Nuestro sello editorial, Nueva York Poetry Press se complace en presentar Versos vagabundos, dentro de la colección Museo Salvaje en jomenaje a Olga Orozco, del poeta uruguayo Milton Fernández, prologado por Silvia Siller.
Versos Vagabundos de Milton Fernández es un paseo poético, un poemario que zigzaguea por poemas tanto a ciudades como a mujeres igual que un vagabundo mientras las entrona, mientras el poeta las vuelve a soñar en su mundo de palabras. [...] Leer Versos Vagabundos es seguir un itinerario lleno de mapas retóricos y de mapas sensoriales que describen acompañantes puntuales del poeta, y las entreteje entre metáforas urbanas. Nos preguntaremos en algún momento si somos parte de esta narración de pantalla por la calidad de la estética visual, auditiva, táctil, y por sus grandes aciertos de efectos especiales.
Silvia Siller, New York, 2020.
USTED, AMIGA MÍA
Usted que me conoce como nadie
que me enjuaga las penas con su risa
y me achica las horas
y recoge mis migas
usted, amiga mía
no sé como lo hace
si es menjunje de brujas /cuento de hadas
la verdad es que usted
así como si nada
con un golpe de tos/una mirada
un guiño
una caricia
usted me desbarajusta el desaliento
y me vuelve vivible la jornada
usted, amiga mía
su distancia precisa
su dejemos las cosas donde tienen que estar
su vale más un abrazo sincero
un cómplice puntual
una lealtad sin tiempo
usted, amiga mía
mire
déjeme que se lo diga
usted que se trepa a los tejados
cuando uno menos se lo espera
usted siempre sincera, solidaria,
cordial,
sideral y sin drama
usted siempre al alcance de la mano
usted siempre distante de mi cama
debería estar atenta dónde pisa
dónde deja su sombra bien tendida
su palabra precisa
ese don que se pega a las costuras
su marca de comarca
en cada silla
usted, amiga mía
tendría que saberlo
usted que se me escurre entre los dedos
y me perdona el día
cada día
usted, amiga mía
tendría que estar prohibida
por la ley
TERRITORIO DE MUJER QUE ME ANOCHECE
incierto/lácteo
en toques de campanas
y rezongos de persianas lentas
la cola entre las piernas
el día se guarece entre los fuelles
del edredón maltrecho
hebra de luna en el punto augural de la pendiente
territorio de mujer
resbaladizo
sin principio ni fin
perezoso e insolente
el último o/tal vez/el primer tranvía
sobre los rieles
al trote
y sin apuro
un soplo de café me apunta al alma
territorio de mujer
en
la
alborada
QUÉ BUENO QUE EL PLANETA DISPONGA
de tal cantidad de alas
de glándulas en desuso
de cuerpos ateridos/ tendidos piel a piel
de seres irrazonables
de funámbulos artríticos en íntimo
y recíproco intercambio de temores de muerte
usados una vez
y como nuevos
qué bueno que el día se proclame
tan rotundamente día
silla la silla
boca la boca
soberbia tu nuca
con su antigua voluntad de nuca
qué gloria esta lengua
botada
a la sinuosidad de tus trayectos
qué triunfo que
empapados, feroces,
se resignen los dientes
a los reclamos de la hoguera
que aturdida entre las frondas
la vida quiera
todavía
por última vez/o por primera
ser espina herida puñalada
sobre el lomo rastrero del pudor
cofre
caja fuerte entreabierta e invitante
entre cuyos labios encontrará el coraje
tarde o temprano/el día
para incubar
irresponsablemente
el
porvenir
SI SUPIERAS CUÁNTO CUESTA
llegar hasta la tarde
vadearla
puntear hacia adelante
pensar que quedan todavía
pedacitos de día para (no) pensarte
veredas
bajovientre
si supieras cuánto cuesta
el coraje
a veces
levantarse
enfrentar la mañana/con tanta noche a cuestas
sentarse en la ventana
a arquitectar distancias
a descifrar teléfonos
consignas
y rituales
desearte
en la simétrica costumbre del abrazo
amarte sin flojeras
odiarte sin dobleces
temer que nada quede
saber que no seremos
mirarnos sin siquieras
dejarnos sin ayeres
si supieras cuánto duele
estar sin vos
a veces
Sigo esperando un milagro
que no llega
sigo siendo credulón
e inadaptado
sigo pidiendo peras a tu olmo
IGUAZÚ
cielo a poniente
alba que sabe a esperma y temporal
una nube de paso
se abandona al abrazo del matorral sombrío
y tiembla en la ventana
entregada en la cama
de par en par tendida
a mis mil puntos cardinales
tu presencia animal
me anula la razón
y la reinventa
mujer
vientre de mujer al sur
aluvial
exhausta desnuda urgente
indispensable
tan mía
que duele el día
que ya no lo será
Iguazú 5.20
¿qué decir? allá afuera
un estruendo brutal
y un río de palabras
inconsistentes
DEBERES DE HOY
Mantenerme (por lo menos) a dos leguas del gentío
postergar extravíos
no ceder al dolor
no vendarme la cabeza en la eventualidad de un dolor
no hacer del dolor un mérito
no distribuir limosnas (no ofender la dignidad del hombre)
no sonreír sin ganas
no reírme sin ganas
no llorar en público (ni siquiera si me vienen ganas)
no hacer un cumplido que no siento
no dar un consejo que no me han pedido
no ser cobarde (no tenerle miedo a mi propio miedo)
llamar siempre pan al pan y al vino vino
decir sin más: te quiero, a quien quiero
te extraño pero sigo viviendo a quien extraño tanto que me muero
dejarme amar (sin pensar a lo que sucederá mañana)
sonreír, reír y hasta llorar de dicha
teniendo cuidado de no robarla a los demás
proclamar a los cuatro vientos que hoy estoy vivo
porfiadamente vivo
y como tal:
amo
lloro
sonrío
río
MONTEVIDEO
Sobre el estuario indeciso
la aurora redibuja perfiles afilados
con vanidad de cisne
un resplandor mezquino tantea las claraboyas
y un silencio irreal
sigila la inmanencia de un nuevo derrotero
con su viejo compás
Montevideo bosteza
en su amplio camisón
sus pantuflas de plástico
sus sueños de visón
denuncia inquieto el faro
la tenue intimidad de sus indicios
bajo el mástil callado
el alza bandera cumple
con cómica gravedad
el usual rito
la vida al sur reparte sumisa y habitual
al toque de la diana
los jerarcas notifican señales
de pánico inminente
por la costa oriental
la vida al sur reparte
sumisa y habitual
el sol se asoma aún
la rabia aflora
allá abajo
atado al lecho
el río reconfirma
su incesante voluntad de mar
Despiadada
la emboscada del día
la ventana despliega sus mamparas
con un aire opulento de mariposa herida
programa el caso su naciente aventura
y un cuerpo adolorido se resigna
al rito vertical
de la apertura
estrenos de jornada
balbuceo entre ramas
la armada de la sombra en retirada
con la cara imprecisa en la sisa del sueño
una voz de mujer
me acuna el corazón
y lo adormece
mattinata ostinata
oro y plata
en la almohada
extraviado
el olor de mi madre
en castellano
Milton Fernández es poeta y traductor uruguayo. Ha publicado, en español (Madrid), El arte de la comedia, estudio sobre la Commedia dell’Arte, con prefacio de Ferruccio Soleri. En italiano: Fattebenefratteli (2001- 1° Premio concurso Terre di Mezzo), Versi Randagi (Gedit, 2004, 1° Premio Departamento de Italianistica de la Universidad de Bologna), L’argonauta (1° Premio Concorso Lo sguardo dell’altro, Traccediverse, 2007), Bracadà (Di Salvo Editore, 2008), Sapessi, Sebastiano (Rayuela Edizioni, 2010), Per arrivare a sera (Rayuela Edizioni, 2012), Sua maestà il calcio (Rayuela Edizioni, 2014), Donne, pazze, sognatrici, rivoluzionarie (Rayuela Edizioni, 2015).