.r.r.a.a.a.s.c.a.t.e,

          ¡oh qué delicia!

 

Han plagado el país.

          Cómo me han plagado el país las pulgas.

 

Si te vas a morir lejos de ellas

          parcas en forma de pulgas

Si comes en una saliente del abismo lejos de ellas

          montañas con aires de pulgas

Si comulgas entre tus amigos lejos de ellas

          monaguillos con manos de pulgas

          (a veces hasta los amigos

          se hacen pulgas lejos de ellas).

 

[Canta un coro]:

Malditas pulgas de la membrana

¡Pulgas de las tres mil repulgas republicanas!

Pulgadas de pulgas

Pulgas holgadas glotonas

Pullovers de pulgas pulgueando el pulgueo

Pulgas de la beneficencia impúdica del palco

Pulcras pulgas que quisieron brincar con Plejánov

Pulgas-pelucas paranormales y paralíticas

Pull(g)and(e)nter.

 

No quiero ser poco inclusivo/quise acercarme a sus veredas

hacer caridad en sus nidos/dialogar con su comida/bailar su música

Pero ¿qué música puede tener una pulga?

O sea

sólo brincan como cojudas alrededor de su fogata con pulgas procaces y olorosas

para luego venir y querer meterse en nuestras casas

y tener hijos con pulgas

e hijas con pulgas

Algunas pueden salir dizque bonitas/pero son semi pulgas

Hasta Gregorio Samsa tuvo la decencia

de no despertarse como una monstruosa pulga.

 

Son universales.

            Cómo me particularizan las pulgas.

 

Ojalá pudiéramos acabar con ellas Con esto me refiero

a dar por terminada la categoría «pulga» como pasó con los mosquitos rojos

Aunque hubo mosquitos que eran pulgas bastó una nube con cara de libertad ¡y zas!

el dengue el zika y las revueltas fabriles en forma de nube.

 

Pero de hacerlo con las pulgas

el aire la tierra el peso del mundo se destruye

y no queda alimento para ... ... ...

...

...

mira/ni siquiera me importa saber

cuál es la cadena destructiva

de los cadáveres de las pulgas

 

¡Son fucking pulgas/huevón!

 

Pero malditas y todo son necesarias

para lavar el auto

abonar la tierra

entrar a la mina

          y votar algunos domingos.

 

 

ÉL

 

El niño más solo de la historia

          —el abandonado que brama—

          no está solo;

el niño es la luciérnaga de la historia

          —la chispa que incendia la sien del padre— y

          no tiene sombra;

el niño germinal de la historia

          —quien carga en su espalda a un hermano enfermo—

          tiene ciudades entre sus muelas;

el niño de la historia

          —que sin importar cuántas veces lo matemos sigue naciendo terco—

          nos escupe cementerios a la cara

 

¿qué animal es este que//corre desnudo y riendo en medio de estampidas de millones

          de furias

haciendo del horizonte un espejo que romperá en millones de trozos con su cabeza en

          carga?

(el color el color el color de una tarde que se descubre como la última tarde)

porque todo en el universo incluyendo el universo partirá un día al universo

aunque flote ahí el universo franco e inalcanzable el universo

hable purezas y niegue todo lo que es puro el universo

mantee todo su peso contra el pecho del niño el universo

el universo un torrente ensordecedor el universo

desgarrando abriendo explotando las venas de la humanidad el universo

el asteroide del universo vuela para siempre con ausencias sobre sus adioses

 

el universo es un niño

 

él         el         él

 

que canta desesperado cuando huye de espaldas a las ametralladoras

y canta gimiendo contra un cuerpo en una cama que se incendia

pero canta

ah la grandísima puta

pero mira cómo canta el niño en la historia:

 

canta llantos que

antes de eso fueron himnos nacionales

antes de eso coplas  

antes salmos             

antes rezos                            

antes mitos                                       

antes preguntas                                           

antes silencios                                                          

y antes de todo                                                                    

el hambre fue cantado por el primer niño.                                                          

 

Porque

incluso cuando el mundo nos da el derecho a un cuchillo

al silencio entre las orejas

podemos escuchar a las estrellas desdentadas llorando en todas las direcciones

sus lágrimas negras naufragando el fondo del infinito

del cual nunca sabremos su verdadero color.

 

Así

a la manera de un martillo manchado de sangre y astillas de hueso

desnudamos sus piernas y sus brazos caídos de pelaje

de pelos venciendo al frío El máximo clandestino de la historia

pieles moradas en potencia como las que endulzan el interior de los féretros

Tengo que recordar que una vez fuimos hermanos del mono.

 

Alguien va a amarrar tus cordones/niño

sostendrá tu color/mi niño

Yo en ti

muchacho

soy también olvido

           Soy la mirilla de un ataúd que se sacude sin que lo veas.

 

Solo hace falta sentir como la madre

que cuando da la vida que la agrieta

entiende también que ha forjado a un futuro muerto que se sacude

          y vive.

 

 

DIEZ ÚLTIMAS VOLUNTADES

 

El final es un inicio con problemas de autoestima

Mi muerte tendrá que ser un repique de campana rota

en el bamboleo del irse yendo al basural Que lean bien durito levantando

la frente descocida como cuando asoma su cabezal una tuneladora por debajo del

          Palacio Presidencial

 

Dejaré este testamento para entonces grapado a mi espalda:

 

UNA:

 

En términos de la ciencia del espejo quiero

que reflejen mi cadáver con sus ojitos llenos de sangre

sin vacilación como aquí pido yo:

¡de frente desparramado y sin tiritar!

Quiero que vean los presentes que un muerto frente a su muerte

frente a la muerte de todos los que se mueren con uno

quietito se ha de quedar no se va a asombrar no se moverá

no hará absolutamente nada.

 

Lo que muere golpea en seco a la eternidad

          Para qué más.

 

DOS:

 

Cuando muera no se atrevan a decir que he caído

sólo físicamente porque según ustedes tengo un alma invisible que

se eleva por encima de las escopetas y el color rojo Si mis hijos

/si acaso tengo hijos/hablan de mi espíritu

denles abrazando y luego gentilmente díganles que se callen

          (Pestañas con sombra de aguacero)

o simplemente putéenles de forma gentil como esa llovizna sensata que

siempre aparece después de que alguien

revolea a un ángel que no existió nunca.

 

TRES:

 

No serán malitos ténganles paciencia

los guambras creen que el mañana está repleto de vida propia

pero en verdad no queda más que la vida tan lejana de nosotros

incrustada en la tierra y flotando entre las aguas residuales

La supervivencia está cargada de sacrificios terribles que nadie recuerda

          (las miradas al vacío de las madres//los asesinatos de nuestros

          antepasados que fueron soldados//las cosas que

          recuerdan los padres en el silencio de sus almohadas)

Yo habré de hacerme subterráneo en el universal acto

de enraizarme a las placas tectónicas casi igual que un árbol caído

bajo el hombre que sigue retoñando como decía algo así el Miguel Hernández

antes de morirse por una república pensando en los dientes de su hijo.

 

CUATRO:

 

Cuando muera/no sé los otros/yo me voy a morir entero con mis

secretos atorados entre las reliquias/con mis palabras en silencio No

dejaré una confesión final y secreta bajo el armario donde mi enemigo favorito

escondía una 9 mm Tampoco dejaré un registro notariado de mi vida

en papel con filos de oro vaya a pedirle eso a los que tienen

fetiches necrológicos burocratizantes

Este poema soporta periódicamente una gotera llamada AdiósHastaluegoChao glup glup

los vivos le agarraron gusto a traspapelar la muerte en un ministerio húmedo

Yo me he de morir sólo físicamente porque de espíritu no gozo ni me

posee y no tengo intenciones de comprar uno así sea en cuotas

con descuento aunque con intereses altos Yo seré libre en mi muerte

como lo soy en mi pobreza y nadie me dirá que debo tener

una de esas cosas tan inútiles

a la hora de dejar los ojos abiertos por última vez.

 

CINCO:

 

Cuando me muera/oiranme jipis de la familia/

ni se les ocurra decir «hemos sembrado a mi hermano»

que hice más méritos en mi vida como para ser considerado

una semilla tremendamente estúpida probablemente infértil o mejor dicho

modificada genéticamente por una Internacional extinta Aunque en el fondo

yo albergue más alimento de gusanos que el cadáver de un gusano

pese a que bajo esa lógica es más importante para el futuro de la agricultura

el cadáver de una vaca bien gorda que mi cadáver.

 

          Sí

          tiene sentido.

 

SEIS:

 

Cuando me muera/hermanos de mi madre/no digan

que he ascendido o descendido pues nunca simpaticé

con la metafísica del ascensor que viaja entre el penthouse

de San Pedro Tecnócrata y el conserje del subsuelo llamado Carlitos Lucifer

Tampoco piensen que su existencia es tan importante como para que mi fantasma

—que no va a existir— se quede rechinando por la eternidad

unas tablas en una casa vieja o susurrándoles abuelos en sus espaldas Cuando

me muera habrán de enterrarme lo más rápido posible No importa

en dónde: en el fondo del río o en la cuneta del señor ése

de la esquina que vende papayas los jueves

sólo háganlo sin pensar en que esa desacomodada

resina de timidez ósea soy yo Han de saber que me

haré basura entre la basura El mejor mausoleo jamás fabricado

frente al miedo a la nada Por eso

vale entregar entre los presentes unas buenas mirillas con banderas

para ver si otros se animan a seguir torciéndole el hombro a la historia

y encuentran valor en un muerto que amó la vida

que más se aproximó a una basura absolutamente hermosa y que

un miércoles 12 de mayo a las 9 de la mañana decidió no lanzarse desde el edificio de

          la facultad de medicina

porque vio a lo humano levantando ciudades y cultivos e historia obstinada de hambre

desde la altura que aproxima la vida a la muerte Solo desde lo alto

se comprende esta heroicidad del ser humano violento y santo

Eso quiere decir que/como a mi tatarabuelo/los vivos me han

de olvidar tarareando en su muerte y eso sólo me da una paz

levemente incómoda Alguna vez aspiré a pervivir /pero no/

más bien permuto y permuero Esto más histórico que una fama que

se me cayó por vago y torpe en una alcantarilla llamada Tiempo.

 

SIETE:

 

Cuando me muera/no irán a creer que he partido por caminos de luz/Dependiendo

de la brutalidad de la muerte podría haber muerto partido pero

ese es otro asunto de corte y confección Yo moriré sin mayor novedad

no importa qué tan espectacular sea el deceso siempre

alguien lo hace mejor al cabo de unos años como cuando

maté a ese mosquito y tenía 19 años con tres meses y sentí

una culpa tremendamente grande/aunque ahora que lo pienso/

tal vez muera por la mano de alguien que soñó que era un mosquito

frente a mi mano de 19 años y tres meses y le dolió en la historia patria y tomó nota.

 

OCHO:

 

O no/y muera así/levemente limpiamente indistintamente indigente o demente

como el paso de un segundo a otro en la cascada del óxido universal y que no se ha

convertido todavía en un poema Pero no será una partida

sin duda alguna Será un fin/una aguja entrando y perdiéndose en la piel/

un náufrago que se deja abrazar por el fondo del mar tras años de odiarse

Eso he decidido que sea Si ustedes creen que se largarán a verles

a todos los muertos de la historia háganme un favorcito y díganles

que no voy a alcanzar a llegar porque en serio les juro

no me gustan mucho las reuniones con demasiadas personas

me da la impresión de que me voy a morir aplastado.

 

NUEVE:

 

Cuando me muera alguien va a llorar tal vez/Cuando me muera alguien no va a llorar Les apuesto por mi vida// Cuando me muera nada me pertenecerá Tampoco mi cadáver///Será metro cúbico de propiedad privada en algún cementerio/////Ni siquiera hoy me pertenece más que la idea de que no me pertenecerá el cuerpo que destruyo (¿Así iba/ Sócrates?)

 

Pero entiendo algo:

 

La vida termina siendo un eco.

 

DIEZ:

 

Lancen un volador al cielo Desde niño me quise

ir en un volador desde El Tingo hacia el Espacio mientras la Banda de Pueblo empieza la destrucción del sábado/

/olvídenme pronto y denle de comer al gato y a los perros.

 

Ah

y también a las gallinas

          No sé por qué siempre me olvido de que coman las gallinas.

 

 

Pablo Raymond Meriguet Calle nació en Quito, Ecuador en 1989. Poeta y ensayista, Licenciado en Historia por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, PUCE, y Maestro en Sociología por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Flacso. Actualmente se encuentra realizando un Doctorado en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid, UAM. Co-fundador y co-editor de la Revista de Poesía “Cuando E.P. Thompson se hizo poeta”. Ha publicado poemas y ensayos en revistas nacionales e internacionales. Aparece en antologías dentro y fuera del país. Autor de los libros de poesía: Théoden (2015, CCE), Es luciérnaga la ceniza (2017, El Ángel Editor), Se me emperró la vida (2019, El Ángel Editor) y Macrogramas (Premio Nacional de Poesía Paralelo Cero 2020, El Ángel). En el ámbito historiográfico escribió el libro Historia del Movimiento Antifascista del Ecuador 1941-1944. (2016, PUCE).

 



Compartir