20 Abr 2024

148. POESÍA VENEZOLANA. MARÍA ANTONIETA FLORES

-23 Ene 2021

 

MORENA BAJO EL SOL

 

tan fácil morir en el espacio blanco

 

los pies llenos de grietas

 

buscan la sombra de un árbol ardiente

 

cuando vence el cansancio

y vuelve el sabor de tu cuerpo

 

se empieza a llorar

 

de índigo

 

 

LOS TRIBUNOS SON BLANCOS

 

me voy pronunciando tu nombre al revés

para deshacer el conjuro que me ajoró

al vientre de un insecto sin élitros

 

y coloco la carta del ahogado

en la cruz de los tiempos

sobre el paño negro de las adivinaciones

allí en el centro

donde pregunto quién soy

mientras el eremita mira el desierto

y un grano de arena

se posa justo en el centro de mi lengua

 

a la derecha de la cruz, invertida

la carta del perro

 

así veo que a otras proteges

resguardas sus nombres

 

mi historia toda recogida en el ahorcado

 

y me llaman los bufones

a ocupar el antiguo lugar de mi jerarquía

 

se están borrando las líneas de mi mano

 

ellos por primera vez callan

y te miran

 

yo, salida por la puerta equivocada del laberinto

me siento ante un camino sin encrucijadas

 

dobles son los pasos de la maldad

 

de la voz de mis hermanas

 

 

ESCANCIADA. EN LAS MANOS van las cuentas de los rezos. no te tengo en mis certezas ni en las dudas. el roce de tu mano me palpita. en sonrojos, su destreza. no me ha quedado otra. encerrarme en silencio muy ajeno. trazar con tiza dura, que dibuja las siluetas y horada los dedos de los sastres. una línea divisoria, el mojón de la patria que construyo a fragmentos cuando vuelvo a mis razones.

 

de regresaba a las injurias

 

 

EN LAS DELICIAS DE LAS MANOS QUE SE JUNTAN

exhalan las súplicas piadosas

entre las transparencias del clarear de este día

aquello que nunca te he dicho

mi frágil condición

 

de hembra

este cuerpo que se adentra inquietando el tiempo

 

no la misma ni en el recurrente gesto de las manos ni en la melancolía del esternón para que allí seduzcas la dureza que soy y este llanto que se agolpa en las pulpas de los dedos

 

olisqueada y sin hollejos y no en silencios sino en el clamor

           

bajo tu mano sofocado este sonido de lluvia

                                                                                                         

de los inciensos

la luz se me escapa que se pierde hacia tu carne 

hasta la estela del alma

 

de deléterea

 

 

FUI OLIENDO LA DEBILIDAD la razón que te guiaba llevaba el signo de lo fuliginoso mi rostro era un tizne de dolor cuando abría los consuelos encerraba los venenos sólo escuchaba el retorno de la deletérea luz que preñaba de latidos las entrañas porque cuando se tocan las pieles y se abrazan los cuerpos una diosa de rostro tiznado deja que se abrumen los árboles y los avellanos para que los designios se cumplan

 

la lobreguez de este amor

 

de deléterea

 

 

EL DIENTE ROTO

esperé el insulto

mientras rozaba con la lengua la verdad

en un trozo tallado y desnudo

 

sabía que era el olvido

en mi boca

 

mi lengua herida por la astilla

mis olvidos cuidadosos para seguir respirando

 

de todo arrebatada

no podía fingirme en grandes pensamientos

 

de las conductas discretas

 

 

MALOS TRATOS

 

siempre hay que buscar la mejor ganancia

sin impedir medrar al otro 

como la flor que acaba de abrir

negocia con la vida

pues efímero el instante

la memoria larga

 

de los malos tratos que hagas

tus venas engrosadas por el tiempo serán testimonio

 

como periódicos viejos amontono los maltratos

 

por si acaso he leído mal

a veces tomo alguno y lo releo

 

pero todo sigue igual

 

he hecho muchos malos tratos

muchos maltratos me acompañan

 

esto es así y de corrido

 

volverán de golpe

cuando el vino se disuelva en tu garganta

 

de las conductas discretas

 

 

NUNCA ES IGUAL

cuando me abrazas con desnudez y voy

escuchando tu respiración

su canto

el ritmo de la sangre

la exhalación     la luz

en la insistencia

 

tú que conoces los latidos de mi cuello

cuentas el temblor de mi pecho el jadeo elusivo

 

las notas más firmes del perfume embriagan la memoria

 

Inédito

 

 

María Antonieta Flores. (Caracas, 1960). Es poeta, ensayista, Magister en Literatura Latinoamericana.  Ha publicado desde 1991, 14 libros de poesía. Su obra está incluida en más de veinte antologías nacionales e internacionales, ha sido reconocida por cuatro premios y dos menciones de carácter nacional y ha sido traducida a seis idiomas. En 2016, seleccionada entre 2112 participantes de 63 países, recibió el Honor prizes (for complete work) Naji Naaman’s Literary Prizes (Líbano). Es la editora y fundadora de la revista de poesía digital el cautivo http://elcautivo.net/, creada en 2004. Su publicación más reciente es las conductas discretas (Bogotá, 2020).



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